En la fronteriza ciudad de Santana do Livramento se encuentra Mariana Villar, tiene doble nacionalidad, trabaja en la primera línea en un laboratorio brasileño, y fue vacunada la semana pasada contra el covid-19. Advirtió que solo llegaron 800 vacunas para una población de 80.000 habitantes y por eso deben seguir extremándose los cuidados.
Mariana es química farmacéutica, con especialización en Microbiología Clínica, tiene doble nacionalidad, y junto a su esposo son dueños de un laboratorio de análisis clínicos en Santana do Livramento, ciudad fronteriza con Rivera, donde atienden al Centro Hospitalario Santanense y la Santa Casa de Misericordia.
En conversación con La Mañana contó: “nos tocó desde principio del año pasado estar muy involucrados con esto de la covid-19, porque en la Santa Casa está el ala covid de Santana do Livramento para atender a todos los usuarios, tanto de salud pública como de mutualistas. Según algunos relatos epidemiológicos, el virus entró a Santana por un grupo de turistas que fue a un crucero al nordeste, a finales de febrero”.
“Estamos muy expuestos, pasamos el año pasado trabajando mucho, cuidándonos, y estudiando mucho para estar al tanto de lo que estaba pasando, intentando entender más o menos cómo es el perfil del virus, cómo se comporta, cómo protegernos. Nosotros tenemos un equipo de 30 personas trabajando en el laboratorio para atender a todos esos servicios, usando protección e intentando seguir los protocolos”, relató Villar.
Comentó, además, sobre la falta de coordinación a nivel gubernamental en Brasil para afrontar la pandemia, razón por la cual optaron por apoyarse en “grupos de estudio de la Sociedad de Análisis Clínicos, de Infectología y Microbiología, charlando con colegas, e intercambiando entre químicos, médicos y enfermeros, porque iba evolucionando día a día, e íbamos viendo qué funcionaba y qué no”.
La vacuna, un soplo de esperanza
“Llegamos a fin de año, y estamos viviendo una situación complicada, con las fiestas la gente se aglomeró, están cansados de haber pasado todo el año encerrados, y nos agarró el pico más alto en un momento en que el personal de salud viene muy agotado, en Santana estamos con el ala covid llena, entonces esta semana fue un soplo de esperanza haber podido acceder a la vacuna”, aseguró Mariana.
Es que esta semana comenzó la vacunación en Brasil, y también en Santana. Debido a las dimensiones de un país tan grande, el gobierno delega ciertas decisiones a los gobiernos estatales, lo cual generaba cierta incertidumbre sobre la vacunación. “En Brasil el órgano que autoriza las vacunas es la Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), que es un órgano de estado autónomo. El domingo hicieron una votación que se transmitió en vivo para el proceso de autorización de las vacunas, realmente fue una conmemoración para el personal de la salud la aprobación por unanimidad para el uso de emergencia”.
El gobierno ya tenía preparados varios millones de dosis de la vacuna Sinovac, producida por el instituto Butantan, y había expectativa por cuántas le tocaría a Rio Grande do Sul, porque es el Ministerio de Salud que abastece de las dosis a cada Estado. Finalmente, vinieron alrededor de 340 mil dosis, y eso se dividió dentro del Estado en lo que se llama Coordenadorias. La que rige a Santana do Livramento es la de Alegrete, y de ahí tienen la autonomía de repartir entre los municipios por número de habitantes y por capacidad de atendimiento.
“Livramento fue una de las que más recibieron, junto con Uruguayana. Nos tocaron poco más de 800 dosis. Cuando llegaron acá, la prefeita (alcaldesa) Ana Tarouco y la secretaria de salud fueron a Alegrete a traer las dosis correspondientes, y se empezó la inmunización”.
La secretaría de Estado de Rio Grande do Sul armó un protocolo para orientar el orden de prioridad, en un primer momento son vacunados los residentes de hogares de larga permanencia, 160 vacunas, y el personal de salud, con 640 vacunas.
“A nosotros nos tocó por ser servicio de análisis clínicos que atendemos al ala covid y cuidados intensivos. De nuestros 30 funcionarios, en este primer momento, fuimos contemplados con 10 vacunas, y dentro del laboratorio utilizamos la misma política por grado de exposición”, contó Villar.
