El 28 de enero se cumplieron 200 años de la llegada de los exploradores rusos Faddey Bellingshausen y Mijail Lazarev a la Antártida, quienes realizaron el primer registro del hallazgo de este continente blanco. Con motivo de la celebración de este acontecimiento es que Rusia se prepara de especial manera con la realización de diversos estudios sobre puntos blancos de este territorio de los que aún no hay información.
De hecho, se espera que a finales de este mes arriben a la estación rusa Bellingshausen los buques científicos y militares Yantar y Admiral Vladímirsky, quienes participarán de eventos conmemorativos junto al personal de la estación y realizarán una expedición oceanográfica de gran escala.
En este sentido, el pasado 19 de enero llegó al puerto de Montevideo el buque Admiral Vladímirsky con el fin de realizar su última parada de abastecimiento. La nave partió el 3 de diciembre desde el puerto de Kronstadt y tiene previsto realizar la vuelta al mundo – que culminará en junio de 2020-. Además de del aniversario del hallazgo de la Antártida, la expedición celebra el 250 aniversario del almirante de la Marina Imperial Rusa Iván Krusenstern.
En su arribo a Montevideo, el buque fue recibido por el embajador ruso en Uruguay, Nikolai Sofinsky, así como también por diplomáticos rusos, representantes de la Armada Uruguaya y el presidente del Instituto Antártico Uruguayo, Manuel Burgos.
La Mañana charló con el jefe de la expedición, Oleg Osipov –capitán de rango 1-, quien también forma parte del Departamento de Navegación y Oceanografía del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia. Osipov detalló que la expedición en la Antártida durará un mes y medio y que dentro de los objetivos se encuentra la realización de estudios oceanográficos, hidrográficos, la definición del relieve del mar de Bellingshausen y el estudio de las propiedades del agua. Se realizarán, también, estudios meteorológicos pertinentes a la navegación y estudios gravimétricos que permitirán determinar, de modo correcto, la forma de la tierra.
El buque se encuentra equipado con escáneres de radio que permiten percibir los diferentes niveles de relieve para el estudio del fondo del mar, equipamientos específicos para medir el viento, la radiación solar, el agua, el aire y el estado del campo magnético de la tierra y su campo de gravedad. De igual forma, llevan equipamientos especiales para descender bajo el agua y medir parámetros hidrológicos, explicó el jefe de la expedición.
A bordo del barco Admiral Vladímirsky viajan 130 personas, incluidos los miembros de la tripulación que trabajan normalmente trabajan y quienes realizan la expedición. “Viajamos con científicos que cuentan con doctorados en Técnica Física y en todos los campos de las ciencias relacionados a estos estudios. Son los mejores profesionales”, aseguró Osipov.
Asimismo, Rusia realizará la construcción de un nuevo complejo de invernada en sus bases Vostok y Mirni –denominadas de esta forma en honor a las naves navegadas por Bellingshausen y Lazarev- y se modernizará la base Bellingshausen.
De esta forma, se intenta demostrar que la Federación de Rusia toma acciones para fortalecer su responsabilidad como participante en el sistema del Tratado del Antártico, que brinda un marco normativo para el uso pacífico y científico de la Antártida.
Al respecto, Osipov explicó: “Vamos a esta zona de la Antártida para cumplir con las responsabilidades que tiene Rusia de publicar el mapa del sector que le compete”. Indicó, a la vez, que todos los datos recabados serán abiertos y estarán dispuestos al acceso de la comunidad internacional. “La Antártida es un continente muy lejano, por lo que todos los países colaboran y comparten datos para mejorar el conocimiento que se tiene. Es un trabajo de colaboración internacional”, manifestó.
En el año 1983 la Armada rusa realizó su último viaje alrededor del mundo, recreando la ruta realizada por el Vostok y Mirni comprendida entre los años 1819 y 1821. El mismo fue realizado por las naves Admirante Vladimirsky y Faddei Bellinghsausen.
El buque científico Almirante Vladímirsky pertenece a la flota rusa del Báltico. Se trata de un buque de investigación oceanográfica construido en Szczecin, Polonia, en el año 1975. Mide cerca de 150 metros de longitud y su desplazamiento es de 9120 toneladas. Cuenta con una capacidad de hasta 170 personas.
Una ruta segura
La segunda semana de enero también arribó al Puerto de Montevideo para abastecimiento el buque científico de origen ruso Akadémik Mstislav Kéldysh, con destino a la Antártida. Llevaba a bordo más de cien profesionales dentro de los que se encontraban geólogos, oceanólogos y científicos, con el fin de desarrollar tareas de investigación durante un mes. Al respecto, Osipov señaló que ambas naves desarrollan tareas independientes, aunque luego reunirán los datos en común. Por su parte, el rompehielos ruso Sibir –conocido por su desarrollo en el Ártico- pasará por Río de Janeiro en las próximas semanas, y si bien aún no es seguro su parada en Montevideo, lo más probable es que así llegue dado que nuestro puerto es el último punto donde recargar combustible y alimentos en la ruta hacia el continente blanco.