En el mediodía del pasado domingo, el fiscal de homicidios, Juan Gómez, solicitó al juez, Huberto Álvarez, la formalización de dos personas mayores de edad, por un delito de “homicidio especialmente agravado”, además de la prisión preventiva por 180 días, indicados como los responsables del asesinato de Lucas Langhain. El joven asesinado, de 24 años, caminaba junto a su novia la noche del domingo 15 por la Avenida 8 de octubre en dirección al centro de Montevideo, celebrando la obtención del Campeonato Uruguayo 2019 del Club Nacional de Football.
Los implicados, Esteban Costa, de 27 años, -autor- y María Soledad Álvarez, de 21 años -cómplice-, habían sido detenidos 48 horas antes por la policía en una vivienda ubicada en la calle Santa Cruz de la Sierra y Pasaje B, en el barrio Cerro Norte. Ambos fueron identificados por las distintas filmaciones a las que accedió la Dirección de Investigaciones y el Departamento de Inteligencia Policial. Gómez señaló el viernes 20 que continuarían los allanamientos en Cerro Norte en busca de la pistola Taurus 9mm utilizada por el homicida en la noche del brutal crimen. Sin embargo, la confesión y otras pruebas permitieron formalizar a los culpables.
El asesino, es poseedor de antecedentes penales por tráfico de estupefacientes y hurtos, mientras que su acompañante había salido hace un mes de prisión, por delitos de tráfico interno de armas de fuego, porte y tenencia de armamento. Antes de ser detenidos, la pareja intentó escaparse, pero no tuvieron éxito. La pena que les cabe por este crimen está estipulada entre 15 y 30 años de prisión. Según la información que surgió de la audiencia de formalización, ninguno de los dos imputados por el asesinato de Lucas se identificó como hincha de Peñarol.
Costa, formalizado como autor material, el viernes pasado había declarado en la sede judicial que actuó de forma deliberada, pero el fiscal confirmó este domingo que se trató de un sicariato, instigado desde el Penal de Libertad, por un recluso con profusos antecedentes penales llamado Erwin “Coco” Parentini Flores.
En uno de los audios clave que analizó el fiscal, que luego comprobó que fueron enviados desde el recinto carcelario por parte de Parentini, el hostigador le decía a un tercero -que aún falta identificar-: “Escuchame hermano, fijate si rescatás a un pibe en una moto, sacás, o cualquiera en un auto que lo deje a la vuelta que les voy a dar con la pistola, ñeri, ahí cuando vayan saliendo del Parque (Central) todos, ñeri. Haceme el dos gordo, jugamos callado, lo hacemos entre nosotros”.
Crónica de un homicidio encargado
Tras la victoria de Nacional, Lucas y su novia se dirigieron hacia el Parque Central para celebrar con amigos el título obtenido por el equipo del cual eran simpatizantes; para posteriormente, salir junto a otro grupo de hinchas, por la Avenida 8 de octubre y seguir festejando la victoria por la Avenida 18 de julio.
Por otra parte, en el Cerro de Montevideo, minutos después de las 19 hs., Costa y Álvarez tomaron un taxi en Carlos María Ramírez y Bogotá con dirección a La Blanqueada. La pareja se bajó del coche de alquiler en 8 de octubre y Cte. Braga, en plena esquina del Parque Central, donde una multitud de hinchas tricolores se encontraba reunida tras la reciente consagración de su equipo de fútbol. Según surgió de las declaraciones, ni la pareja responsable del asesinato, ni la víctima fatal y su novia, estuvieron presentes en el último partido clásico.
Lo ocurrido minutos antes de las 21 hs. quedó registrado por dos cámaras de seguridad instaladas en la calle Pte. Berro y en otros videos tomados por vecinos que filmaban los festejos desde algunos edificios ubicados por 8 de octubre.
Las imágenes muestran a Costa y Álvarez caminando raudamente tras doblar en la esquina mencionada donde se encuentra un carro de hamburguesas y chorizos. Tras dar vuelta la cabeza un par de veces, mirando hacia 8 de octubre, Costa saca una pistola, se adelanta unos metros de su acompañante, y casi a la altura del carrito, a escasa distancia de la esquina, efectúa una ráfaga de seis disparos en dirección a 8 de octubre que estaba repleto de parciales tricolores caminando.
Uno de los disparos perforó el pulmón y el corazón de Lucas, lo que le causó la muerte casi al instante. Otro joven recibió el impacto de una bala en un brazo, mientrs la novia de Lucas fue rozada por otro proyectil que le rompió la campera. Tras varios minutos de nerviosismo, desesperación y agonía, Lucas Langhaín fue llevado en brazos por otros hinchas hasta la urgencia de Medica Uruguaya, que se encuentra a pocos metros de los hechos, y en donde se constató su fallecimiento.
Apenas cometido el asesinato, los responsables corrieron hacia Av. Italia y se subieron al primer ómnibus que vieron. Antes de tomarse el 370, ambos se despojaron de algunas ropas en un contenedor para despistar su seguimiento.