“En Brasil se politiza mucho, pero en la gente que está en la salud fue unánime la opinión de que la primera (vacuna) que llegue y podamos acceder nos la daremos”
“En los próximos meses estaremos remando en aguas más tranquilas”
Mariana fue una de las elegidas para ser vacunada en el primer lote de dosis, debido a su alto grado de exposición. “Nos vacunaron el viernes 22, fue muy emocionante para todos nosotros, porque fueron 11 meses trabajando bajo presión. Sabemos que esta vacuna de Coronavac quizá no sea una vacuna de larga duración, porque el virus tiene muchas mutaciones, y esta vacuna comenzó a ser hecha en agosto del año pasado, pero nos da una sensación de tranquilidad. Ahora el 19 de febrero nos toca la segunda dosis”.
La química farmacéutica contó que ni ella ni sus colegas tuvieron efectos adversos, y que les mandaron el prospecto de la vacuna que lo estudiaron y se la pasaron a los funcionarios, “no hay que firmar ningún protocolo para vacunarse, es gratis y voluntario, a nuestros diez funcionarios que les propusimos todos quisieron hacerlos. Todos los funcionarios están a favor de vacunarse”.
“La vacuna es hecha por una institución que hace 120 años hace vacunas en Brasil, para la gripe, la hepatitis A y B, para el papiloma virus. En Brasil se politiza mucho, pero la gente que está en la salud, y nosotros que estamos en contacto directo con infectólogos, neumólogos, que son los médicos que nos asesoran, fue unánime la opinión, la primera que llegue y que podamos acceder nos la daremos. Acá los dos neumólogos que tenemos que nos han enseñado mucho fueron los primeros vacunados. Para nosotros fue una conmemoración el sentir que esta vacuna lo que hace es que no nos deja tener la enfermedad grave o moderado, las personas que se vacunaron no se van a entubar, no se va a necesitar soporte de ventilación mecánica, que es el mayor miedo, y además vamos a quedar protegidos y protegiendo a nuestras familias”, afirmó Villar.
“Hemos escuchado muchas ignorancias de gente que no estudia y que no es del área, y que a veces repite por repetir o por el propio miedo a lo desconocido, replicando informaciones que no son verdaderas. Nosotros nos sentimos muy seguros de ser vacunados y realmente sentimos una tranquilidad y felicidad de saber que en los próximos meses estaremos remando en aguas más tranquilas”.
El protocolo de pedido de autorización de la vacuna Sinovac, que es el conglomerado formado, entre otros, por el Butantan, fue de unas 20 mil páginas que analizaron en plazo récord. Tienen un plazo de 15 días para la liberación de forma emergencial. Hace pocos días liberaron otro lote que ya está pronto y serán 2 millones de dosis más.
“Acá en Brasil tenemos un problema: no se produce IFA, ingrediente farmacéutico activo (sustancia de las vacunas que actualmente se importa). La cantidad de vacunas que se podrían fabricar en Brasil depende de eso, y la previsión es que en marzo ya se esté produciendo dicha sustancia, lo que generaría más autonomía de producción. La semana que viene llegan nuevas dosis, y luego se espera la llegada de la vacuna de Oxford-AstraZeneca que el gobierno también ya compró”, explicó Mariana.
En la Santa Casa hay varios uruguayos que trabajan, y también médicos que operan a ambos lados de la frontera, a raíz de un tratado binacional. “El año pasado en algunos brotes fue muy complejo, porque los que están expuestos, pero asintomáticos, a veces, trabajan en varios hospitales brasileros y uruguayos, difícilmente un profesional atiende un servicio solo, por eso necesitamos que sea una inmunización homogénea, circulamos en los mismos lugares”, recalcó Villar sobre la necesidad de que la vacunación se realice en coordinación entre ambas ciudades.
“Creemos que va a ser todo a cuentagotas, acá vinieron 800 vacunas para una población de 80.000 personas, es poco, para tener una situación más tranquila falta mucho. Hay que seguir con los cuidados, seguir usando tapabocas, nosotros en el laboratorio y en el hospital seguimos con el mismo protocolo y cuidados, pero es el camino, y nos llena de esperanza”, concluyó.
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