Guillermo Franchi, dirigente de Un Solo Uruguay, dijo que en los últimos gobiernos se modificó el espíritu de la ley forestal a través de decretos. “Tengo una lista de 14 decretos que modificaron y atentaron contra el propio texto de la ley”, expresó.
Uno de los ejes del debate sobre la forestación que se desarrolló en el marco del cuarto acto nacional de Un Solo Uruguay realizado a través de las redes sociales el sábado 23 de enero fue la declaración de excepciones que violentaron el espíritu de la Ley 15.939 que definió qué tierras son de prioridad forestal.
Participaron de la mesa de intercambio el diputado de Cabildo Abierto Rafael Menéndez, el senador de Partido Nacional Sebastián Da Silva, y Guillermo Franchi por Un Solo Uruguay.
“Hemos visto cómo grandes extensiones forestales se hicieron a raíz de varios proyectos de 90, 95 o 99 hectáreas”. Además la forestación “no cumple ni hay controles” sobre los planes de uso y manejo de suelos, subrayó.
El diputado Rafael Menéndez, dijo que el concepto de prioridad forestal se introdujo en 1987 y eso es importante porque “el espíritu del legislador intentaba promover la actividad forestal en aquellos terrenos que eran menos productivos para la producción de alimentos” a través de la ganadería y la agricultura, con lo cual se “trató de mantener el Uruguay diversificado”.
No obstante ello, la forestación se ha extendido en todo el país más allá de prioridad forestal, destacó.
El senador Sebastián Da Silva dijo que “si hay una ley productivista y desarrollista, es la Ley 15.939”, la cual buscó “desarrollar algo que en Uruguay era una ventaja comparativa de los suelos y aprovechar esa relativa baja productividad de esos suelos para sacarle más producto”.
Remitiéndose al “espíritu de la ley”, Franchi recordó palabras del exsenador Dr. Alberto Zumarán quien dijo que “a partir de 15 años luego de aprobada Ley 15.935, el productor de las zonas más complejas para producir, iba poder ofrecer al mercado, además de ganado y lana, rolos de eucaliptus o pino”. Esa era “la visión que tenían los artífices de la ley”.
Agregó que “nadie puede negar que el impacto de la ley fue una promoción excepcional para un rubro que no existía, y parte de la promoción fue a la industria forestal” que generó “crecimiento económico” y “mano de obra”.
Sus virtudes “son innegables, pero tenemos que “poner luz” en el alcance de la promoción. “Acá tengo una lista de 14 decretos que modificaron y atentaron contra el propio texto de la ley”, dijo el dirigente de USU.
“La Dirección Forestal determina cuáles son los suelos de prioridad forestal”, pero a través del decreto eso se fue “modificando y nunca hubo un retroceso” a pesar de que hay nuevas tecnologías gracias a las cuales se logra que suelos que antes era de tipo forestal, hoy “claramente podrían ser de otra utilidad y de carácter permanente y provechoso, pero fueron otorgados como prioridad forestal y en Uruguay fue creciendo (el área forestada)”.
Hay grandes extensiones forestadas “salteando” las aprobaciones dispuestas
El senador Da Silva enfatizó entonces en que “el sector más regulado es el forestal, porque para plantar más de 100 Has. hay que cumplir tres pasos: presentar el proyecto a la Dirección Forestal, ese mismo proyecto debe ir a la Dinama (Dirección Nacional de Medio Ambiente) que lo califica” según el impacto ambiental, y luego pasa a la Intendencia respectiva para corroborar que “cumpla con la reglamentación” municipal.
A su turno Franchi contestó que “todos los proyectos forestales menores a 100 hectáreas” que no pasan por los tres pasos mencionados por el senador Da Silva “se saltean los requisitos de aprobaciones previas”.
“Hemos visto cómo grandes extensiones forestales se hicieron a raíz de varios proyectos de 90, 95 o 99 hectáreas”. Además la forestación “no cumple ni hay controles” sobre los planes de uso y manejo de suelos, subrayó.
Menéndez acotó que “del 1,1 millón de hectáreas forestadas, 300.000 están en suelo que no son prioridad forestal” y mencionó que varios departamentos poseen importantes áreas forestadas en tierras que no son de prioridad forestal.
En Río Negro, el 33% de la forestación está fuera de tierras con prioridad forestal, en Soriano el 46%, San José posee el 48%, Flores 81% y en Colonia el 82%.
“Lo que ha sucedido es que los proyectos con menos de 100 Has no pasa por Dinama y no fueron sometidos a un estudio de impacto ambiental, y eso es demasiado preocupante”, dijo Menéndez.
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