Con “La Niña”, esta temporada estival, esperábamos lluvias por debajo de lo normal, altas temperaturas, baja humedad y vientos fuertes propios de la virazón del verano. Por lo tanto no sorprende la actual sequía meteorológica o sea la “falta prolongada de precipitación, inferior a la media” (Russell 1970). Tampoco debería sorprendernos en estas circunstancias, la devastación provocada por los incendios de campos y áreas de forestación maderable. Los factores meteorológicos; el uso recreacional de montes y bosques; quemas de limpieza en zonas interurbanas y otras actividades en las que el factor humano es preponderante inciden directamente en aumentar el riesgo de ocurrencia de incendios. Las tormentas secas de verano con mucha actividad eléctrica y poca lluvia suelen ser de alto riesgo para áreas forestales por la caída de rayos
Es probable la sequía agronómica en algunas localidades específicas; esta ocurre cuando no hay suficiente humedad en los suelos para permitir el desarrollo de un determinado cultivo en cualquiera de sus fases de crecimiento; pero si los niveles de humedad en el subsuelo son suficientes para proporcionarle agua durante el período que dure la sequía meteorológica, no llegará a producirse una sequía agrícola o agronómica.
Podría ser factible una sequía hidrológica caracterizada por una deficiencia en el caudal o volumen de aguas superficiales (ríos, arroyos, embalses, lagos, tajamares, aguadas) o subterráneas (pozos).
En este entorno ambiental entonces no pueden sorprender algunos incendios de campos como suelen presentarse todos los veranos, y otros puntuales en la Costa de Oro de Canelones, costas de Maldonado y Rocha donde se ejerce presión social sobre los montes ornamentales de pinos, eucalyptus y acacias (plantados en principio para fijar las dunas). Pero lo que no se esperaba a nivel de la opinión pública era la posibilidad que comenzarían a ocurrir en Uruguay grandes incendios forestales al estilo de los que se ven en las noticias de otros países donde existen extensas regiones de bosques naturales y plantados.
En los últimos días de diciembre en medio de una ola de calor con altas temperaturas, bajísimos porcentajes de humedad relativa ambiente durante las tardes y vientos algo fuertes se detectaban diversos focos de incendios de campos y montes de zonas rurales e interurbanas especialmente complejas en los departamentos de Canelones, Paysandú, y Río Negro. En estos últimos las áreas de fuego se hicieron extensas, y dada las condiciones de alta temperatura que se genera por el material encendido, y el alto de las llamas, se hacía difícil el ataque directo del fuego, salvo en la cola del incendio. Los habitantes de localidades como Orgoroso, Piedras Coloradas y Tres Bocas pasaron largas horas de zozobra y nerviosismo entre fin de año y el año nuevo en medio de la lucha contra los fuegos, y al día de hoy lunes 3 de enero, si bien la situación está controlada los incendios no están totalmente extinguidos.
Debido a las condiciones meteorológicas, la magnitud y rapidez de expansión de los eventos desarrollados superaron la capacidad de respuesta de las autoridades competentes y sobrepasó al sistema de alerta temprana de alcance nacional para la Protección Contra Incendios Forestales que tiene montado la Sociedad de Productores Forestales (SPF). Entre diciembre y abril de cada año SPF dispone de 6 aviones, 3 helicópteros con helibalde y sus correspondientes brigadas de extinción, 15 torres para la detección de fuegos, y equipos en tierra de personal de diferentes empresas que cubren las plantaciones de 16 departamentos (Fuente: SPF).
Incendios forestales de esta magnitud tienen consecuencias ambientales: producen residuos de la combustión que afectan el aire y el suelo; el calor extremo destruye flora y fauna y afecta directamente la biología y microbiología de los suelos. El humo y hollín aumenta considerablemente la cantidad de partículas contaminantes del aire afectando la salud de animales y seres humanos.
Tiene consecuencias económicas por las pérdidas materiales y el lucro cesante para productores forestales, agricultores, ganaderos, apicultores y todos aquellos cuyo trabajo se vio afectado; consecuencias sociales por el impacto en la vida cotidiana de las personas y comunidades involucradas; y consecuencias políticas ya que estos eventos y su manejo será motivo de análisis por quienes deben tomar decisiones legislativas y de gobierno. La forestación en Uruguay llego a la mayoría de edad. A partir de ahora con la retroalimentación que genera esta experiencia posiblemente se hará una racionalización de procesos operativos y administrativos que nos permita ganar en resiliencia y en mejorar la gestión de los riesgos. Mientras tanto restan dos meses de verano, lo que nos indica que el peligro continúa.
Procesamiento y análisis meteorológico efectuado con datos de NOAA (Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera, modelo GFS); datos y software de NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio); datos del servicio meteorológico alemán (modelo ICON); datos del servicio meteorológico francés Meteo-France (modelo Arpege) y del Centro Europeo de Predicción del Tiempo y el Clima. Los modelos de predicción meteorológica actualizan datos por lo menos dos veces diarias, por lo que a efectos de ponderar la información se debe considerar que pueden variar los resultados de predicción en el transcurso de los días siguientes a su emisión. Los datos, productos e imágenes disponibles están destinados únicamente a fines informativos. Información NO oficial. Ni el sitio web ni los datos que se muestran en esta página se consideran con fines operativos y no deben utilizarse para respaldar la toma de decisiones, el pronóstico, las emergencias u otras operaciones de mitigación o respuesta a desastres, ya sean públicas o privadas. La responsabilidad sobre alertas o advertencias o avisos a la población recae únicamente en los servicios públicos debidamente autorizados. “Corresponde a los servicios meteorológicos oficiales mantener el nivel de información pronósticos y advertencias adecuado”. Se da estricto cumplimiento a la Ley 19.158 ARTÍCULO 4: “Todos los medios de difusión e información oral, televisiva o escrita, Información telefónica, electrónica o cualquier otro medio de difusión masiva, que emitan información meteorológica dentro del territorio de la República, deberán señalar la fuente de dicha Información. La reglamentación que dicte el Poder Ejecutivo establecerá las sanciones a aplicar en caso de incumplimiento.”
* Técnico Meteorólogo Gabriel Labrador
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