Mucho se ha discutido a lo largo de los años sobre la conveniencia estratégica de un puerto en aguas profundas en nuestro litoral atlántico. Desde nuestra independencia como nación hemos vivido de espaldas al mar, dejándonos arrebatar la hegemonía portuaria del Plata y del Atlántico Sur por falta de una visión marítima y geopolítica clara, pese a nuestra supremacía geográfica en la región para la ubicación de un puerto de estas características
Un poco de historia
Remontémonos a la época de la conquista en la cual los españoles veían nuestras costas como punto de penetración hacia el interior del Hinterland Sudamericano utilizando la expresión “abrir puertas a la tierra”.
Ya en 1577 el famoso pirata ingles Francis Drake en su diario de bitácora haciendo referencia a nuestra costa atlántica indicaba la importancia de la misma como puerto de entrada a la masa continental.
Posteriormente en 1776 el piloto de la Real Armada Española Don Andrés Oyarvide en un pormenorizado informe que elevó al almirantazgo del Imperio Español señalaba la importancia de un puerto en la costa de Rocha y decía: “un puerto en las inmediaciones del fuerte de San Miguel, unido al Atlántico permitiría que el español logre la segura prosperidad, usufructo y dominio de esta rica provincia que en fértil, cómoda y saludable no cede a las otras de ambas Américas”
Hoy, más de dos siglos después, esa antigua utopía sigue estando plenamente vigente y más que justificada si analizamos las bondades con la cual la naturaleza ha bendecido nuestras costas.
Durante el último tercio del siglo XIX y gran parte del XX, grandes proyectos de infraestructura con proyección nacional y regional fueron presentados, debatidos y olvidados en el Parlamento Uruguayo.
Se destaca la visión regional de las obras proyectadas durante el siglo XIX, ya que además de un Puerto de Aguas Profundas, incluían una gran infraestructura que implicaría ferrocarriles, canales y carreteras que unieran el oeste con el este de la república.
Ya en 1897 algunos legisladores tratando el mensaje presidencial del Presidente Juan Iriarte Borda, respecto a la construcción de un puerto en la Coronilla, tenían claro el proyecto de país sin centralismos y una visión proverbial de la burocracia tan vigente en el Uruguay de hoy.
El senador Pedro E. Bauzá afirmaba: “Establecernos sobre el Océano para nosotros es una necesidad política y una necesidad económica: política porque los pueblos no pueden vegetar encerrados, como está el nuestro dentro de un perímetro artificial; y una necesidad económica porque realmente, nuestras industrias, en general, triplicarán por el transporte una vez que tengan navegación propicia y en condiciones adecuadas, que es lo que hoy nos falta”.
Más de cien años después seguimos a la espera de un proyecto serio y viable
Mientras el diputado Evaristo Ciganda expresaba: “La naturaleza nos ha brindado un puerto de primer orden en el Atlántico, libre de escollo y de bancos; pero nosotros hemos levantado bancos y escollos de papel sellado, para oponernos a las solicitudes que tratan de aprovechar esas mismas condiciones naturales; y después de permanecer mucho tiempo asuntos de esta naturaleza en las carpetas de ciertas oficinas públicas, resultan que se expiden informes, que no se refieren para nada a asuntos que sean de su competencia por ningún texto de ninguna ley de la Republica”
Más de cien años después seguimos a la espera de un proyecto serio y viable que le brinde al país una herramienta poderosa de desarrollo y proyecte a la región a la conquista de mejores oportunidades en el comercio internacional.
Caminando hacia el futuro
La potencialidad comercial del sur de Brasil, la necesidad de exportar sus productos, la creciente exportación agroindustrial de la Argentina y de los países mediterráneos como Bolivia y Paraguay, los problemas portuarios de Buenos Aires por su calado y los futuros problemas de Montevideo en cuanto a espacio adecuado e infraestructura y calado, operan como disparadores del proyecto.
Tengamos en cuenta además que la quinta región chilena, las provincias centrales de Argentina, el sur paraguayo, el sur uruguayo y el sur del Brasil, concentran el 70 por ciento de la economía sudamericana.
Vayamos desglosando cada una de estas realidades, los nuevos desafíos que se nos presentan y sus vinculaciones con el futuro puerto.
