Una multitud de cinco mil personas acompañaron a San Cono en su recorrida por las calles de ciudad de Florida como cada 3 de junio. Desde muy temprano en la mañana arribaron devotos de diferentes partes del país con el único objetivo de tener unos segundos junto al santo y pedir o agradecer los milagros recibidos. Las autoridades de la capilla esperan que durante el fin de semana se incremente el flujo de visitantes.
Con puntualidad inglesa como ya es costumbre pero con la religiosidad propia de los italianos, a las 14:00 horas en punto San Cono comenzó a recorrer las calles de Florida, en andas como es habitual por sus más fervientes devotos. Fue en ese momento que la emotividad cundió nuevamente entre quienes esperaban sobre las veredas que saliera el Santo que fue traído a la ciudad hacia 137 años por integrantes de una colectividad italiana ya apostada en la ciudad de Florida. Durante tres horas la multitud acompañó al Santo intercalando con la oración del Santo Rosario, lecturas, meditaciones y canciones religiosas por las principales arterias de transito de la ciudad.
Principales figuras departamentales
Rodeado por un anillo compuesto por policías y efectivos militares, para que todo ocurriera de forma ordenada, la actividad comenzó con la suelta de palomas a la salida de la capilla ubicada sobre la calle Rodó. Entorno al Santo se encontraban las principales figuras departamentales donde destacan su presencia el obispo de Florida Martín Pérez Scremini, el intendente Guillermo López y los integrantes de la comisión de la Capilla San Cono.
Cinco mil personas acompañaron la procesión que duró tres horas y donde nuevamente los floridenses vivieron una de las tradiciones más sentidas. Durante el trayecto hubo espacios para los mensajes, siendo uno de los más sentidos el momento en el cual el Santo de Teggiano detuvo su marcha y por unos minutos se colocó frente al Santuario Virgen de los Treinta y Tres, para rendirle tributo a la Patrona del Uruguay.
El encargado de cerrar la procesión fue el obispo de Florida, que como principal autoridad eclesiástica del departamento dio un mensaje de esperanza a los presentes. Dijo que esta (la esperanza) debía ser el motivo más importante con el cual “ustedes deben regresar a sus hogares”, en un mundo conmocionado por diferentes circunstancias.
Trabajo, salud, la familia, los estudios
La mañana ya era diferente desde sus inicios. Los campos blanqueaban a razón de los -4.0 C con que había amanecido la ciudad. Igual tono tenían las lonas y las chapas que cubrían los alrededor de 400 puestos de ventas tradicionales de esta festividad. Ya eran las 07:00 hs cuando comenzaron a aparecer los feligreses atrincherados detrás de sus gorros y de lana y bufandas para asegurarse su lugar en la misa con que se daba comienzo la jornada. La Mañana conversó que tres señoras que se apostaron en uno de los rincones de la capilla y que conversaban animadamente a la espera de la celebración. Habían llegado desde Durazno hacía un rato y debían cumplir una de las tantas promesas que el Santo ha retribuido a sus devotos desde que llegó a tierras orientales.
Como es costumbre cada 3 de junio, el flujo de personas que transitan a paso lento a la espera de poder acercarse al Santo fue importante durante todo el día. Hombres, mujeres y niños extendían sus manos para tocar el manto, el rostro de los Ángeles que lo rodean o dejarle ofrendas enganchadas entre su túnica. Se trata de una escena que se reproduce durante los dos fines de semana dispuestos para celebrar a San Cono. Los motivos son siempre los mismos; pedir o agradecer por trabajo, salud, la familia, los estudios.
Los integrantes de la Comisión de la Capilla de San Cono esperan un incremento en el flujo de visitantes para los fines de semana siguientes así como no descartan que también sea numerosa la concurrencia durante el próximo sábado 11 y domingo 12 de junio.
TE PUEDE INTERESAR