Los proyectos de producción del denominado hidrógeno verde continúan siendo considerados secretos por el gobierno actual y no se sabe a ciencia cierta cuáles serán las inversiones por efectuar, ni los objetivos. Eso lo comprobó el Movimiento por un Uruguay Sustentable (MUS) cuando uno de sus miembros solicitó mediante la Ley de Acceso a la Información conocer los detalles de la firma del Memorando de Entendimiento entre el Poder Ejecutivo y la empresa HIF Global.
Esta multinacional tiene un proyecto para extraer hidrógeno del agua, tomándola del río Uruguay frente a Paysandú. Al negarse el gobierno a dar a conocer los detalles de un memorando firmado con la empresa, se recurrió a la Justicia. Una sentencia del juez Pablo Javier Gandini Bottin condenó al Poder Ejecutivo a entregar la información ambiental del memorando y su anexo firmado por el Poder Ejecutivo y HIF el 28 de febrero de 2024. Pero lo que le llegó al MUS, fue otro documento, del 15 de enero de este año, el cual tenía casi toda la información tachada. El documento era de ALUR (una subsidiaria de Ancap) y se titulaba “Estudio de factibilidad – Proyecto eFuels en Paysandú – HIF”.
No es hidrógeno, es nafta sintética
La Mañana dialogó con Raúl Viñas, quien presentó la solicitud de acceso a la información, ya que este tipo de pedidos se deben de hacer por un particular. Viñas integra el Movimiento por un Uruguay Sustentable.
Explicó que la denominada “hoja de ruta del hidrógeno verde” elaborada por el Ministerio de Industria no hace ninguna referencia a las aguas subterráneas, pero casi todos los proyectos presentados pretenden utilizar agua de los acuíferos. “Nosotros le informamos al gobierno, justo en el momento de la gran sequía de 2023, que en esa hoja de ruta se señalaba que se hablaba de una abundancia de agua en un país que estaba teniendo la capital sin agua potable y de un régimen de lluvias que no es tal. Pero no mencionaban el agua subterránea, que es por la que viene la mayoría de estos proyectos”, explicó Viñas.
En ese momento el proyecto principal era el de Tambores, que continúa y pretende extraer hidrógeno del agua para producir metanol. En toda esta temática hay un detalle que pocas veces se menciona. El objetivo final de todas estas inversiones no es la producción de hidrógeno, sino utilizar ese gas para transformarlo en metanol y en e-gasolina (nafta sintética).
Por lo tanto, y con escasas excepciones, todos los proyectos persiguen otros fines. El de Tambores es producir metanol, y en el caso de HIF en Paysandú, naftas sintéticas.
Viñas explicó que de todos los proyectos que están hoy intentando instalarse en el país, hay solo uno que producirá el hidrógeno propiamente dicho. Se trata de la planta Centenario de UPM2. Ahí se espera producir hidrógeno, cargarlo en camiones y después exportarlo. Todas las demás iniciativas plantean usar el hidrógeno con otros fines. Se utiliza electricidad para disociar agua. Se obtiene de esta manera hidrógeno y oxígeno. Este último gas puede ser liberado, pero el hidrógeno se puede transformar en metanol, que es el paso más sencillo. En el caso de HIF de Paysandú, plantean producir lo que denominan “combustibles altamente innovativos”, o sea, nafta sintética.
Y este punto es uno de los más controversiales. “Cuando se va a hacer nafta de esta manera, hay que construir una especie de refinería, ya que el proceso químico lleva a cadenas largas de carbono”, explica Raúl Viñas. HIF plantea instalarse en Paysandú en dos padrones rurales, que están frente a la isla Queguay Grande, que está propuesta para integrarse al Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Alrededor de este tipo de áreas, hay un espacio de amortiguación, o sea una zona en la que no se podrían instalar plantas industriales o una refinería.
Un documento por otro
El memorando de entendimiento entre HIF Global y el gobierno se firmó el 28 de febrero y señaló que ese era el paso previo para un contrato de inversión. El Movimiento por un Uruguay Sustentable señala que fue ahí cuando se prendieron las alarmas, “porque los contratos de inversión que firma nuestro país, hasta ahora, han sido excelentes para las empresas, pero nunca han sido buenos para el país”.
