En las últimas horas las doctoras Jacqueline Ponzo y Alicia Fernández fueron entrevistadas en diferentes medios. Ambas hicieron hincapié en el papel que cumple la vacuna para inmunizar a la comunidad. Fernández dijo no entender cómo, sabiendo el bien que hace, hay gente que no se vacuna. Además destacó el valor humano del personal de la salud.
El número de enfermos de COVID-19 en Uruguay está creciendo, con 8.500 casos activos y casi 100 personas internadas en cuidados intensivos se han disparado otra vez las alarmas sanitarias. Como país ingresamos en zona roja según el Índice Harvard, con una situación muy delicada en varios departamentos. Desde el Ministerio de Salud Pública se advierte a la población en mantener las medidas básicas de prevención como el tapabocas, el alcohol en gel, y la distancia social. Ahora se suma la posibilidad de recibir las vacunas que no avanza al ritmo deseado para lograr una rápida y eficaz inmunización. A todo eso hay que añadir la crisis que vive Brasil, dificultando aún más el éxito sanitario.
La Dra. Jacqueline Ponzo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Magister en Epidemiología por la Universidad de la República e integrante del Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos de COVID-19 evaluó la situación de la pandemia como “muy grave” y si observamos el mapa de Uruguay “va subiendo el rojo” con los departamentos de Cerro Largo, Rivera y Artigas, todos fronterizos con Brasil, en situación de vulnerabilidad.
En declaraciones al programa Así Nos Va (radio Carve), dijo que “la situación en Brasil es dramática con una circulación del virus altísima, también altísima mortalidad, el sistema sanitario desbordado con centenas de personas con indicación de ingreso a cuidados críticos que no tienen camas, y eso está empujando en la frontera” llevando a Uruguay a sus “peores indicadores desde el inicio de la pandemia” por lo que estamos en un momento “de alarma”, expresó.
Consultada sobre qué medidas debería tomar Uruguay para blindar la frontera, la Dra. Ponzo dijo que “durante la pandemia las medidas no farmacológicas han sido fundamentales” y lo siguen siendo ahora, pues “mantienen vigencia plena” aunque se sume la vacuna. La vacunación por sí sola “no alcanza y todas esas medias son necesarias”, subrayó.
Aclaró que la vacuna será efectiva para frenar el avance de la pandemia solo si se inocula “arriba de 60%” de la población. “Con las vacunas disponibles tenemos un resultado altamente efectivo para reducir los casos graves pero no para reducir la circulación del virus”, por tanto “en la medida que tengamos una población susceptible seguimos desprotegidos como colectivo”, anotó.
Explicó que la con vacunarse no se corta la transmisión del virus como ocurre con otras como el caso de las vacunas antipolio o antivariólica que tienen una altísima efectividad para inhibir la transmisión. A diferencia de esos casos, con el Coronavirus “sabemos que la posibilidad de transmisión de las personas vacunadas persiste, y la posibilidad de que personas vacunadas contraigan la enfermedad es algo que está en investigación” por tanto “vacunarse no es suficiente” porque “nos protege de enfermarnos gravemente y eso nos da una gran tranquilidad en lo individual, pero en el plano de la salud pública esa medida es insuficiente para controlar la pandemia”.
Los gestos humanos de los médicos
Por otra parte, la directora del Programa de Niñez del Ministerio de Salud Pública (MSP), Dra. Alicia Fernández, concedió una entrevista a Telenoche (Canal 4) en la que relató su pasaje por la enfermedad, internación en el CTI y el apoyo humano que recibió de los médicos.
“Gracias a Dios y a quienes me cuidaron fue que logré salir adelante, porque fueron dos semanas” en cuidados intensivos y una más de internación.
“Cuando me dieron el alta a cuidados moderados me pusieron en la misma habitación en que estaba mi esposo”, relató. Explicó que ambos padecieron la enfermedad de forma simultánea y que se recuperaron juntos. “Hombre y mujer nunca los ponen juntos, y nosotros estábamos aislados porque podíamos contagiar. Entonces los enfermeros nos decían ‘apagamos la luz pero ojo que los vemos por las camaritas’. Esos son gestos” humanos.
También contó que cuando internaron a su esposo estaba “muy triste y preocupada”, y “una enfermera me abrazó con todo su equipo de protección personal. Y ese es un gesto que realmente agradezco”.
El personal de medicina “son personas que ven el sufrimiento del otro y además tienen temor a enfermar. Eso es real, es el mismo temor que yo tenía y que me sucedió. Eso angustia mucho”, comentó.
La población no tiene percepción del riesgo
En otro orden la Dra. Fernández observó que la población “no tiene percepción del riesgo, piensan que esto no existe”, pero “es algo que está y está circulando” aunque no lo veamos.
En ese sentido reflexionó que “es una pena que teniendo en el país las vacunas que pueden ayudar a minimizar esto, (la gente) no se agende para vacunarse. No lo puedo entender”.
“Son vacunas seguras y efectivas, eso lo sabemos, hay países que están vacunando hace más tiempo que nosotros”, y ahora que “la tenemos y no la aprovechamos”, lamentó, y consideró “un error” que se cuestione por qué los médicos se vacunan con un tipo y al resto de la población con otro. “Acá no hay ciudadanos de primera ni de segunda, van a venir varias vacunas, éstas no son las únicas, y cada vacuna es buena para cada cosa”.
¿Por qué el personal de salud se vacunan con Pfizer?, se preguntó. “Porque estamos en la primera línea” de combate a la enfermedad, contestó.
Acá “respetamos a todos” que por cualquier razón no quieren vacunarse, pero “que tú tengas a tu disposición algo que te puede salvarte la vida, salvarte de enfermar gravemente y de morir, no puedo entender que no se vacunen y que haya personas tan necias que hagan campaña en contra. Me cuesta mucho”, resumió.
TE PUEDE INTERESAR