En entrevista a Crónicas Económicas, Bergara dice que “hay cosas que justifican” un déficit fiscal de 5% y que “hay que ir corrigiéndolo”. Oportuno comentario de uno de los pilares de la política económica llevada adelante desde el 2005. Fue precisamente Bergara quien al suceder a Lorenzo en el Ministerio de Economía en 2013 liberó las riendas del gasto. Ya en el 2014 produjo un déficit fiscal de 3,5%, con una economía que crecía por encima del 3% anual. No tenía excusa, era irresponsabilidad pura, y ya iban surgiendo los elementos de posible corrupción que había que ir tapando a base de gasto, que se disfrazaba como “gasto social”.
Bergara acusa a Cabildo Abierto de ser un partido de ultraderecha, y su gran crítica al novel partido es la postura que este tiene respecto a la entrega a UPM por parte del gobierno del cual él formaba parte cuando se firmó el contrato. ¿Temerá Bergara que con las auditorías quede expuesta la magnitud del costo para Uruguay de este “gran negocio”?
La realidad es que Bergara tiene múltiples motivos para preocuparse. Mucha agua corrió bajo los puentes desde la época que aquel militante de las Juventudes Comunistas entró a trabajar en el Banco Central del Uruguay, y solicitara a las autoridades blancas del momento que lo enviaran a estudiar a los Estados Unidos, cosa que hicieron sin reparos. De vuelta en Uruguay, se acercó al Gral. Seregni, quien lo apadrinó en su Instituto 1815, del cual formó parte de la dirección junto a Alberto Rosselli, uno de los “adelantados” en la corrupción del Frente Amplio.
Fue un pedido del Gral. Seregni al presidente Jorge Batlle de incorporar a este “muchacho promisorio” en su gobierno lo que catapultó a Bergara a las esferas del poder, cuando pasó a ser director de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (URSEC), durante el gobierno de Batlle. En poco más de 10 años aquel joven comunista del Cerrito de la Victoria se había transformado en “doctor” y funcionario de confianza del gobierno gracias a blancos y colorados. Todo un cambio para el Dr. Bergara, pero no sería ni el primero ni el último.
La realidad es que Bergara maneja la política financiera de Uruguay desde el 2005 a esta parte. Cuando le tocó salir del BCU para ocupar posiciones en el MEF, dejó siempre la autoridad monetaria a cargo de funcionarios de su particular confianza. ¿Es posible que sea necesario hacer auditorías incluso dentro del BCU?
El caso más notado es el de los negociados con Venezuela y el Fondo Bolívar Artigas, canalizados a través del BANDES y el BROU. A esta altura de los acontecimientos, la ciudadanía se pregunta cómo es que un BCU que todo lo controla con la excusa de prevenir el lavado de dinero, se le haya pasado por alto todos los movimientos de dinero de origen venezolano que pasaron por bancos nacionales.
Otra situación hasta ahora inexplicable es el hecho que Cambio Nelson utilizara las cuentas del BROU, exponiendo al banco país a convertirse en socio efectivo del lavado de dinero. ¿Existió alguna investigación al BROU por parte del BCU? Por todo esto Bergara fue interpelado en la comisión correspondiente del Parlamento por la fallecida diputada Elizabeth Arrieta, pero fue poca la difusión que se le dio a este grave hecho.
El caso de Pluna lo “absorbió” como un caballero español su antecesor Lorenzo. Pero Bergara era parte importante del MEF cuando se decidió la privatización de Pluna. Tiene por tanto responsabilidad primaria en el hecho que el Estado hubiera avalado la deuda contraída por el grupo argentino para la adquisición de las aeronaves. Los senadores Moreira y Bordaberry expusieron esto claramente, pero no pasó nada en virtud de la mayoría parlamentaria que tenían en aquel momento. El intermediario que trajo a los compradores de Pluna contaba con la asistencia de Astori y su equipo económico promoviendo sus servicios, al punto que Astori repartía tarjetas de la empresa. Más desapercibido pasó que Bergara participaba en viajes con la misma firma para “promocionar al Uruguay”.
Todo esto quedó soslayado con mayoría parlamentaria y con una propaganda oficial que todo lo callaba. Pero los vientos cambiaron y Bergara teme ahora que estas y tantas otras cosas queden expuestas.
Fue durante la gestión de Bergara al frente del BCU que se dejó subir la tasa de interés de usura a niveles superiores al 140%, algo que si hubiere ocurrido durante los gobiernos de los partidos tradicionales hubiera ocasionado una investigación judicial y probablemente la caída de un ministro. Estas tasas son las que paga la gente humilde, que para llegar a fin de mes debe caer en manos de los agiotistas amparados de hecho por las políticas de Bergara y sus colaboradores. También fueron sus adláteres colocados en el BROU quienes permitieron se instale un software que costó más de 100 millones de dólares y que no funciona. Para imaginar el nombre del proveedor no es necesario llegar al extremo de una auditoría.
Hace bien Bergara en preocuparse. Pensó que la traición a Astori le iba a traer el reconocimiento de Mujica. Pero en política, como en la guerra, la traición tiene patas cortas. Su salida estelar del astorismo para proclamar su candidatura fue promovida por Enrique Canon y su agrupación Banderas de Liber. Este es el mismo Canon que como director de Aduanas ordenó liberar aeropuertos y puertos, con el efecto práctico que se convirtieran en una suerte de parque de diversiones para los traficantes de cocaína. Lo de Canon está todavía bajo investigación.
Este autodenominado “seregnista” abandonó a Daniel Martínez en una semana clave en la campaña previa a la segunda vuelta, eligiendo viajar a Nueva York por motivos poco claros, en lugar de acompañar al candidato del FA durante el debate final con Luis Lacalle Pou. No sería esta la primera felonía que cometió, ni probablemente será la última de este artista del trapecio.
El ahora senador Bergara gozará de inmunidad parlamentaria, lo que quizás le permita todavía conciliar el sueño. Lamentablemente su entorno cercano no gozará de ese privilegio, por lo que seguramente le estarán pidiendo que haga algo para “frenar” a Cabildo Abierto. Claramente no entienden los valores artiguistas y la determinación de aquellos que desde su adolescencia siguen el llamado del padre de la Patria. Esto recién arranca.
Ampliaremos en nuestra edición escrita el miércoles.
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