El documento nunca se dio a conocer públicamente y fue declarado confidencial. Por esta razón el 5 de marzo de este año, Raúl Viñas presentó una solicitud de acceso a la información pública, para conocer el documento. El plazo que fija la ley para entregar la información solicitada es de 20 días hábiles. Transcurrido ese tiempo, se informó al solicitante que el tiempo fue exiguo para entregar una copia del documento. El 9 de mayo se comunica a Viñas que la información no será entregada, ya que existe una cláusula de confidencialidad. Días antes, el 2 de mayo, el presidente Lacalle Pou había firmado una resolución por el cual se consideraba confidencial ese documento y todo lo actuado con la empresa.
El camino seguido por Raúl Viñas fue presentar en junio una demanda ante el Poder Judicial y contra el Estado. Para eso se basó en que la Ley de Acceso a la Información Pública, la cual señala que la información ambiental no puede ser considerada confidencial.
Los abogados del Ministerio de Industria señalaron ante el juez que debían consultar a la empresa por las cláusulas de confidencialidad existentes y que en todo caso “quizás” podrían entregar el memorando, pero no un anexo que contiene este. Posteriormente, se informó a Viñas que no se podía entregar nada, y el juez, ante la falta de conciliación, condenó al Ejecutivo a que entregue toda la información ambiental que está dentro del memorando y el anexo firmado el 28 de febrero. Tras la feria judicial, se informó por parte del juez que estaba disponible lo entregado por el Ministerio de Industria.
Pero para Raúl Viñas hubo una sorpresa. El documento entregado por el Ministerio de Industria nada tenía que ver con lo solicitado. Este se trataba de un informe de ALUR, firmado con HIF el 15 de enero. Ese documento es el acuerdo entre ALUR y HIF para que la primera sea la proveedora de dióxido de carbono (CO2), necesario para producir metanol.
Frente a esto se presentó ante el juez un nuevo escrito indicando que el Poder Ejecutivo no cumplió con la sentencia y que lo presentado no condice con lo solicitado, incurriendo el Estado en una acción de mala fe. También se solicita que el Estado pague los costos de todo este proceso.
“Por un lado, desde el gobierno dicen que el memorando no tiene importancia y, por otro, no lo quieren entregar”, reflexiona nuestro entrevistado. Agrega que ya tuvo más de 10 juicios contra el Estado por temas ambientales, “y nunca nos había pasado que nos entregaran una cosa por otra”.
Calificó esta acción de entregar un documento que no tiene relación ninguna con lo solicitado como algo que “no es inocente. Llevamos cinco meses en este tema y mientras tanto ellos siguen trabajando y haciendo tratos con la empresa. Seguramente en un par de meses más saldrán con que se firmó el contrato para hacer la planta”.
Agua sin costo
En este tema como en la forestación o la producción de celulosa, el agua es el tema principal. Viñas señala a este respecto que “el agua es un recurso básico para la vida. Se puede tener toda la tecnología, pero si no se tiene agua y aire sanos y un suelo biológicamente activo con biodiversidad, el planeta no existe”. Y en lo que respecta al agua y estas iniciativas, el Movimiento por un Uruguay Sustentable, estima que el proyecto de hidrógeno de Tambores duplicará la extracción de agua subterránea que se hace en la zona para abastecer a esa localidad.
En el de HIF, se utilizará de agua del río Uruguay y podría causar problemas en la zona en el futuro. Y hay otro detalle no menor señalado por Viñas. En Chile hay proyectos similares al de HIF, pero sus plantas están ubicadas sobre el océano Pacífico y producen hidrógeno con agua salada. La diferencia son los costos. Producir hidrógeno con agua salada es más caro que realizarlo con agua de río o subterráneas, ya que se debe extraer el cloruro de sodio (sal). Empresas como HIF se podrían haber instalado en alguna zona costera del atlántico uruguayo, pero “si se quiere hacer un negocio y se puede usar agua limpia que te la regalan, para qué un inversor utilizaría un agua que da problemas”, reflexiona.
TE PUEDE INTERESAR: