A raíz de la situación sanitaria, muchos uruguayos han perdido su trabajo o les cuesta conseguirlo. A través de la asociación civil Hacedores de Sueños, un grupo de voluntarios ofrece talleres de oficios para buscar una salida laboral a quienes más lo necesitan de forma gratuita.
En 2020 surgió la idea de crear la Asociación Civil, por parte de integrantes de la agrupación Purificación, del partido Cabildo Abierto, para que sus acciones no se enmarquen dentro del espacio político. La Mañana dialogó con Olga Camacho, responsable del centro de estudios y formación laboral de Hacedores de Sueños, quien detalló cómo surgió la idea y en qué situación se encuentran actualmente.
“Nuestra agrupación está liderada por Elsa Capillera, y como miembros de Cabildo tenemos un compromiso con la gente, nos debemos a las personas y a las necesidades de la gente, por eso somos artiguistas”, contó Olga, que es máster en Programación Neurolingüística y asesora en Comunicación Estratégica.
“Elsa es una persona que ha trabajado toda la vida con lo social, en contextos críticos, y estaba muy preocupada por la pandemia, que cada vez se le hace más difícil a las personas más humildes para acceder a un trabajo. Hay muchísima gente que se quedó sin trabajo y no tiene dentro del marco laboral una salida cierta, porque no reúne los requisitos que se piden en el sistema para el ingreso”.
Haciendo sueños
Al constatar esa realidad, Elsa les planteó la necesidad de colaborar para que esa gente pudiera insertarse laboralmente, dentro del perfil que tienen y de una manera urgente, “porque si bien existen planes de ayuda y existe muchísima gente organizada en las ollas populares, a largo plazo se vuelve muy difícil de sostener”, aseguró Camacho.
Entonces surgió la idea de empezar a trabajar en una asociación civil para colaborar con esas personas, porque entendieron que desde el marco político las soluciones pueden llegar, pero tienen procesos más lentos.
“Es una actividad absolutamente voluntaria de parte de todos los involucrados, y estamos armando el espacio de trabajo en base a donaciones”, dijo la responsable de la asociación Hacedores de Sueños de la zona capitalina de Goes.
“Primero nace la idea de la asociación civil, nuestro presidente es Jorge Cámera, y le pedimos a Elsa que fuera nuestra madrina. Cuando pensamos en el centro de estudios, tenía que reflejar la obra silenciosa que está haciendo ella y documentar su presencia en este trabajo, entonces le pedimos permiso y le pusimos su nombre, es una rama de la asociación Hacedores de Sueños”.
En este momento, la asociación se encuentra en pleno trabajo, sumando integrantes y coordinando los nuevos cursos y talleres. “Hay muchísima buena gente, a diferencia de lo que se dice que la sociedad está enferma y no tenemos solución, cuando vos agarras y vas en la dirección correcta es increíble, es una imagen como la del Éxodo de Artigas, la gente se va sumando, todos quieren colaborar”, reflexionó.
En el centro de formación cuentan con once coordinadores que, a su vez, tienen más de 15 personas que van a dictar los talleres. Actualmente, se ubican en Blandengues y General Flores, a pocas cuadras del Palacio Legislativo.
“Estamos en proceso de organización y armado, porque se van sumando personas constantemente. Tenemos veintiún cursos propuestos, vamos armando en la medida de que se van presentando las posibilidades de horario, porque son muchos y un montón de horarios a coordinar”, y agregó que por las restricciones de la pandemia, “estamos tratando de que los cursos sean en grupos pequeños, dos o tres personas por turno, comenzando con los que tienen mayor salida laboral”, dijo la responsable del centro de formación.
Dar una respuesta pronta al problema del desempleo
“La idea del centro es que la persona vaya, haga el taller de panadería, por ejemplo, lo termine, y salga con una receta para poder aplicar y generar sus ingresos”, detalló Olga. “En Navidad hicimos cursos de panadería en base a budines y pan dulce, para que tengan algo que puedan poner en funcionamiento rápidamente. Ahora hasta febrero no podemos arrancar porque estamos viendo cuáles van a ser las medidas con relación a la pandemia. Nosotros estuvimos ajustándonos a las medidas que dio el MEC el año pasado de cómo tenían que ser las clases”.
Durante este mes de enero se trabajó en la organización y proyección, y aseguran haber recibido llamados de varios puntos del interior para replicar la idea, “vamos a ser los referentes con relación a este estilo de trabajo no formal de rápida inserción laboral”.
“La idea del centro es que la persona vaya, haga el taller de panadería por ejemplo, lo termine, y salga con una receta para poder aplicar y generar sus ingresos”
“Todo lo que hacemos es con mucho esfuerzo, de alguna forma el boca a boca es la mayor fuente de difusión de nuestras actividades, que llega a las personas, sobre todo a las de contexto crítico que, de repente, no están tan pendientes de la computadora o del teléfono. Lo hacemos dentro del marco de la asociación civil y no dentro de Purificación, porque la idea es llegar a todos los que estén necesitando sin mirar banderas políticas”, aseguró Olga sobre la apertura a recibir en el centro a todo quien lo esté necesitando.
Olga contó que en el centro tienen formados perfiles de personas para ser las principales beneficiarias, brindando prioridad a las que no tienen el perfil educativo para encajar en el sistema, aunque no es excluyente, “uno puede ser universitario, haberse quedado sin trabajo y podemos enseñarte un oficio que lo ayude a resolver sus problemas económicos de manera más rápida. Los beneficiados van a ser aquellos que estén en una situación de mayor vulnerabilidad socioeconómica, hombres y mujeres jefes de familia con niños a cargo”.
“Los cupos son muy reducidos, lamentablemente, entonces nos vemos obligados a seleccionar quienes son las personas que necesitan más urgente este apoyo para la salida laboral. También personas con capacidades diferentes, siempre que puedan llevar adelante la tarea que se propone, personas mayores que presenten un proyecto para la concreción luego de los talleres, o miembros de minorías sociales que estén en la búsqueda de un desarrollo personal”.
“El uruguayo es solidario”
Desde el Centro de Estudios y Formación Laboral de Hacedores de Sueños, aseguran que todo el tiempo la gente quiere participar y ayudar de forma voluntaria, “el uruguayo es solidario”, dijo Olga Camacho. “Tenemos cursos de estética de manos y pies, cocina, economía doméstica, taller de coro, dibujo, expresión artística, pintura, mermeladas y conservas, pintura en yeso, tejido con dos agujas, crochet, pestañas, panadería, tapicería, tareas que permitan a las personas poder generar su propio emprendimiento personal”.
“A veces se habla de que para acceder a determinado beneficio del gobierno necesitan registrarse por correo electrónico, por una página, y hay quienes quedan afuera, por eso contamos con una profesora que va a dar informática. Otros cursos sobre manualidades, huerta orgánica, y danza folclórica. También cursos de cooperativismo, emprendedurismo, electricidad, en un encuadre de estudio no formal, lo suficiente como para que las personas aprendan a realizar una actividad que pueda ser remunerada”, contó Olga.
“Es una actividad absolutamente voluntaria de parte de todos los involucrados, y estamos armando el espacio de trabajo en base a donaciones. Hay gente que nos está acercando mesas, sillas, estamos abiertos a recibir donaciones y a poder entrevistar personas que les interese sumarse, todo en base a la solidaridad y el trabajo voluntario, lo hacemos con mucho esfuerzo”, concluyó.
Por mayor información, donaciones o para formar parte del centro ubicado en la zona de Goes en Montevideo, comunicarse al 096 129 111 o por correo electrónico a [email protected].
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