La Región
Ha sido tradicionalmente exportadora, fundamentalmente de materias primas y de productos del sector agrícola hacia el mundo. Esa ha sido la tradición de toda la región, evolucionando a partir de la década de los 60 hacia una producción industrial que ha encontrado mercados fuera y dentro de la región, con diferentes altibajos en los últimos 20 años. Además, ha sido importadora de bienes de consumo y materias primas para su industria en desarrollo.
Con el crecimiento de la producción agrícola y minera de los últimos años, la región está preparada para abastecer un mundo que demanda año a año más materias primas y alimentos, determinando la necesidad de consolidar un puerto Hub en la costa atlántica uruguaya para el almacenamiento y la distribución de las cargas que transporten grandes buques, que actualmente surcan los océanos y que por su calado no pueden ingresar ni zarpar de los puertos del Plata a plena carga.
Asimismo, las profundidades del Río de la Plata y las limitaciones del puerto de Montevideo, obligarán en el futuro a mantener una relación costo/beneficio poco rentable para las navieras, debido al oneroso y formidable esfuerzo de dragado de canales, para el ingreso y atraque de los nuevos mega buques, comparadas con las que ofrecen naturalmente las costas atlánticas. Costos, que la Administración transfiere como “tasas de ayuda al mantenimiento de la navegación” a los armadores y éstos a los fletes.
Uruguay, debería crear un puerto en aguas profundas para no quedar “fuera” de los negocios que genera la circulación de mercaderías de las diferentes cadenas de valor para la región platense, producto no sólo de nuestras importaciones y exportaciones, sino de captar el mayor tránsito de carga para la misma aprovechando las ventajas de la geografía.
Con el crecimiento de la producción agrícola y minera de los últimos años, la región está preparada para abastecer un mundo que demanda año a año más materias primas y alimentos
Además, desde hace años, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil vienen analizando la necesidad de concretar el llamado Corredor Bioceánico Central que, uniendo el Pacífico con el Atlántico, integre mediante la comunicación multimodal (fluvial, carretera y ferroviaria) un espacio comprendido por la Quinta Región chilena, las provincias centrales de Argentina, el sur paraguayo, el sur uruguayo y el sur brasileño…
El elemento clave es la propuesta de un puerto de aguas profundas en las costas de Rocha, que aspire a convertirse en una de las dos terminales del corredor bioceánico, en el punto estratégico de salida de la producción de la región y en el eslabón de conexión con las grandes rutas del comercio marítimo mundial.
En síntesis
Nos encontramos frente a los desafíos del Uruguay del Siglo XXI, deberíamos proyectar para dentro de 100 años, al igual que aquellos que en el 1900 tuvieron la visión de desarrollar un puerto de ultramar como Montevideo.
Más allá de lo avatares propios de los países de la región, el mundo sigue caminando hacia el futuro en un crecimiento constante. No obstante, como bien sabemos, las grandes obras requieren una planificación seria y un liderazgo político convencido y capaz de impulsarlas inteligentemente, en forma escalonada, sumando capacidades en etapas y no creando por decreto puertos faraónicos a costos astronómicos, que después quedan en el papel.
Tener una visión estratégica de nuestros intereses marítimos y fluviales en el marco regional a mediano y largo plazo, nos lleva inexorablemente a iniciar el anteproyecto a corto plazo de un puerto HUB en nuestro litoral atlántico, el cual será la puerta de entrada para este vasto y rico hinterland; siendo indispensable en su proyección cumplir con la calidad de “Puerto Verde”, compatible con normas nacionales e internacionales.
Seamos protagonistas de nuestra propia historia y tengamos una visión de estrategia país, para acompasar los retos del presente siglo.
(*) Capitán de Navío (R). Licenciado en Sistemas Navales. Perito Naval
Avanza el proyecto del puerto de aguas profundas del lado brasilero
La iniciativa que había presentado el ex presidente José Mujica para construir un puerto de aguas profundas en el departamento de Rocha ahora la toma Brasil en la frontera con Uruguay. La obra se va a iniciar cerca del balneario Barra do Chui hasta Hermenegildo. La inversión será de más de 2.000 millones de dólares.
“El consorcio de españoles y otros países ya contrataron una empresa americana que está haciendo la parte de la liberación ambiental y empezaron también con los trámites para la compra de campos en el área donde estará el puerto”, sostuvo el prefecto de Chuy Brasil, Marco Antonio Barboza.
(Fuente: Telenoche)