La permanencia de argentinos y brasileños en el principal balneario del país es un hecho desde hace varios años. Con fluctuaciones constantes, familias de los países vecinos buscan en la ciudad un sitio en el cual residir, donde contemplan, además, la educación a nivel primario, secundario y terciario, lo que implica adaptaciones de la oferta por parte de los centros educativos.
Para la mayoría de los visitantes de los países vecinos, Punta del Este es un lugar de descanso en la temporada estival, pero para otros se ha transformado en un sitio para vivir. Hay familias que llegaron hace mucho tiempo, otras que pasan sus primeros años y algunas que este año ya no regresarán a su país.
Vivir con más tranquilidad, sin incertidumbres y encontrar una mejor calidad de vida para sus hijos, son frases de quienes eligen la ciudad balnearia para quedarse todo el año. Los colegios privados y facultades de la localidad ofrecen educación bilingüe y concentran a decenas de estudiantes nacionales y extranjeros.
En ese sentido, La Mañana dialogó con referentes del colegio Woodside y la Universidad Claeh, quienes son testigos diarios de la transformación que se está dando en la ciudad del este, debido a la llegada constante -y creciente- tanto de argentinos como de brasileños que deciden permanecer en Uruguay y, por ende, estudiar.
Woodside School se fundó en 1998 y, desde entonces, ha tenido un crecimiento constante debido al desarrollo de Maldonado en general. En los últimos años, la matrícula mantuvo su comportamiento, siempre fluctuando en mayor o menor medida, como reflejo de la situación política en Argentina y en Uruguay, “en función del crecimiento de la inseguridad muchas familias han decidido radicarse aquí”, contó Claudia Domínguez, profesora integrante del equipo de dirección de la institución.
Este año, en particular, ha sido muy especial debido al contexto mundial y a las circunstancias argentinas, por lo que han recibido más consultas y ha aumentado la matrícula en relación a otros años. Llegan, fundamentalmente, de Argentina, pero también desde Brasil, Paraguay, Europa y Estados Unidos.
En cuanto a cómo deben adaptarse las instituciones para recibir a estudiantes de tan diversas nacionalidades, desde Woodside indicaron que Punta del Este es y siempre fue una ciudad muy cosmopolita, por lo tanto, es muy habitual convivir con personas de distintas nacionalidades.
“Woodside School es un colegio IB bilingüe e internacional que forma parte, además, del International Schools Association, fundada en 1950 con sede en Ginebra y que nuclea cientos de colegios en todo el mundo. Por esta razón, somos un colegio con mentalidad internacional y tomamos las diferentes nacionalidades de nuestros alumnos como una oportunidad de expandir el trabajo que se hace en proyectos de investigación”, explicó Domínguez.
Con referencia al panorama que visualizan en un futuro cercano tomando en cuenta el paso de la pandemia, la entrevistada aseguró que muchos de los cambios que implementaron llegaron para quedarse. “La virtualidad nos ha dado grandes oportunidades de trabajo colaborativo con docentes de todo el mundo, capacitaciones, intercambio de estrategias y eso es algo que vamos a profundizar”, sostuvo.
Por otro lado, Domínguez afirmó que desde el colegio sienten que la sociedad ha revalorizado el rol docente y la importancia del contacto humano en los colegios y escuelas. “Esto también lo vemos como algo muy positivo que nos deja esta experiencia”.
El colegio es una comunidad con más de 700 alumnos y 170 personas que conforman un equipo de trabajo con 22 años de trayectoria. “Hemos vivido muchos cambios sociales y de hábitos culturales y estamos en constante aprendizaje y crecimiento. Sentimos la educación como un verdadero motor para construir una sociedad más humanizada, más justa, preparada para trabajar en equipo, en comunidad para cuidar del planeta y construir juntos un mundo mejor”, puntualizó.
Un polo abierto al mundo, pero con identidad propia
Si bien en los últimos años se ha dado una gran migración de argentinos hacia el departamento y, por ende, a las facultades también, históricamente, han sido más brasileños los que llegaron, pero en este momento la ola migratoria viene más de Argentina, según relató a La Mañana Carlos De Cores, rector de la universidad Claeh, la que en Punta del Este cuenta con dos facultades: Medicina y Derecho.
En cuanto a este movimiento migratorio, el entrevistado indicó que no se trata de un movimiento masivo, pero sí constante. “Hay personas que están buscando Punta del Este -y el este en general- como lugar de residencia, por lo tanto, existe una población de familias que se están instalando. Uno de los elementos fundamentales que necesita una familia es la educación y eso, en este momento, se está notando”, detalló De Cores.
La Facultad de Derecho del Claeh es, fundamentalmente, uruguaya. La de Medicina, sin embargo, tiene una importante internacionalización, con un gran porcentaje de brasileños. Esto, de manera casual, ha generado tener que atender ciertas dificultades de la pandemia, porque la situación de los estudiantes extranjeros no estaba prevista en los decretos del gobierno.
Además, la institución se está encargando del diseño de nuevas ofertas formativas a nivel terciario para atender los requerimientos de formación de estas nuevas familias que se están instalando en Punta del Este.
“La concepción del Claeh como universidad tiene un componente muy fuerte en el desarrollo local. Se tiene un fuerte acento en que el desarrollo no es a nivel global, sino que tiene que lograrse un desarrollo equilibrado a nivel local y territorial. Por eso miramos Punta del Este como un polo de desarrollo con identidad propia”, aseguró De Cores.
El rector sostuvo que Punta del Este puede ser un polo de atracción importante para nuevas carreras que irían desde informática, tecnología y emprendedurismo, hasta la cultura. “Estamos justamente, en el momento de diseño de nuevas propuestas para fortalecer la oferta, y algunas tienen que ver con iniciativas locales, a partir de instituciones de la zona, ya que hay una necesidad importante en ese sentido”, subrayó.
El sistema plural y la acreditación terciaria
Para De Cores Uruguay tuvo una educación que fue modelo en América Latina y, por distintas razones, hoy estamos en un momento crítico, en general, que implica cambiar rumbos. “Estoy convencido de que a la educación privada le corresponde un lugar en el esquema. Cuando hablamos de educación no podemos hablar de educación pública contra la privada o viceversa, porque, evidentemente, hay un ámbito nacional donde lo público y lo privado tienen que colaborar y complementarse y, a nivel universitario, está muy claro”, agregó.
Recordó que hasta el año 1985 hubo una sola universidad, luego fueron apareciendo las privadas y hoy tenemos un sistema plural en donde la Udelar tiene más volumen y recursos, pero hay iniciativas desde las diferentes identidades que “son fundamentales y con apertura a la innovación y la creatividad. Ese sistema plural estimula el crecimiento y desarrollo. Creo que en un camino de apertura, diálogo y sana competencia”.
A fines de 2019 se aprobó la ley de Acreditación Terciaria, que significa que habrá un organismo que evaluará a las universidades y sus programas académicos, que se pondrá en funcionamiento a partir del 2021. “Entonces ya no será más lo público y lo privado, sino que todas las universidades trabajarán para ser las mejores, como ocurre en el mundo. Éramos, prácticamente, el último país sin tener esto”, indicó el rector.
De Cores planteó que debido al fenómeno de la internacionalización, la universidad ya no puede pensarse en términos nacionales, sino que debe estar abierta a la doble titulación con otros Estados. “Estamos trabajando en ello en la Facultad de Medicina y en las propuestas nuevas de diseño que están previstas para personas que llegan de otros países, proponiendo un título con trascendencia en el exterior”, señaló.
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