La ministra de Salud Pública, Karina Rando, hizo el anuncio al inaugurar el primer laboratorio que identificará, criará y estudiará vectores relevantes para la salud por su elevada mortalidad y morbilidad, además de los costos económicos que representan.
El lunes 12 se inauguró en el Instituto de Higiene el primer laboratorio dedicado a la identificación y cría de vectores de relevancia para la salud pública, lugar en el que también se realizarán investigaciones de enfermedades y se realizarán pruebas biológicas.
El laboratorio se ubica en un área de 100 metros cuadrados y fue diseñado basado en los estándares mundiales de calidad y seguridad, se informó por parte del Ministerio de Salud Pública, en un esfuerzo conjunto de esa Secretaría de Estado, la Universidad de la República, la Organización Panamericana de la Salud y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Concretamente, se podrá trabajar en la identificación, cría e investigación de especies de insectos que transmiten enfermedades, tales como el mosquito Aedes Aegypti, vector de los virus causantes del dengue, la chikungunya, el zika o la fiebre amarilla.
De la actividad participó la ministra de Salud Pública, Karina Rando; el subsecretario, José Luis Satdjian; el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, Arturo Briva; la directora del Instituto de Higiene, Ana Pérez; y Hernán Montenegro en representación de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS-OMS).
La ministra Rando destacó “la importancia que el laboratorio vectorial tiene para el Ministerio de Salud Pública”, dado que “las enfermedades transmitidas por vectores representan el 17% de las enfermedades transmisibles en el mundo”, además de ser “un enorme desafío por su elevada mortalidad y morbilidad, como por la carga económica que implican para los sistemas de salud”.
En Uruguay, desde fines del siglo pasado, esas enfermedades se consideraron inexistentes, “sin casos de fiebre amarilla ni dengue, sin Aedes Aegypti entre 1958 y 1997. El mismo año que se declara el control de la transmisión vectorial de la enfermedad de Chagas”.
Sin embargo ingresamos al siglo 21 “con enfermedades transmitidas por vectores emergentes y en expansión como la leishmaniasis visceral y otras reemergentes” como las arbovirosis (dengue, la chikungunya, el zika) que transmite el Aedes Aegypti.
Algunas de esas enfermedades están “controladas” pero “igualmente son amenazantes”, es el caso de la enfermedad de Chagas; y “otras de aparición esporádicas, por ejemplo la encefalitis viral”.
Mosquitos estériles
Ante los desafíos, “necesitamos unir saberes y esfuerzos” y todos los actores involucrados “debemos trabajar juntos en este tema. Apuntamos a mejorar la supervisión y la evaluación de control de vectores, incluyendo la vigilancia de la resistencia a los insecticidas” que se impulsa desde hace años por los organismos internacionales de la salud.
La ministra anunció que en un proyecto regional de la OIEA “se pretende aplicar una técnica de insecto estéril en el mosquito Aedes Aegypti” y con ese fin, esa institución internacional ha capacitado técnicos locales y ha brindado el equipamiento básico para su implementación”.
El insectario del laboratorio “servirá para criar y esterilizar los mosquitos que posteriormente se liberarán en los sitios pilotos elegidos, disminuyendo únicamente la población del mosquito vector a través de métodos amigables con el ambiente y que pueden ser fácilmente controlados sin dejar consecuencias en el ecosistema ni contaminación en el agua”.
Por tanto, desde el lunes pasado, Uruguay “cuenta con un centro de referencia nacional para la cría e identificación de los principales vectores en importancia para la salud pública, con capacidad de realizar múltiples tareas como la colecta de insectos, la identificación de los especímenes, crianza y mantención de colonias, pruebas biológicas para evaluar los efectos de los insecticidas, participar en investigación de los brotes de las enfermedades”, entre otras.
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