En el litoral del Río Uruguay, especialmente en Salto y Paysandú que concentran alrededor de 240.000 habitantes y la mayor parte de los complejos termales del país, se espera con preocupación la llegada de una Semana Santa o de Turismo atípica, con las termas y la mayoría de los hoteles cerrados.
El sábado 14 de marzo, un día después del anuncio de los primeros 4 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 2 se registraron en Salto, las Termas del Daymán y Termas del Arapey cerraron sus puertas al público por tiempo indefinido. La resolución fue tomada por autoridades departamentales, y los operadores privados acompañaron la disposición. En Paysandú, las Termas del Guaviyú también cesaron la operativa.
Dos semanas después, el sábado 28 de marzo, cuando ya habían confirmados 304 casos y 5 en Salto, el Ministro del Interior Jorge Larrañaga anunció que durante Semana de Turismo todos los camping municipales estarán cerrados, con el fin de evitar aglomeraciones. También se exhorta a los camping privados a seguir la disposición, así como a los parques turísticos y las termas del litoral. Por la noche en conferencia de prensa, el prosecretario de Presidencia Rodrigo Ferrés anunció que se firmará un decreto para aplicar la medida, y el secretario Álvaro Delgado aseguró que de violar la disposición el establecimiento podría llegar a ser clausurado.
Turismo y comercio sienten el impacto
Como cada año, se aproxima la semana con mayor movimiento en el litoral termal, que genera gran afluencia de público nacional y del país vecino, y moviliza al comercio local de manera muy significativa. El empresario Julián Safi, director del Hotel Horacio Quiroga, afirmó a La Mañana en la edición del miércoles 25 de marzo que “la hotelería del litoral está en estado de catástrofe”, y aseguró que lo más grave fue mandar a más de un centenar de empleados -solo de su establecimiento- al seguro de paro.
Esta situación se repite en todo el departamento, y afecta sobre todo a los comercios salteños que aprovechan la temporada alta para proveer a los centros turísticos. En diálogo con La Mañana, Elsa Teyze de La Huerta, distribuidora de frutas y verduras, aseguró que “la situación nos ha afectado bastante, con una baja significativa en las ventas. Los operadores turísticos cancelaron todos los pedidos para la temporada alta por lo que desde ya tenemos una baja del 100%”.
Sin embargo, Elsa comenta que el movimiento en el comercio minorista no ha sentido tan significativamente el impacto, si bien “se ve menos gente en la calle”. Afirma estar de acuerdo con las medidas tomadas por el gobierno para prevenir la expansión del coronavirus, aunque no le han afectado en gran medida. “Ya mandamos a una persona al seguro, para que llegado el momento no se nos complique. Creo que la gente todavía no hace tanto caso, nosotros tratamos de tomar los recaudos de prevención, ya que estamos expuestos al contacto con las personas. Pero la gente no puede dejar de comer”, concluye.
Un engranaje que no se detiene
Salto es un reconocido polo productivo hortícola, además de la ya mencionada actividad turística. Como en todos los sectores de la economía, se viven situaciones de incertidumbre respecto a las medidas que pueda tomar el gobierno y el impacto que puedan tener a nivel socioeconómico.
Noelia Machado es Licenciada en Gestión Agrícola Ganadera, egresada de la Universidad Católica en la sede de su ciudad natal, Salto. Su padre tiene hace más de 30 años una chacra en los alrededores de la capital departamental.
En diálogo con La Mañana, Noelia contó como funciona el emprendimiento de su familia y la empresa donde trabaja, ambas empresas agrícolas salteñas. En el caso de la chacra, que planta esencialmente morrón y tomate, comenta que aún no se vieron afectados por la situación sanitaria, porque la cosecha empieza en abril o mayo. “Tenemos la incertidumbre de que no sabemos lo que va a pasar. Nosotros mandamos una parte de la producción al mercado regional, y otra al Mercado Modelo. Por el momento a nivel regional sigue funcionando casi con normalidad”.
Respecto a la próxima Semana Santa, entiende que tradicionalmente al haber movimiento, el consumo se incrementa naturalmente, por lo que pronostica que este año el parate se va a ver reflejado en la actividad. Asimismo, como se trata solamente de una semana en el año, depende de la planificación anual del productor, en su caso si hubieran plantado un poco antes podrían llegar a cosechar para principios de abril con buenos precios, pero por una cuestión de tiempos no llegaron. “La parte de producción hortícola acá en Salto tiene su fuerte en invierno, entonces el impacto no es tan grande. Actualmente seguimos trabajando con normalidad, es una actividad que no se puede detener, aunque tomamos las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades”.
A su vez, Noelia trabaja en una empresa multinacional que produce naranjas para exportación, otro rubro que no puede dejar de funcionar. Comenta que a raíz de que la operativa portuaria continúa, y que la cosecha comienza la semana entrante, las operaciones no se detuvieron, aunque la empresa realizó capacitaciones para el personal para tomar todas las medidas necesarias para evitar contagios.
“Seguimos produciendo, cuidando lo que tenemos. Si detenemos la producción podríamos perder toda la cosecha del año”, cierra Noelia.
Polémica por hoteles abiertos
En los últimos días se desató una polémica a raíz de que algunos hoteles principalmente en las Termas del Daymán continuaban agendando reservas para la Semana de Turismo. El Ministro de Turismo Germán Cardozo salió a aclarar rápidamente la situación en su cuenta de Twitter en la noche del sábado: “Desde el Ministerio de Turismo nos contactamos con hoteles que estaban publicitando “alojamiento de Semana de Turismo para pasar la cuarentena”, disuadiéndolos del ejercicio de tales prácticas. Exhortamos a evitar traslados innecesarios: #EstaVezElMejorTurismoEsQuedarseEnCasa”.
Durante la Semana de Turismo se celebran numerosos eventos en todo el país, y las ocupaciones hoteleras en el litoral y complejos termales rozan el 100% desde el jueves al domingo de Pascua. Con las fronteras con Argentina y Brasil cerradas al turismo, y todos los eventos culturales suspendidos hasta por lo menos el 12 de abril, incluida la popular Semana de la Cerveza de Paysandú, que en 2019 recibió a aproximadamente 150 mil visitantes, y las numerosas fiestas criollas del interior, se espera una semana con muy magro movimiento
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