La proclama cuestionó el tamaño del Estado, la carga tributaria, los malos resultados en la educación, la falta de rentabilidad y el déficit fiscal, planteando la propuesta de reducir el número de ministerios, pasando de 14 a 11.
El jueves 23 de enero, en Piriápolis, se realizó el octavo encuentro anual de Un Solo Uruguay (USU) bajo la convocatoria “¿Uruguay para quién?”, el acto se realizó en la Plaza Artigas, con la proclama central leída por la Dra. Fabiana Campos y el Ing. Juan Riccetto.
Campos cuestionó al Gobierno saliente por generar “muchas expectativas y algunos resultados”. Se va “un Gobierno que deja un Estado tan fuerte que necesitó un nuevo ministerio, nuevas alcaldías y más de una decena de direcciones de género” que “no sabemos” si son necesarias, “porque no se conocen resultados comprobables; lo que sí sabemos es que hay que pagarlas”.
“Nos reunimos una vez más para reclamar los cambios que todos los políticos prometen, pero que no hicieron”, enfatizó, con la característica marcada por el resultado electoral que da “un mensaje claro y contundente: los uruguayos queremos cambios”.
“El país somos todos”
También hizo referencia al “olvido del interior”, contra “el centralismo y la indiferencia con su identidad” a pesar de que “el país somos todos, y se quiera o no, los números importantes de la economía nacional lo han dado y lo siguen dando sus agroexportaciones”, esto “sin querer minimizar otros sectores importantes como el turismo, la tecnología”, entre otros, ni “la gran riqueza ictícola que albergan nuestras aguas territoriales” y que “produce materia prima exportable” generando “miles de empleos genuinos”.
Sobre la granja dijo que es un sector “gremialmente poco protegido” y “vapuleado por malas políticas aplicadas por un Estado recaudador”.
“Somos un país agropecuario. Nuestro pasado, presente y futuro depende en gran medida de ese sector. Tenemos las condiciones naturales, el conocimiento y la experiencia para desarrollarnos mucho más”, pero se “requiere que nos cuiden y valoren” en su justo término.
“Uruguay necesita de las voluntades políticas que generen las condiciones propicias para el desarrollo y el crecimiento real del país”. Hay “cientos” de diagnósticos, “pero políticas de funcionamiento adecuadas, muy pocas”.
USU “ha presentado variadas propuestas a los gobiernos, y lo continuará haciendo más allá del eco que tengan”, aseguró, porque responden a “las inquietudes ciudadanas que se recogen en todos los rincones del país”. Muchas de las propuestas o planteos que realiza USU son canalizadas por la Asociación Nacional de Control y Participación Ciudadana, “institución con personería jurídica y que preside el Ec. Jorge Núñez, que además cuenta con representantes en todos los departamentos. Esta Asociación es apoyada por USU y muchos de sus integrantes forman parte”, explicó.
Educación: la necesidad política sobre la educación decente
Sobre la educación, dijo que en estos años hubo un “deterioro constante” de su calidad, entre otras razones “por la desazón de haberle inyectado muchos más recursos y no lograr resultados”.
Sobre el tema mencionó que en los 17 países de América Latina y el Caribe, Uruguay está en el puesto 15 en egreso de enseñanza media y superior, solo por encima de Honduras y Haití.
Asimismo, “los maestros no tienen permitido dejar repetidores a los alumnos que lo necesitan. Nuestros niños pasan al liceo sin saber leer, escribir ni hacer cuentas. Todo se reduce a la necesidad política de que los números luzcan bien, superando la necesidad social de que los gurises tengan una educación decente”.
“De lo que se puede estar seguro es que nadie hace sus aportes para la ineficiencia y las malas políticas del Estado que perjudican y empobrecen a los ciudadanos, y son esas malas políticas las que generan espacio para las dadivas estatales que funcionan como limosnas esclavizantes y que poco a poco coartan la libertad e independencia de nuestros compatriotas”, apuntó.
Reformar el Estado.
USU reclamó que se elabore “una reforma seria del funcionamiento del Estado”, sustituyendo “la burocracia por la eficacia y la eficiencia; donde las regulaciones sin sentido dejen de existir y ningún ciudadano sea rehén de corporaciones que nieguen el derecho humano al trabajo”.
“Hace años” que el Estado aplica “más y más políticas de control” sin “poner el foco y desarrollar políticas que apoyen la producción primaria e industrial, y estimule” el trabajo: “El mínimo emprendimiento familiar debe destinar una cantidad de tiempo y recursos para mantenerse al día” con todas las exigencias del Estado. “A cambio no se recibe ningún estímulo realista a la inversión, a la innovación y al emprendedurismo”, dijo Campos.
Rentabilidad y Estado
El Riccetto que leyó la segunda parte de la proclama comenzó enfatizando sobre la importancia de la rentabilidad: “Nadie invierte ni genera fuentes de trabajo en una empresa si no hay rentabilidad”.
“Los costos energéticos, tributarios, previsionales, son los más altos de la región. Invertir, arriesgar y producir en Uruguay es cada día más un sueño lejano. Hoy es mejor trabajar con poca gente, no invertir, no agregar valor, no innovar, no arriesgar”.
Insistió sobre el tamaño del Estado y llamó a pensar sobre “cómo debería ser”; esa es “una de las discusiones más importante que nos debemos. Vamos en una sola dirección, y sean gobiernos de derecha o de izquierda, patean al mismo arco”.
Sobre el déficit fiscal dijo que “es el responsable del aumento de impuestos, de las tarifas, del endeudamiento y la inflación”. La solución para “compensar la presión del gasto siempre es el atraso cambiario, un impuesto oculto” que se impone desde el Banco Central.
El agro, los servicios, el comercio, la industria, transfieren recursos que se usan “para mantener un Estado cada vez más pesado e ineficiente. Quien gasta más está destinado a pedir prestado y pagar intereses por lo recibido”, reflexionó. Es ese déficit fiscal perpetuo es el gran causando del endeudamiento, incrementando la deuda por el pago de intereses. “Tenemos un Estado insaciable de recursos” y eso “atenta contra la recaudación”. “Aflojar la cincha al que trabaja es primordial”, remarcó.
Propuestas: reducción de ministerios
En el tramo final USU propuso reducir la cantidad de ministerios de 14 a 11, suprimiendo los de Ambiente, Defensa y Turismo, los que pasarían a funcionar como una Secretaría. Así se reducirán “los costos de funcionamiento de grandes estructuras que cada vez son menos necesarias para el país”.
En segundo lugar, que “los contratos que firma el Poder Ejecutivo cuenten con la aprobación previa del Parlamento; y en tercer lugar dejó la pregunta de “¿qué hacemos con las embajadas?”.
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