Se dice que la política es el arte de gobernar y podría agregarse que la política parlamentaria es además el arte de negociar, especialmente cuando no hay mayorías legislativas. Por supuesto, hay temas muy de fondo en los que es imposible efectuar concesiones, pero en los demás sí, pues mientras que a mí se me dé algo que me interesa no se advierte por qué no pueda dar algo a cambio.
Nosotros en nuestro pequeño rincón sudamericano muchas veces no nos damos cuenta, pero esto es cosa común en países del llamado mundo desarrollado, en donde se ha visto que incluso se han formado coaliciones entre los dos partidos más votados. Claro es que no podemos compararnos con Estados que llevan consolidados mil años o más, que han pasado por todo tipo de enfrentamientos y terribles guerras (y en algún caso las siguen padeciendo), pero hay que irse acostumbrando desde que se hace camino al andar, como dice el poeta.
Esto viene a cuento a raíz de que el senador Manini, según ciertos informes de prensa, habría realizado contactos con figuras del próximo gobierno y para algunos esa actitud es incorrecta o estaría mal vista. No obstante, hay que observarlo de una manera pragmática, si las negociaciones son beneficiosas deben aceptarse y no hacerlo sería una necedad. Máxime cuando durante casi cinco años los intentos de acercamiento con la actual coalición gobernante dirigida por el Partido Nacional han sido escasísimos y casi alevosamente rechazados. Consecuentemente, el momento de ser libre, de actuar por intereses auténticamente propios, de no quedar encorsetado por quienes actuaron casi sin pudor contra Cabildo ha llegado. Se tendrá éxito o no, no se puede saber, aunque esa es otra historia.
TE PUEDE INTERESAR: