“El concepto es que sin productores no hay Central Hortícola porque ¿de qué vale una Central si no tenemos productores?” se preguntó Alejando Secco, coordinador de Avanza Salto Hortícola, al definir el rol protagónico que tendrán los chacreros en la conformación de un centro de comercialización y distribución para todo el norte del país.
Salto es reconocido por el turismo termal y los cítricos, es la primer relación mental de la mayoría de los uruguayos cuando piensan en ese departamento, sin embargo sus tierras son responsables de producir entre el 35 % y 40 % de las hortalizas y frutas que se comercializan en el Mercado Modelo para consumo interno, lo que excluye los cítricos que tienen un fuerte componente exportador.
Hace unos años, conscientes de la capacidad productiva departamental y del rol que los granjeros salteños cumplen en al abastecimiento de alimentos variados y fundamentales para la alimentación de la ciudadanía se formó la intergremial Salto Hortícola, una asociación civil que nuclea 7 gremiales salteñas vinculadas a la horticultura.
Posteriormente surgió Avanza Salto Hortícola el cual tiene como objetivo fortalecer y mejorar las capacidades organizativas como de proyección en relacionamiento con la academia a través de la Universidad de la República, la Facultad de Agronomía, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, laboratorios y personal técnico.
Alejandro Secco, coordinador de Avanza Salto Hortícola dijo a La Mañana que el primer desafío fue “trabajar en búsqueda de las cosas que tenemos en común y a eso agregarle la mirada desde lo local”. Con ese fin se armó, en 2012, “una agenda común de 5 problemas a atacar” que describió de la siguiente forma: Confrontar el saber hacer de los chacreros con la gestión empresarial porque “los chacreros no se consideran empresarios, sin embargo a cada rato toman decisiones empresariales y muchas veces involucran muchos recursos”.
Segundo, “la gestión comercial enfocada a la poscosecha” que es fundamental para no generar distorsiones en los precios y las rentabilidades. Tercero, garantizar la mano de obra para que no haya zafras en las que se resienta.
El cuarto problema es de carácter “financiero por un endeudamiento cada vez mayor”; y quinto, “la carencia de una infraestructura apropiada para los productores más chicos”.
Por otra parte los dos principales logros obtenidos son “el reconocimiento”, porque “Salto Hortícola tiene reconocimiento institucional local y nacional”, y “segundo, haber logrado poner la horticultura del departamento en el lugar que debe estar”.
Salto Hortícola ha logrado el reconocimiento institucional local y nacional, y también posicionar la horticultura del departamento en el lugar que debe estar
No hay como Salto para la hortifruticultura
Secco dijo que cuando se refiere a la hortifruticultura y a Salto Hortícola excluye a la citricultura porque “en muchos aspectos funciona separada y apunta hacia el comercio exterior”. De todas formas y excluyendo los citrus, la producción salteña tiene una “enorme importancia para el departamento, la región y el país”.
El desarrollo granjero en Salto se explica por las peculiaridades de la región que le dan al departamento las características necesarias para potenciar esa actividad. “El saber hacer de las familias que fueron transmitiendo conocimiento a través de las generaciones se conjuga con el clima, la tierra y la disponibilidad de agua subterránea que tenemos en la zona”, explicó.
“La confluencia de factores positivos hace lo que se llama el cinturón hortícola de Salto y que genera entre el 35 % y 40 % de la producción que se comercializa el Mercado Modelo de Montevideo en hortalizas y frutas, exceptuando los cítricos, básicamente frutilla y hortalizas de distinto tipo. Y hay algunas épocas del año, como el invierno, en los que algunos rubros llegan al 70 % como el tomate, el morrón o la frutilla. En definitiva estamos hablando del 95 % o más de lo que se consume en el país”, subrayó.
“Las restricciones causadas por el COVID-19 hicieron más evidente la importancia del sector. Uruguay tiene una alimentación saludable, confiable e inocua en buena medida gracias a los chacreros, y en buena medida por los chacreros de Salto”, aseguró, y aunque hay otras zonas donde se produce hortifruticultura como en el área metropolitana, la verdad es que “los números son contundentes para mostrar la realidad que nunca fue así considerada, ni siquiera en Salto. Por eso la primer pelea fue la de posicionar la horticultura donde debe estar como sector productivo. Eso ha sido exitoso, Salto Hortícola es reconocido institucionalmente y tiene relación directa con las autoridades del Ministerio de Ganadería, con la OPP y un delegado en la Junta Nacional de la Granja”.
