El descubrimiento en Amberes (Bélgica) de más de media tonelada de cocaína oculta en un cargamento a bordo del buque Grande Nigeria –que ya había estado involucrado en hechos en los cuales se comprobó que recibía carga en alta mar– desató una ola de críticas referidas a la supuesta falta de controles a la hora de inspeccionar la mercadería en tránsito dentro del Puerto de Montevideo. Por tal motivo, La Mañana entrevistó al presidente de la Asociación de Funcionarios de Aduana, Roberto Valdivieso, quien opinó sobre el tema.
Después de años de espera, ¿cómo se evalúa el funcionamiento de los escáneres desde octubre a la fecha?
Los escáneres están funcionando. En octubre se inauguraron después de un largo proceso. Lo tenemos muy claro. Nosotros, primero, venimos reclamando el escáner desde hace mucho tiempo, año 2013 o 2014, con aquel escáner obsoleto que tuvo aquellos problemas y que realmente no estaba adaptado a los tiempos que corren y a la tecnología actual. Después de que fue observado por el Tribunal de Cuentas, pasaron cinco años en octubre del año pasado. Los primeros días de octubre se inaugura o se pone en movimiento la actividad. Desde el sindicato, además de reclamar tecnología, reclamamos recursos humanos. Pero acá hay una realidad. Más allá de la tarea que cumplen los funcionarios, y siempre voy a estar diciendo lo mismo, los aduaneros hacen lo que pueden con lo que tienen. Y si bien los funcionarios tuvieron una capacitación, fue mínima porque fue de dos días. Entonces, concomitantemente, se va aprendiendo sobre la marcha. Eso no significa que el escáner no esté funcionando.
Hablando de la última incautación, que está en la Justicia, está comprobado que pasó por Montevideo, pero no sé si fue en altamar o en otro puerto. Pero el anterior, el año pasado, cuando se incauta en Portugal, ahí sí, eso fue comprobado. Salió, vino de Paraguay y pasó por Uruguay. Entonces, lo que nosotros decimos desde el sindicato es que ojalá estas nuevas autoridades no estén solo pensando en el éxito de la gestión, sino que realmente estén pensando en que esto es un tema de preocupación. Y no solamente de los aduaneros.
¿Alcanza con el personal que hay? ¿Se cumplió con los ingresos que se habían anunciado?
Venimos diciendo hace rato que Aduanas, como otros organismos, está sufriendo un cambio generacional. Si bien entraron cerca de 100 personas en los llamados, hasta el 28 de febrero estaba el tiempo para que fueran presupuestados, se fue mucha gente. Se fueron muchísimos. Ejemplo clave y concreto: entraron 100 y se fueron 200. Estamos en lo mismo.
¿Ese es el número real?
Sí, claro. Ayer se comunicó con nosotros el nuevo director, vamos a coordinar una reunión entre nosotros y ya a la brevedad vamos a tener una reunión con él. Estamos haciendo un relevamiento. Porque la aduana no es solamente el puerto, la aduana es mucho más. Es todo el país, son 16 administraciones. Y, grosso modo, estarían faltando 200 funcionarios. Ayer estuve realizando un trabajo al que me convocaron como presidente del sindicato por la televisión francesa y una de las cosas que les decía es que esto es una parte, porque no es lo mismo la aduana en Montevideo o en el litoral o en la frontera terrestre. Si bien es un país chiquito, son cosas distintas y diferentes. Y se actúa de diferente manera. Lo que pasa es que el tema del narcotráfico como que nos viene ganando a todos. No lo digo solo yo, lo dijo el propio ministro Negro, que es una batalla que está perdida. Entonces, yo digo, ¿qué hay que hacer? ¿Hay que seguir diciendo “vamos a hacer esto, vamos a hacer aquello”? No, a mí me parece que lo que hay que hacer es que se junten, como se ha hecho con otras instituciones, e intentar por lo menos mitigar ese daño.
¿Cómo reaccionan los funcionarios ante situaciones en las que se carga la responsabilidad del funcionario, mucho más que en el sistema?
Cada vez que sucede un hecho de estas características y no solamente de estas características, lo primero que hago es llamar a mis compañeros. Me encuentro con ellos, hablo con ellos, me informo de la situación. En este último caso, se cumplieron todos los protocolos de la forma que se tiene que cumplir. Pero tampoco me puedo olvidar de que hace dos meses, más de 30 compañeros nos convocaron justamente por dos compañeros separados del cargo. Eso fue noticia, con sumarios. ¿Sabés una cosa? La Justicia y la investigación administrativa demostraron que no tuvieron culpa ninguna, pero claro, lo que pasa es que muchas veces también se dice el titular y después como que no se espera a que actúe la Justicia, no se espera una apropiada investigación administrativa.
Pero está lo otro también, cosas que nos planteamos desde el sindicato: ¿tenemos una aduana preparada para el combate al narcotráfico? Pongo el ejemplo de la aduana de Rivera, que constantemente está pidiendo colaboración al Ministerio del Interior y siempre están a la altura, y no solamente el Ministerio del Interior, ya que del otro lado de Brasil hay un escáner moderno. O sea, ¿no es hora de realmente meterle el cuchillo a fondo y decir “señores, entre todas las instituciones involucradas vamos a tratar de ver de cómo salimos de esto”. Aduanas y nosotros los funcionarios públicos, los servidores públicos, por supuesto que estamos con la mano tendida. Eso es un motivo de preocupación que vamos a charlar con el nuevo director nacional, con todo su equipo, primero porque creo que es bueno para nosotros como imagen país, para el comercio exterior, y para el funcionario. Al funcionario hay que darle no solamente las garantías para estar cumpliendo con su función. Entonces, cuando uno recorre y ve que la realidad es otra, uno dice “acá es donde tengo que ajustar las marcas”, como se dice.
¿Tienen referencias del nuevo director nacional de Aduanas?
Sí, el sociólogo Joaquín Serra estuvo como director del DGI. Hay cambios a nivel nacional, yo siempre digo que los cambios son buenos, el problema es saber qué viene después. Ojalá sean buenos de parte del sindicato, por eso la reunión con él a manera de presentación. Vuelvo a decir, los directores no deben pensar en el éxito de su gestión, tienen que pensar en que hoy estamos viviendo otro momento, hoy hay otro mundo, hay algo que nos está ganando por goleada y no podemos ser meros espectadores. Y Aduanas y otros organismos tienen la competencia y, por supuesto, la responsabilidad fundamental. La función de la aduana es cuidar el comercio exterior, o sea, cuidar nuestro comercio. Por ejemplo, hay otros países que tienen problemas de narcotráfico más graves, han tenido, en este caso, el respaldo de potencias en cuanto a escáner, tecnología, etcétera. Acá se tuvo que comprar, se gastaron 42 millones de dólares. Yo digo, ¿puede pasar tanto tiempo más allá de los inconvenientes, el Tribunal de Cuentas, más allá de las gestiones, más allá de los gobiernos? ¿Puede pasar que desde el año 2016 tenemos un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos que dice que Uruguay no es un país productor de cocaína, sino de tránsito? O sea, estamos hablando de que hace nueve años que alguien ya estaba alertando.
Ese documento habla de fronteras porosas.
Es cierto, fronteras porosas. Nosotros lo hemos denunciado una y otra vez. Yo sé que las cosas no cambian de un día para el otro, pero ¿cuál es el rumbo? A ver, que nos digan.