Oriundo de Nueva Palmira, desde que egresó de la Escuela Naval en 1988 trabajó en distintas prefecturas del país y en noviembre de 2019 fue nombrado Prefecto Nacional Naval. En entrevista con La Mañana, el Contralmirante José Luis Elizondo explicó cuáles son los principales desafíos de su gestión y qué tareas extras realiza la Prefectura Naval desde que llegó la pandemia. Además, evaluó el desarrollo del plan Verano Seguro en esta particular temporada.
¿Cómo empezó su pasión por el mar y por qué eligió la carrera naval?
El principio básico por el cual me gustó esta profesión era estar cerca del agua o en el agua. Siempre me gustó estar cerca del agua -del río puntualmente- como niño y adolescente, y después, como todo muchacho del interior, cuando tuve la oportunidad de conocer el mar también me gustó. En la parte profesional me interesó más la parte policial y legal de las actividades fluviales y costeras, que fue lo que me despertó más la pasión por ser parte de la Armada Nacional, puntualmente en la especialidad con la que me inicié: Cuerpo de Prefectura.
¿Qué le diría a un joven que está pensando en entrar a la Escuela Naval?
Que apueste, que gana, sin dudas. Esta es una profesión -en cualquiera de sus áreas- de muchísimo desarrollo, futuro, y de muchísima importancia para nuestro país. No solo respecto de lo que son las aguas jurisdiccionales, sino también lo que es la proyección de la normativa de aplicación de la Marina Mercante.
¿Qué desafíos se planteó al inicio de la gestión como Prefecto Nacional Naval y en cuánto eso se vio alterado por la llegada de la pandemia?
Los desafíos eran y siguen siendo varios. Uno de los iniciales, que se continúa, era tratar de tener un equilibrio y una uniformización de criterios en la forma de aplicar la normativa en todo el país. Otro desafío fue el de buscar, en base a los rubros que tiene la institución, una mejora en el rendimiento, en la eficiencia de la aplicación, y para equipar mejor a nuestro personal, en lo que es el equipamiento policial y de protección de trabajo. Desafío que se apuntó y se materializó en un plan el cual se empezó a efectivizar este año y, en un corto plazo, entendemos que eso va a quedar resuelto, del mismo modo, lo que son embarcaciones menores, se está finalizando un plan para mantener y adquirir embarcaciones de entre 20 y 26 metros de eslora, para suplantar otras que ya teníamos operando y que por su antigüedad fueron dadas de baja.
Un tema que también nos llevó como desafío fue el de hacer una mejora en lo que eran los manuales de formación de nuestro personal, en forma de colaboración hacia la Dirección de Personal de la Armada. Se le hizo un aporte a los efectos de buscar mejorar la trazabilidad de formación, que empieza desde la formación de nuestro personal en la Escuela de Especialidades de la Armada, hasta la mayor jerarquía que es la de sub oficial de cargo. Se mejoró esa trazabilidad, se actualizaron esos manuales y, a través de ello, se busca un mejor desempeño de nuestro personal, aggiornarlo más a la realidad, debido a que hubo cambios normativos como el del Código del Proceso Penal, la LUC y la ley Orgánica de las Fuerzas Armadas. Ese desafío, que puntualmente queríamos finalizarlo para noviembre, recién lo vamos a poder materializar en enero.
¿Qué tareas y medidas específicas implementaron por el covid-19?
Nosotros el 15 de marzo empezamos a trabajar con el tema del covid-19, repartiendo folletería en los puertos. Se armó un dispositivo en la jurisdicción de la Armada Nacional, al mando de Prefectura Nacional Naval, y a través del despliegue de unidades de Prefectura que tiene la Armada en todo el país, se empezó a diseminar información con recorridas, informando a las personas.
Así se trabajó durante todo el año, y cuando se terminaron las licencias entre julio y agosto, se empezó a planificar la temporada, donde, sin dudas, ya preveíamos que el aumento de la diseminación del virus iba a ser mayor y establecimos medidas especiales de funcionamiento para las unidades, para que, en casos de contagios, la afectación de nuestro personal fuera la mínima. A tales efectos, para prevenir establecimos formas de funcionamiento un poco distintas a nuestra organización. Empezamos a buscar diferentes tiempos de relevo, para que no tomen contacto los que entran con los salientes.