Achicando las distancias entre el productor y el consumidor
El proyecto Central Hortícola del Norte es un emprendimiento para la creación de un centro de expedición de productos hortifrutícolas que se emplazará en la intersección de las rutas 3 y 31, una ubicación estratégica gestada por los productores en un esfuerzo asociativo con fuerte perfil inclusivo y liderado por el sector privado, con acompañamiento de la Intendencia del departamento. La construcción de la Central tiene dos patas fuertes: completar el financiamiento y la gestión.
Respecto a la primera, Alejandro Secco dijo que se cuenta con la financiación del 60 % del proyecto, restando el 40 % para el cual cuentan con la promesa del ministro de Ganadería Carlos Uriarte a través del Fondo de la Granja “de aportar un millón y medio de dólares que es lo que faltaría. Pero más de allá de la plata entendemos que el Ministerio tiene que estar y en eso hemos encontrado la voluntad política en el mismo sentido”, expresó.
Respecto a la gestión, dijo que es un tema que “preocupa” porque “no queremos que fracase, no queremos que sea apropiada por los grandes comercializadores, sino que todos tengan su lugar. Y para eso necesitamos de la Intendencia y del Ministerio. Los productores tendrán el liderazgo del funcionamiento, pero con la presencia de la Intendencia y el Ministerio”, insistió.
Uruguay tiene una alimentación saludable, confiable e inocua en buena medida gracias a los chacreros de Salto, entre otros
Consultado si eso podría afectar el funcionamiento del Mercado Modelo o la Unidad Agroalimentaria Metropolitana, Secco dijo que “con los años es probable que haya un corrimiento” y se prefiera comercializar en Salto, pero aclaró que eso “ya sucede, aproximadamente un tercio de lo que se produce en Salto se comercializa en Salto” atendiendo la demanda ya existente al norte del río Negro, un área que tiene “un mercado de 580.000 habitantes”.
Pero la existencia de dos o más mercados concentradores y comercializadores es algo que ocurre “en todos los países del mundo”, lo que pasa es que “en Uruguay tenemos una cuestión muy fuerte de centralismo y parece que no pudiera haber otra opción”.
Esa opción favorece al consumidor y al productor. Actualmente el producto sale de la chacra a un precio, pasa por el transportista, llega a un intermediario que con la mínima clasificación del producto lo transfiere a un minorista llegando al consumidor final. “La simple acumulación de ganancia razonable lleva a que los extremos de esa cadena, el productor y el consumidor, están muy separados en el orden del 100 % o más. Cuanto más achiquemos esos extremos mayores beneficios habrá para los mismos. Nuestra apuesta particular es en lo económico para el productor y en la calidad para el consumidor”, finalizó.
“Están los productores más grandes, pero trabajamos con los más chicos”
En otro orden, Secco dijo que la participación de las siete gremiales le da a Salto Hortícola la particularidad de cubrir “prácticamente todo el mapa territorial e incluir distintos extractos con un detalle clave y es que se han integrado los productores más grandes pero trabajamos con los más chicos”.
Explicó “que la presencia de los más grandes es clave” a la hora de “pensar en soluciones para el mercado interno y en procesos exitosos de comercialización, producción, volumen. No me pregunten por qué pero agradezco que hay productores que tiene todo solucionado con su packing, su cámara de frío, en algunos casos su transporte, y hasta un puesto en el Mercado Modelo de Montevideo, sin embargo nos están apoyando. Para eso no encuentro otra explicación que lo nuestro sea sensatez, y rescato esas cosas de la horticultura como el amor por la tierra, por Salto, por quedarse y vivir en el lugar. Eso no tiene explicación científica y a los economistas o ingenieros a veces les cuesta encontrar un fundamento, pero para mí eso tiene que ver con cultura, con identidad, no es solo una ecuación económica.
El BROU se ha alejado de la producción
En lo productivo, a los hortifrutícolas les “preocupa el nivel de endeudamiento y la rentabilidad del sector” pero “creemos que el BROU puede ser un actor muy importante” a pesar de que “percibimos que el BROU se ha retirado y que a los productores les ha costado mantener un vínculo confiable”, comentó Secco.
Destacó que el “endeudamiento es importante en dólares” pero “queremos trabajar y atender también el tema de la rentabilidad”.
“Los productores chicos consiguen una financiación más fácil con las empresas que suministran los insumos”, eso implica mayores costos para “una actividad que se debe financiar a través del sistema financiero y no por casas comerciales”, comentó.
Es legítimo que “cada cual en su juego, pero entendemos que hay que abrir un canal que de soluciones el endeudamiento y promueva nuevas metodologías para planificar la producción”
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