Con el advenimiento de los autos eléctricos y otras novedades que surgieron como alternativa al tradicional motor de combustión, el mercado automotor atraviesa una nueva transformación industrial, de acuerdo con el presidente de la Asociación de Concesionarios de Marcas de Automotores (Ascoma), Alberto Bernheim. Entrevistado por La Mañana, el ejecutivo evaluó la situación actual del sector y explicó cuáles son los principales retos que debe enfrentar.
¿Qué lectura hace de la situación actual del sector automotor?
Venimos de años bastante parejos, con mucha actividad, con marcas relativamente nuevas. Han empezado a aparecer todas las tecnologías nuevas de autos eléctricos, autos híbridos, que, por supuesto, van a ir en aumento, pero en líneas generales por ahora siguen liderando las marcas tradicionales. Van surgiendo marcas nuevas y hay una intención de compra, año a año el consumidor va modificando sus elecciones, porque antes hablar de alguien que tuviera auto híbrido o eléctrico en su casa era algo medio impensado y hoy no digo que sea una cosa popular, pero ya ves más autos de ese tipo circulando en nuestras calles. Después, estamos con niveles de venta muy buenos, superando en algún punto las cifras prepandemia, lo que se da en gran parte por la estabilidad económica y por el dólar, que es el que marca la cancha, porque si estuviera a 45 pesos, la venta no sería la que tenemos hoy. Acá el dólar se planchó y en algunos momentos bajó, y eso al consumidor le da una tranquilidad para comprar un auto que vale en dólares.
¿Qué balance hace del comportamiento del mercado automotor en este año?
El mercado automotor funcionó muy bien, hubo marcas que tuvieron una revaloración por la llegada de productos nuevos. Hay varias marcas que venían con años regulares, pero estos meses han sido brillantes. Creo que todas las marcas de alguna manera vendieron bien. En su momento hubo problemas de suministro, entonces algunas marcas no vendieron todo su potencial por falta de productos, pero creo que vamos a cerrar un año muy bueno.
¿Cuáles son los mayores desafíos para la industria automotriz actualmente?
Los desafíos vienen por la tecnología y por el cambio de la matriz energética. Toda la industria a nivel mundial está jugando un partido con el fin de encontrar cuál va a ser la nueva plataforma energética que nos va a mover, porque algunos dicen que será el auto eléctrico, pero yo no me imagino a todo el mundo enchufado a una pared. O hablan del hidrógeno, pero todavía está todo en vías de desarrollo. Hay motores a combustión que han bajado los valores de emisiones casi setenta por ciento. Se habla también, en mercados en los que está el alcohol, como Brasil, de que la tasa de carbono es menor en un auto con alcohol. Entonces, estamos en un momento de gran incertidumbre, todas las marcas están tratando de encontrar la clave del futuro, pero todavía no la tenemos. En una época tuvimos los motores a combustión y no se hablaba de otra cosa, hoy aspiramos a no seguir emitiendo gases nocivos a la atmósfera, pero a su vez estamos viendo cuál es la mejor fórmula moderna, si es la electricidad, si es el hidrógeno, si es otro tipo de emisión de energía que está todavía en desarrollo.
Pero decía que no se imagina la irrupción del auto eléctrico en forma masiva.
No me imagino un futuro de acá a veinte años en el que todos tengamos el auto enchufado a la pared como si fuera un celular. Yo pienso que tiene que haber una vuelta de tuerca mayor. Sí me imagino el mundo eléctrico, pero tampoco veo que el futuro sea con una batería grande como el auto y teniendo que parar horas a cargar. Estamos en los comienzos de algo que se va a transformar. Me acuerdo de que en los años setenta prendías un televisor y había que esperar a que se calentara, contra un televisor hoy de ochenta o noventa pulgadas, finito, con todo adentro, con todas las plataformas, y antes lo único que teníamos era una antena que había que moverla para ver qué canal agarraba. O sea, creo que el automóvil está en esos momentos, hasta que lo tengamos transformado en el auto del futuro, que va a ser como los televisores que tenemos hoy, va a pasar un tiempo. A medida que el consumidor vaya haciendo uso de eso, va a ayudar a que la fábrica siga invirtiendo en buscar una salida. Reitero, no veo a todo el mundo enchufado a la pared, tiene que haber algo más de modo que se puedan acumular grandes cantidades de energía sin necesidad de estar tantas horas cargando. La parte tecnológica cada vez nos sorprende más, hay autos que se manejan solos, hay otros que tienen asistentes que te van avisando y otros a los que podés hablarles. Creo que esto se va a transformar rápidamente, no van a tener que pasar veinte años. Hoy en cuanto a la tecnología en un año se juegan un montón de partidos. Estamos viviendo una nueva transformación industrial en la industria automotriz.
¿Qué otros desafíos identifica en la situación económica o del país en términos generales?
Esa es la gran duda que tenemos todos: cómo sigue esto. Creo que la situación actual de Argentina no le sirve a nadie. Estamos todos muy contentos de que vamos el fin de semana a comer algo a Buenos Aires y comprarnos cosas, pero eso es como pegarse un tiro en la pata, en algún momento nos va a pegar. Todo el litoral está muerto por la diferencia cambiaria, por la gente que cruza, hace su surtido y de este lado no gasta nada, porque es capaz hasta de ir a una pizzería al otro lado considerando que de este lado paga por cuatro lo mismo que allá paga por uno y comen cuatro, entonces está complicado. No sé qué va a pasar ahora con el cambio de gobierno en Argentina, si eso va a mejorar o no, pero para mí es una alerta grande. Después, hay que seguir trabajando para lograr estabilidad y trabajo para los uruguayos, porque la generación de riqueza hace que haya trabajo. Es necesario que a la gente le dé para vivir y le sobre como para generar gastos aparte, que se pueda comprar una casa, un auto, que pueda viajar, porque todo eso mueve la economía. Eso se logra con una economía fuerte y con gente que gane bien. Sobre todo creo en la mentalidad del uruguayo, que lo que piensa siempre es superarse y mejorar su salario.
¿A qué factores adjudica el crecimiento de las ventas de los últimos meses?
Puntualmente, lo que sucedió fue que hubo marcas que estuvieron varios meses con productos faltantes y de golpe llegaron y mejoraron las ventas. Y, por otro lado, como te dije al principio, hubo marcas que tenían lanzamientos de nuevos productos y fueron exitosas, la venta fue grandiosa.
¿Cuál es el rol de Ascoma y qué cometidos tiene? ¿Qué proyectos o ejes de trabajo podría destacar?
El principal objetivo de Ascoma es ser una palanca para la red de concesionarios, o sea, ayudarlos con su economía a través de formación, a través de tener el mejor resultado financiero, a ser cada vez más profesionales en el cometido de vender automóviles. Hoy no solamente venden automóviles, ya van quedando pocos que solo venden autos, hoy venden servicios, seguros, entonces se tienen que aggiornar y hacer todo lo más profesionalmente posible, que aparte es lo que el mercado está exigiendo. Cada vez las marcas están exigiendo ser más profesionales, entonces se necesita formación permanente y saber qué hay de nuevo y apoyar con nuevas ideas.
¿Qué expectativas tiene para el año próximo?
El año próximo creo que va a ser un año muy parecido a este, porque en definitiva nadie va a querer que cambie nada, por lo menos, en los primeros meses, dado que es un año electoral.
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