¿Cómo se viene desarrollando el plan “Verano Seguro” desde la Prefectura?
En el caso puntual de las playas de Montevideo, son 45 tripulantes que vienen todos los días a la Prefectura de Trouville, a los cuales se les asignó un área especial, evitando contactos innecesarios con el resto del personal. Hasta ahora hemos tenido bastante éxito en todas las unidades. En el lugar que tuvimos un problema fue en la Prefectura de La Paloma que tuvimos un contagio y 33 tripulantes de la Prefectura tuvieron que hacer cuarentena. Ahí hubo que reestructurar la unidad apoyando con otras unidades de la Armada. Por suerte ninguno de los 11 marineros de playa, ni los 33 tripulantes, fue contagiado.
La estrategia que hemos seguido es tener los centros de control operativos para administrar el tráfico marítimo. Tenemos que tener personal que opere botes y lanchas, para poder hacer las patrullas fluviales y los rescates que nos sean asignados a través del Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate de la Armada, además de todo lo que es nuestra tarea policial en la faja costera, a lo que se sumó el tema de prevenir las aglomeraciones, para lo que se agregó un área más.
¿Cómo ha sido la coordinación con el Ministerio del Interior, la Fiscalía y los CECOED? ¿Cuál es el criterio de aglomeración que se aplica?
Nosotros tomamos como punto de fortalezas las operaciones y las reuniones de los CECOED (Centro Coordinador de Emergencias Departamentales). A partir de ahí, empezamos una planificación operativa, con las intendencias, a través de sus cuerpos inspectivos, las fiscalías, el Ministerio del Interior (MI), el Ejército Nacional. Puntualmente, con los que operamos (y esto nos llevó a hacer una mejor coordinación a la que se hace normalmente) en zonas costeras, en épocas de playa, son las intendencias municipales, el MI, a través de las diferentes seccionales que tienen jurisdicciones próximas a ramblas y costas.
Específicamente en las playas, la potestad de determinar zonas de juego es de las intendencias, y nosotros contribuimos en mantener ese ordenamiento. Seguimos las recomendaciones del GACH (Grupo Asesor Científico Honorario) en cuanto a las burbujas familiares o grupos de más de 10 personas. Recomendamos e informamos a las personas que están en la playa sobre el distanciamiento social. Entendemos que la mejor forma es hablar, educar, hacer el esfuerzo por cambiar conductas que sean transgresoras y, en un número muy importante, hemos tenido éxito. No obstante, hay gente que ha insistido en formar aglomeraciones, sobre todo en el este, en la zona de La Pedrera, en Punta del Este, donde los jóvenes normalmente, todos los años, tienen la tendencia a juntarse.
¿Qué tareas realiza la Prefectura en el cuidado del medio marino?
A nosotros nos afecta la prevención de la contaminación del medio marino por parte de los buques. Nuestro país ratificó en la década del 70 el convenio internacional (MARPOL), para prevenir la contaminación de los mares, con hidrocarburos, sustancias nocivas, tóxicas, aguas de lastre y aguas grises de los buques. Las contaminaciones que vengan desde tierra no son una competencia puntualmente nuestra, aunque colaboramos con el Ministerio de Ambiente, las intendencias municipales, a los efectos de hacer observaciones y, cualquier anomalía que se pueda constatar, se comunica a la dirección correspondiente.
Por ejemplo, en uno de los vuelos de nuestra aviación naval, se constató una mancha roja en la zona de Maldonado. Eso llevó a una comunicación con la Prefectura local, que desplegó una de sus embarcaciones con personal técnico de la Intendencia de Maldonado para realizar tomas de agua. Colaboró OSE, que analizó una de esas tomas y descartó fueran hidrocarburos, y a través de la Intendencia se constató que se trataba de una especie de organismo dinoflagelado (que no tiene toxicidad y no es nocivo, según afirmó el director de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos, Jaime Coronel).
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