La situación generada por el derrame de una cantidad no determinada de soda cáustica sobre el Arroyo Sauce y con impacto en la flora y fauna del lugar, sigue generando reclamos por parte de grupos ambientalistas.
Como informó La Mañana el pasado 16 de agosto, autoridades de la empresa finlandesa se comunicaron con el director nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) del Ministerio de Ambiente, Eduardo Andrés, para notificarlo sobre el derrame, a la vez que se notificó a la División de Emprendimientos de Alta Complejidad. De inmediato el Ministerio comenzó a monitorear la estación automática ubicada en las inmediaciones.
De acuerdo a lo que informó la Dinacea, el lunes 21 de agosto se procedió a inspeccionar la zona afectada detectando la ausencia de flora acuática y de bordes, a la vez que se detectaron diferentes especies de la fauna local sin vida.
Entre los reclamos, está la actitud de la empresa a la cual se le acusó de “negligencia criminal” y hasta la multa aplicada por un valor de US$ 42.000 contra la facturación diaria de UPM 2 que supera los US$ 650.000.
“El mayor derrame químico de la historia del Uruguay”
En los últimos días, el Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus) en una “carta abierta dirigida a las autoridades uruguayas”, les exigió “sanciones a la empresa UPM por el mayor derrame químico de la historia del Uruguay”. En el comienzo del comunicado expresa: “El pasado 17 de agosto se tuvo la primera noticia del que sería un desastre ambiental, un derrame de un millón de litros de soda cáustica de la empresa UPM en Pueblo Centenario provocó la extinción de toda vida en un curso de agua cercano”. Y agrega: “La empresa y el gobierno sabían que desde el mes de junio había pérdidas en la pileta de decantación que recibía la soda, y que hubo una rotura en el intercambiador de calor de soda cáustica, lo que demuestra la inoperancia de los sistemas de control de UPM, y la falta de responsabilidad de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental y del Ministerio de Ambiente”.
“UPM 2 pretendió minimizar el hecho “
En otra parte del comunicado, el Movus expresa que “lo que es aún peor” es que UPM “pretendió minimizar el hecho a nivel de la prensa y el Ministerio de Ambiente demoró 40 días en dar la noticia”, anunciando incluso “una posible irrisoria multa a UPM de 1000 UR (aproximadamente US$ 42.000), siendo que solo UPM 2 tiene una ganancia neta de US$ 650.000 por día”.
“Hace décadas que las organizaciones sociales, ambientales y sindicales denunciamos los atropellos de las multinacionales forestales y sus plantas de celulosa, basadas en monocultivos que destruyen nuestra tierra fértil, expulsan a los pequeños productores, acaparan el uso del agua y afectan gravemente la biodiversidad”. Este hecho no es un mero accidente, es parte del modelo productivo extractivista y altamente contaminante”.
Víctor Bacchetta (periodista y ambientalista): “Los sistemas de sanción y fiscalización son insuficientes”
Por su parte, La Mañana habló con el periodista y ambientalista Víctor Bacchetta, quien hizo referencia a los reclamos efectuados por organizaciones tanto nacionales como internacionales. Al respecto expresó: “Me parece destacable la declaración conjunta de las organizaciones sociales uruguayas y extranjeras que son más de 70, siendo más de 20 extranjeras de países como Estados Unidos que manifiestan tajantemente que el Gobierno uruguayo debía tomar medidas más serias sobre este acontecimiento. Se entiende que una parada en la planta sería lo adecuado, las medidas adoptadas no se consideran suficientes, incluso se consideran mal fiscalizadas. Se busca una comisión de seguimiento con una reunión mensual para evaluar”.
“Otro aspecto me parece es que las autoridades no han tenido dimensión de lo que significa una planta de estas dimensiones, la respuesta ha sido baja incluso minimizando los hechos, tomándolos como comunes y corrientes, no se tiene en cuenta los impactos. Cuando el volumen es de insumos químicos, cuando se deja prolongar una situación las consecuencias no son pequeñas. Los sistemas de fiscalización y sanción son insuficientes. La otra cuestión es que esto no terminó, existió una visita de un grupo de seguimiento que se reúne dos veces al año y miran al arroyo manifestando que se está recuperando solo, pero quedó por ahí. Si nos damos cuenta que esto no fue un derrame por encima, sino que fue por debajo por lo tanto no se tiene noción de las distancias, el suelo es como una esponja por lo tanto eso está alojado y volverá a afectar al arroyo ya que se drenará el químico. Es una situación compleja de tratar y lo que nosotros sabemos hasta hoy es que la dirección de Medio Ambiente le dejó a cargo de la empresa la solución, pero es necesario un monitoreo independiente para cotejar los datos”.
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