En la madrugada del pasado sábado, un procedimiento en el que personal de la Dirección de Investigaciones de la Prefectura Nacional Naval, al inspeccionar un ómnibus uruguayo procedente de Argentina, detectó a dos hombres que pretendían ingresar armas al país dejó al descubierto una vieja y redituable práctica delictiva: el tráfico de armas.
Antecedentes de larga data en la frontera con Brasil
En ocasión de una entrevista en 2006, el entonces juez federal brasileño doctor Belmiro Krieger manifestaba: “En la frontera de Uruguay y Brasil esta práctica es habitual. El problema radica en la falta de controles, se revisan camiones, pero se dejan de revisar autos o camionetas. Cualquiera puede traficar revólveres o pistolas de grueso calibre”. Para ratificar la opinión del magistrado, se encontraron armas de procedencia uruguaya en poder de grupos criminales que operan desde ciudades cercanas a Porto Alegre. En la época se ajustaron los controles en armerías de la región y se logró la detención y posterior condena de los propietarios esas armas, quienes colaboraron en “blanquear” armas robadas para permitir su ingreso a territorio brasileño.
En un caso resuelto en Rivera, en mayo de 2021, se detectaron armas a nombre de personas fallecidas y el desvío de noventa mil municiones, por lo que resultaron formalizadas dos personas por “tráfico interno de armas de fuego y falsificación de documentos”. En agosto del 2021, un oficial de la Jefatura de Policía de Rivera fue condenado a veinte meses de prisión por tráfico de armas. Se comprobó que, aprovechando su condición de funcionario policial, compraba armas en Uruguay para luego venderlas en Brasil. El policía traficó cuatro pistolas calibre nueve milímetros y una escopeta, además de un número estimado de dos mil municiones.
Ahora desde Argentina
Como informamos, en los últimos días personal de Prefectura detuvo a dos hombres que viajaban en un ómnibus hacia nuestro país. En su poder se encontraron cinco cargadores extendidos para pistolas Glock, un cargador R 15 de 5.53 milímetros, un kit extensible para pistola Glock y 44 cartuchos calibre nueve milímetros, que estaban escondidos en los asientos en los que viajaban. Los dos hombres, un uruguayo y un argentino, quedaron a disposición de la Fiscalía Letrada de Montevideo.
Antonio Romanelli (máster en Seguridad, Defensa y Estrategia)
Para conocer en profundidad detalles de la operativa delictiva vinculada con el tráfico de armas, La Mañana se entrevistó con Antonio Romanelli, asesor máster en Seguridad, Defensa y Estrategia a nivel nacional e internacional.
Desde su visión, ¿debemos analizar el tráfico de armas como un delito independiente o vinculado a otros?
Es un tema complejo. En el Ejército tenemos el Servicio de Material y Armamento, un registro sumamente antiguo que hasta parece colocarnos como los más armados del mundo, pero no es así. El tema del tráfico de armas está vinculado al delito y el hecho de que las armas ingresen denota que tenemos un problema importante de control de fronteras. Es bueno reconocer que Prefectura e Inteligencia han hecho un gran trabajo para detectar armas de varias características, las cuales por ser de tipo militar no pueden ingresar de esa forma.
Respecto al crimen organizado, al cual llamamos trasnacional y presenta una situación que no es deseable, somos una vía de salida de narcóticos hacia Europa. Esas vías trabajan productos como las armas, narcóticos, y tenemos una gran preocupación, ya que el control es problemático. Debemos tener más elementos y un blindaje de frontera, los controles deben tener escáneres, incluso los móviles, ya que de esta forma atacaremos el problema de manera más efectiva. Recibimos inversiones, pero hay cuestiones que no aparecen aquí. No podemos entrar en lo político, pero ahora sabemos que tenemos esa problemática, de modo que tenemos necesidad de más control.
¿Cómo evalúa los controles que se realizan?
