Desde su anuncio, posterior a la sequía más importante de la historia de nuestro país y a partir de su adjudicación mediante licitación, el proyecto Neptuno-Arazatí generó cuestionamientos, conflictos y reacciones diversas. De acuerdo con la opinión de sus impulsores, “el proyecto busca resolver una grave vulnerabilidad que tiene el sistema de Montevideo. Por otro lado, el Sindicato de Obreros de OSE reaccionaba especialmente contra la obra por entender que el país se enfrentaba a una privatización del consumo de agua potable.
En entrevista con La Mañana, el ingeniero Francisco Gross, director técnico del proyecto y principal de Seinco, la empresa que estará a cargo de la obra, expuso sus razones para apoyar el proyecto, en contraposición de lo expresado por técnicos y productores.
¿Cuál es la visión por parte de Seinco, la empresa dentro del grupo que se encargará del proyecto de Arazatí respecto de lo publicado en ediciones anteriores de La Mañana?
Soy el director técnico del proyecto Arazatí, contratado y al frente del equipo que comprende las dos empresas de consultoría, CSI y Seinco, de la cual hago parte más allá del proyecto. Esto para contextualizar. Estas empresas tienen vastísima experiencia, tengo 40 años de ingeniería, yo soy profesor de la Universidad de Montevideo, fui 15 años profesor de la Universidad de la República, titular en la temática de abastecimiento de agua potable. Tengo trabajos en el sector de tratamiento de aguas, prácticamente en todo el país.
En base a su experiencia, ¿cuál es el fundamento que tiene el gobierno para defender el proyecto?
Primero hay un tema de necesidad, Montevideo necesita resolver el problema de la falta de agua motivada por la insuficiencia del suministro de agua bruta, agua para ser tratada en Aguas Corrientes. Lo demuestran las simulaciones conocidas ocurriendo en el primer semestre del 2023, es insuficiente Paso Severino para atender a la demanda. A su vez, proyectada a 25 a 30 esta oferta es insuficiente. Aguas Corrientes está limitada, muy ajustada, está al límite las tres principales redes.
El segundo problema es de vulnerabilidad. Todo el sistema de Montevideo de agua potable, que no es solo él, sino que también está el sur de San José, potencialmente, y Canelones en su zona sur, se abastece de una única fuente. Entonces, tenemos una condición de necesidad del proyecto que incorpora una nueva planta, que salva la insuficiencia y mejora la calidad de las fuentes. Hemos tenido problemas de inundaciones en Aguas Corrientes. El tener un sistema independiente con captación de una nueva fuente, con una nueva planta de producción fortalece el sistema y aumenta la oferta en un horizonte de 25 años. Entonces, puesta esta condición de necesidad y satisfacción, viene la elección de la fuente. Se han hecho muchos estudios y ¿por qué el Río de la Plata como fuente? ¿Por qué el sitio de Arazatí? Ubicado a unos 70 km al oeste de Montevideo, es un lugar en el cual se presenta una caída abrupta de los niveles de salinidad y yendo hacia aguas arriba se mantiene en niveles mínimos casi tendiente a 0. El arte de esto es encontrar los puntos óptimos, Arazatí ya se había identificado en esa época. En términos promedio, tenemos un 8% en el año de agua dulce, es decir agua libre de salinidad, apenas 2% presenta salinidad, incompatible con las normas de calidad, el límite es 0,45 por litro. En términos extremos pueden darse períodos de mayor salinidad.
Desde las opiniones de productores y técnicos hablaban de lo inútil y costoso del proyecto, del riesgo de contaminación. ¿Qué opinión le merecen dichas opiniones?
Yo le voy a decir que es lo absolutamente contrario. El sistema se compone de una captación, de una planta, esa reserva de agua dulce sirve para episodios de salinidad de 50 a 100 años. Con eso se resuelve el problema, el proyecto asegura 100% de agua dulce en todo momento hasta con un tiempo de recurrencia de 50 a 100 años. Todas las aseveraciones que hace el Sr. Panario no son correctas y para eso nos remitimos a dos cosas, tenemos procesada toda la información, tenemos hecho una modelación de salinidad hecho por el experto nacional número 1, el doctor ingeniero Piedracueva. Es muy respetado, fue decano de la Facultad de Ingeniería, no hay quien contrarreste sus estudios, que están corroborados por cuatro años, el Instituto de Mecánica registra y permite hablar con propiedad. Destacó que la salinidad es un tema resuelto y encaja con la información de Ambiente, se registra todo y se ve cómo oscila.
¿En qué se diferencia el proyecto Arazatí del de Casupá?
