El presidente de ACAcomentó los temas tratados en la última asamblea de productores y profundizó sobre los problemas de competitividad que afectan a Uruguay.
El 28 de junio, la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) realizó la Asamblea Anual Extraordinaria en la cual se abordaron diferentes temas de actualidad para el sector. El lugar de realización fue el anfiteatro de INIA Treinta y Tres, que vio su capacidad colmada “y eso es muy bueno porque se genera una mayor interacción y el contenido de las discusiones mejora”, dijo a La Mañana el presidente de ACA, Alfredo Lago.
La agenda de la Asamblea abarcó temas fundamentales y sumamente actuales como el precio provisorio, la competitividad en términos generales, el incremento de las tarifas de TCP (Terminal Cuenca del Plata), y la actualización del contrato que vincula a los productores con la industria.
En cuanto al precio, Lago dijo que la Asamblea “aceptó la negociación realizada por la Directiva con los molinos”, lo que generó un precio de US$ 13,50 por bolsa de 50 kilos seco, sano y limpio, “un tema que lleva mucha discusión y que abarca varios aspectos”.
Respecto a la competitividad destacó el efecto negativo del atraso cambiario: “Nos está quitando recursos y eso hace que nuestros resultados económicos se vean muy afectados” al punto de que “cada vez se exporta más arroz sin procesar a nivel de industria porque al pasar por la industria el lugar de agregar valor lo desagrega”.
Sobre el anuncio de mayores tarifas en el puerto de Montevideo, la Asamblea vio positivo que luego se dejada sin efecto, no obstante lo cual Lago comentó: “Una suba del 24% nos habría afectado directamente porque somos grandes clientes de TCP. En 2021 fuimos la primer gremial que objetó el acuerdo del Estado con Katoen Natie. Sabemos que esto va a terminar siendo cada vez más perjudicial en un puerto que ya es caro” y afecta “la competitividad por las tarifas que son más caras en la región”.
“Un tema que fue muy analizado fue el aggiornamiento del contrato que nos vincula con la industria” que implica “algunas modificaciones que se harán en el próximo contrato. Es un tema más técnico y también fundamental, pero no conlleva una situación conflictiva sino que las partes estamos de acuerdo en generar cambios en el contrato para interpretar esta nueva realidad del mercado”, añadió.
El resultado de la votación sobre todas las resoluciones que se tomaron fue votado por unanimidad.
Por otra parte, Lago destacó que fue la primera asamblea “en la que no contamos con la participación de Hugo (Manini Ríos). Hubo una valoración de lo que fue el trabajo de Hugo, su impronta en ACA donde dejó cosas imborrables que podemos recordar día a día, y hacer valer en nuestra acción diaria”.
No somos competitivos y perdemos horas de trabajo
Consultado sobre el costo del sector en el contexto país, Lago dijo que en 2022 “el 30% de muestra producción se exportó sin ingresar a la industria”. O sea que luego de cosechado el arroz “pasa por el secador para sacarle la humedad y se embarca”.
Ese 30% recibe un proceso industrial en los países destino, y pasa “porque el costo de Uruguay está muy por encima de otros países que tienen una capacidad industrial instalada y lo pueden hacer con mucha más eficiencia en cuanto a costos”.
Inclusive el otro 70% que sí pasa por industria “cada vez se hace con menos intensidad en el proceso industrial. Más de la mitad que pasa por la industria se vende solo descascarándose” y las industrias de destino “terminan el proceso de llevarlo a arroz blanco”.
En los hechos, lo que sucede es que se pierden muchas horas de trabajo porque lo que no se hace en Uruguay -a pesar de tener la capacidad industrial- lo harán otros lejos de aquí. Tampoco se generan subproductos como ración animal o aceite de arroz.
Todo eso “nos parece muy preocupante y nos llama la atención que el Gobierno no reaccione”, porque quizá “puede ser interesante para un trabador que gana en pesos que al cuantificar en dólares tiene más que antes, pero el atraso cambiario está condicionando los procesos industriales”.
“La magnitud del problema es decepcionante y no vamos a buen puerto”
Ante la consulta desde por dónde comenzar a corregir costos, Lago definió la tasa cambiaria como “el denominador de todos los costos” y “el tema principal”, aunque nuestro país “tiene otros problemas que vienen de la mano de la falta de competitividad estructural”, por ejemplo el combustible.
“Tenemos el combustible sin posibilidad de comprar otro, no hay competencia ni libertad, y si Ancap es eficiente o no ese es un problema mío y no de Ancap porque yo no tengo otra opción. Eso no puede suceder porque condiciona toda la cadena productiva y logística que es de suma importancia”, advirtió, y “tampoco tengo libertad en materia de energía eléctrica cuya tarifa también la determina la empresa pública monopólica”.
También hay que corregir el aspecto logístico: “Tenemos un puerto carísimo que también es casi monopólico y único, con un solo puerto, el de Montevideo, para que puedan salir nuestras exportaciones. Me dirán que está el puerto de Nueva Palmira pero yo ahí no puedo ir porque estoy del otro lado del país y solo nos queda el de Montevideo. Estoy rehén de esa situación”, dijo el presidente de los arroceros.
Otro punto mencionado por Lago fue la red vial, en la cual “se está invirtiendo y ha habido una mejora, pero las regulaciones sobre la modalidad de transporte siguen siendo las mismas”, y mientras acá un camión lleva 28 toneladas, “en el mundo lleva 50 toneladas”.
“Uruguay es experto en generar regulaciones y no habilitar las nuevas tecnologías, eso suma para que Uruguay sea caro como lo es, y lamentablemente no vemos salidas en el corto plazo. Si se busca, hay herramientas para mejorar la competitividad, pero son se usan”.
Europa está 45% más barato que Uruguay
El Economista Ignacio Munyo, director de ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), dijo que Europa está 45% más barato que Uruguay. Al respecto Lago dijo que “la magnitud del problema es decepcionante y no vamos a buen puerto”.
Tampoco se entiende “por qué no se generan análisis internos” para corregir ese desfasaje que se da entre Uruguay y el mundo.
Esa decepción es más grave para el arrocero por la importancia que tiene Europa: “Es el principal cliente que tenemos, la mitad de nuestro arroz va a Europa y con muy poco proceso industrial”, por las razones ya mencionadas.
No se ha podido almacenar agua y eso impactará en la producción
La falta de precipitaciones es un tema que ACA observa con especial cuidado, porque en el riego pasado “consumimos toda el agua” que se captó durante el invierno 2022, lo cual es normal que suceda, dijo Lago.
“El verano siempre es deficitario en cuanto al agua, se utiliza todo lo que se logró almacenar, y a partir de abril, mayo y junio en adelante se vuelve a escurrir el agua y se recuperan los niveles de almacenamiento para el próximo riego del verano siguiente”. No obstante, el almacenaje que ya debió haber empezado “por ahora no ha ocurrido” y las represas están sin agua. Debería llover “desde hoy y en un volumen bastante mayor al promedio normal, si lo que llueve es el promedio no vamos a tener agua suficiente para igualar el área del año pasado. Lo peor es que los pronósticos no anuncian lluvias, ni siquiera normales. Es crítico lo que está pasando”.
¿Qué hacer en caso de que, como parece que sucederá, las lluvias no llegarán en tiempo ni volumen? Lago dijo que “la opción puede ser la soja, muchos productores están incursionando en ella y seguramente esa será la primera alternativa, pero no es tan simple como cambiar hectáreas de arroz por hectáreas de soja y seguramente veremos un impacto negativo en la actividad”.
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