Los viajes que hacen esos vehículos son muy variados, las colas para pasar por las aduanas son tremendas. El control que pueden hacer es mínimo, no van a ver la irregularidad nunca. Este tipo de delitos se caracterizan por la inteligencia, se debe hacer algún tipo de observación algo más hostil, falta otro tipo de controles, se necesita un control importante en la frontera. Una capa de seguridad es la frontera, pero además tenemos las rutas. Son necesarios controles lógicos y sorpresivos. Se debe reducir los márgenes de riesgo al mínimo posible; es decir, si tenemos un ochenta por ciento de seguridad, con tener un veinte por ciento de riesgo ya es un gran logro.
Nos llegan muchas personas con esta modalidad de delito, estamos como queso suizo. Esto es un proceso lógico que les ha pasado a otros países, como Estados Unidos. Estas personas piensan y van evolucionando, ya que modifican las conductas. El Financial Times explica la razón de por qué Uruguay es ruta para este delito: básicamente porque es fácil. Hoy la situación que tenemos es de un tremendo agujero, no estamos llegando a tiempo con las soluciones. El sindicato de Aduanas acusa falta de personal. Es necesario que trabaje la Policía, Aduanas; debemos mejorar los esfuerzos.
¿Lo ocurrido en los últimos días en la frontera con Argentina es ocasional?
No es ocasional. Ahora está más fácil ir y venir a Argentina, con largas colas, esto ha sido histórico, y por tanto se abrió una oportunidad para pasar las armas. Tampoco es casual, por el hecho de que vemos muchas incautaciones hechas por los gendarmes de armas provenientes de Paraguay, que es otro colador. Son armas importantes las que vemos, muchas de esas armas iban a Brasil, pero por alguna razón pasan por acá. Tengo operaciones en otros países y realmente era muy denso pasar por ahí, muchos paraguayos iban a Argentina por Encarnación, y los argentinos son más meticulosos, ya que utilizan perros para los controles.
Con el problema latente y teniendo varios equipos caninos (K-9), ¿por qué no se utilizan?
Éramos un país feliz en el que no teníamos este problema. Me consta que teníamos varios K9, pero no se utilizaron. A lo mejor se entendió que no había necesidad. Ahora tenemos que poner toda la carne en el asador porque las armas detectadas son muy modernas, de calibre de guerra. Los incidentes que han existido en Montevideo son a través del uso de armas de gran porte. Las armas ilegales siempre están vinculadas al crimen organizado y vinculado a narcóticos u a otro tipo de elementos.
Usted realiza tareas de asesoramiento fuera del país, ¿cómo miran a Uruguay desde el mundo?
Ha habido incautaciones en lugares como Brasil que tienen vínculos con organizaciones. Hay gran preocupación, Inside claim muestra la situación en Uruguay. Hay publicaciones inglesas y americanas que muestran que reaccionamos tarde y no estamos tomando las medidas necesarias. Detrás de todo esto hay un costo, en Interior estamos gastando más de mil millones de dólares, pero es necesario más para controlar los anillos exteriores e interiores. Uruguay decide el presupuesto mediante parámetros democráticos, pero confío en que las próximas administraciones asignen más recursos y que se note que están más motivados por estos controles, ya que no puede ser fácil ingresar a nuestro país.
¿Los intentos de ingresar a unidades militares eran con objetivos marcados?
Siempre, cuando existen estas incautaciones, cuando son de guerra, hay que darle importancia. El mercado negro de armas es oferta y demanda, pero siempre hay mercaderías por detrás, hay sociedad con la mercadería ilegal. Sobre esta situación quedo claro que el crimen arremetió contra las bases pensando en la variable de oportunidad. Estuvo el tema lamentable de la guardia, lo cual muestra lo que son, que no tienen respeto a la vida humana. Pero ese fue un momento, ya que esto es dinámico. Hay que tener flexibilidad para detectarlo.
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