Según mencionó el fiscal Gómez en rueda de prensa, tras la audiencia de formalización del pasado domingo, Costa, acusado de ser el autor material del homicidio, denunció haber sido hostigado por “Coco” Parentini para que cometa un ataque a balazos a hinchas de Nacional a cambio de “tres tizas de pasta base”.
En otro audio que se conoció de en la última audiencia, en una de las llamadas que el instigador le hizo al asesino, surge un enigmático mensaje: “Por lo que pasó, por lo que perdimos, porque son ellos, porque somos distintos a los demás”
La historia de “Coco” Parentini y una interminable interna por la barra de Peñarol
En su adolescencia, Parentini jugó en las inferiores del Club Atlético Peñarol, pero tras dejar el fútbol se vinculó con criminales de Cerro Norte y Marconi. Asesinatos y un secuestro extorsivo son algunos de los delitos que llenan su legajo judicial que se engrosó varias veces por actos delictivos desde la propia cárcel, como agresiones a policías y reclusos, amenazas de muerte y tenencia de drogas.
También fueron conocidos sus audios alentando a otros hinchas a atacar a integrantes de la comisión de seguridad de Peñarol y amenazar a dirigentes, en la previa al encuentro entre Peñarol y Nacional en noviembre de 2016, conocido penosamente como el “clásico de la garrafa”, partido que nunca se jugó. También incitó a algunos parciales carboneros a cometer incidentes dentro de la tribuna. Tras una semana de aprietes a jugadores y dirigentes, por el corte de los beneficios que tenía un sector de la barra carbonera, fueron detenidos todos los referentes de la barra en un accionar policial inédito. Por lo que, barras de segunda y tercera línea que estaban en el interior de la tribuna Ámsterdam cometieron desmanes de todo tipo y agresiones a personal de CAFO y policías. Ese día estaba planificado un cambio de jefatura en la “Barra Ámsterdam”, pero tanto quien tomaría el mando, como quienes comandaban la barra en ese momento fueron detenidos en las cercanías del estadio. Varios fueron enviados a prisión junto con otras personas, acusadas de apretar a jugadores en Los Aromos.
La interna de Peñarol, desde hace tiempo, tiene episodios de sangre, pero su punto más álgido fue durante 2015. Ese año, la disputa entre facciones terminó con el asesinato de Renny Auditore en Maroñas por parte de dos menores de edad enviados por “Coco” Parentini. Auditore era hombre de confianza de Jorgito y Henry, responsables del orden en la tribuna, apoyados por la dirigencia. Ambos dejaron la barra tras una secuencia de violentos episodios, entre ellos, una balacera sufrida por el grupo de “Coco” en Colonia, en un partido amistoso. El propio “Coco”, junto a sus socios criminales de Cerro Norte y Marconi, también fue responsable del secuestro del dueño de una cantina en Marconi que era referente e influyente de la facción de ese barrio en la hinchada de Peñarol.
En 2016 también fueron atacados a tiros dos personas identificadas con la barra. En Villa Española fue baleado un hombre con fuerte influencia en el noreste de la capital apodado “El Nandito” que había tomado cierto poder y otro hincha en plena tribuna Ámsterdam, “El Boli”, integrante de la antigua banda “Los Feos”.
Otro caso conocido, fue el asesinato de Wellington “Tato” Segade -exreferente de la barra- y varios de sus familiares, pero esos episodios tienen que ver con una disputa territorial entre bandas pesadas del narcotráfico montevideano y no con un tema de la interna de la barra, según señalaron las investigaciones judiciales.
Los grupos que se disputaron el espacio dejado por los antiguos referentes, son bandas de los Palomares del Borro, 40 semanas, Marconi, Villa Española, Punta de Rieles-Manga y la de Cerro Norte, banda que apoyaba Parentini desde prisión.
Entre los socios criminales de Parentini se encuentran delincuentes pesados como Anthony Martín Rodríguez Silvera, alias “El Pato feo”, con quién se escapó del exComcar en enero del año pasado, pero fueron capturados minutos después. La mayoría de los actos delictivos que cometió Parentini fue en compañía de Víctor Hugo Albín alias “El Vitito”, “El Negro Paolo” López y Paulo Adrián Álvez alias “El Yorka”. Los primeros dos son del Cerro Norte y el segundo del barrio Marconi. Todos se encuentran en prisión y tienen un extenso prontuario de casos de asesinatos, secuestros extorsivos, rapiñas, hurtos, narcotráfico y sicariato.
Actualmente, la barra brava de Peñarol no tiene beneficios dirigenciales de ningún tipo, según confirmaron a La Mañana fuentes del club y de la propia barra; y quien organiza la hinchada es un grupo del barrio Marconi, con apoyo de otros grupos del Borro, 40 semanas, La Teja, Costa de Oro y Delta del Tigre, entre otros.