Son cosas independientes y no son comparables. El proyecto Casupá es un embalse, 100 millones de hectómetros cúbicos que inundan 3600 hectáreas, 15 veces más que Arazatí y que tiene como objetivo mejorar la oferta de agua bruta para que Aguas Corrientes la pueda tratar, resuelve sí ese caso, pero no resuelve el incremento que capacidad que necesito, Arazatí suma además una planta potabilizadora y trae agua de una nueva fuente. Puedo tener un problema con Santa Lucía y Casupá no me lo resuelve. Por ahí se menciona, en este caso el Sr. Panario, en cuanto a que las fechas coinciden. En buena medida por los aportes fluviales del Río Paraná, que son ejemplos de cómo ocurre la salinidad, cuando hay sequía en el Santa Lucia no la hay en el Alto Paraná. Tenemos regímenes distintos, cuando tuvimos en el primer semestre del 2023 la sequía extrema en el río Santa Lucía, Arazatí sería todo el tiempo agua dulce, eso coincide con el modelo. Esto nos da una absoluta fortaleza en cuanto a la oferta de agua, ciertamente, pero lamentablemente todo tiene algún costo, el tener la necesidad de este embalse obliga la ocupación de 240 hectáreas. Paso Severino tiene hectáreas muy productivas, no son 2500, hablamos de un quinceavo de Casupá. Hablamos de un proyecto integral, Casupá es simplemente una reserva que debería ser complementada con una planta y aun así queda el problema de la vulnerabilidad.
¿En ningún momento la consecuencia del proyecto es la contaminación de los suelos como se ha anunciado?
Descarto absolutamente cualquier riesgo de contaminación, es falso e infundado. Primero estamos hablando de un embalse de agua, tiene varias patas la justificación de mi aseveración enfática. El subsuelo, estamos hablando de 6 a 10 metros de formación libertad, impermeable, hicimos una campaña de 95 perforaciones y aprovechando una concavidad se convierte en un depósito que se completa a partir del bombeo. Las tasas de permeabilidad se registran en 0,2, 0,7 milímetros por día. Estamos hablando de parámetros muy bajos, que hacen que el riesgo sea mínimo, pero, además, el agua, lejos de estar contaminada, será tratada y potabilizada.
Segundo, tenemos por la misma sonda que ya le mencionaba la forma de constatar la presencia de fitoplancton que está coherente con todos los estudios, se ha tomado como insumos. Efectivamente se valora que más del 96% del tiempo, hay aguas muy buenas y solo el 2% está por encima de los umbrales. La planta incorporó la tecnología a nivel mundial que, además del claro proceso en escenarios extremos, permite asegurar la calidad del agua, con normas semejantes a las de Estados Unidos y la Unión Europea. Es una fuente de agua bruta para el consumo.
Se habla que el proyecto nos lleva a la privatización del consumo de agua. ¿Hasta dónde llega Seinco y donde comienza OSE?
Como ejecutores del proyecto, de la ingeniería, corresponde aclarar que no existe ninguna privatización. Acá se contrata una instalación con un formato en el que se transfiere una responsabilidad a quien ejecuta. Aquí el contratado debe garantizar la conclusión de la obra con la calidad debida en un tiempo determinado. La planta va a ser operada por funcionarios de OSE, se estarán cumpliendo los preceptos de la Constitución en ese sentido, está absolutamente garantizado. Lo que hace el privado es proyectar, construir, financiar y se lo mantiene, tiene un protocolo. Si no ejecuta en plazo no cobra. Se hace en la medida en que el sistema esté operativo, hay toda una transferencia de riesgo. Cuando se suman números, hay agentes financiadores, están todas las garantías. Este proyecto tiene a OSE como entidad rectora, a quien tiene como conocimiento. Tenemos un Ministerio de Ambiente que cumpla de forma objetiva las normas ambientales. Acá no se instala un caño sin su autorización previa. Este es un proyecto muy transparente, la información ha sido vertida, quienes estamos trabajando lo hacemos con el corazón. Entendemos que es absolutamente necesarios y estamos orgullosos de aportar un bien común a toda la sociedad.
“Nada impide continuar con los estudios técnicos”
La decisión del Juez Dr. Alejandro Recarey de prohibir al gobierno firmar el contrato con la empresa Seinco SRL para la construcción de la nueva planta potabilizadora en San José, generó inmediata reacción en diferentes sectores del gobierno. El Ing. Raúl Montero, presidente de OSE, expresó que “el proyecto Arazatí es importantísimo y fundamental. Lo que pasó el año pasado y lo que pasó en marzo de este año indica que necesitamos una fuente secundaria de agua potable. El año pasado por la sequía y este año estuvimos a centímetros de que el agua (por la inundación) afectará la planta de Aguas Corrientes”. Además, informó que los abogados de OSE y del Ministerio de Ambiente trabajan en la apelación que se presentará en las próximas horas.
Al cierre de esta edición, autoridades de la empresa responsable de la obra mantenían reuniones con autoridades de OSE. El director técnico del proyecto, Ing. Francisco Gross, consultado al respecto por La Mañana expresó: “El dictamen marca la no firma del contrato, pero el resto continúa. De hecho, OSE hizo ayer una comunicación en la que anuncia que continúa con el proceso. Va a apelar para que esta instancia se supere con el resultado de la apelación. En paralelo nada impide continuar con los estudios técnicos, no afecta, generando en el buen propósito de que estas se superen. Por tanto, Seinco continúa con el proyecto ejecutivo con las mismas condiciones”.
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