En su informe sostuvo que “durante este año y hasta el 30 de noviembre la faena total de vacunos es un 6.1% inferior comparando con el mismo periodo del año 2018, unas 130 mil cabezas menos que se faenaron. Pero el ritmo de faena durante el primer semestre de este año fue prácticamente similar al año anterior, aunque durante el segundo semestre disminuyó en un 13,8%”.
Las categorías y edades se diferencian
La faena tiene diferentes números si se analiza por categoría. Durante el primer semestre de este año, la industrialización de vacas adultas (8 y 6 dientes) mantuvo el ritmo de faena, mientras que en las vacas fue 12.1% superior que el primer semestre del 2018 y la de vaquillonas fue prácticamente similar.
Mientras tanto en ese período, la faena de novillos fue un 7.4% inferior al mismo período de 2018 y en novillos hubo también diferencias notorias de acuerdo a su edad. La matanza de novillos de 2 a 4 dientes durante fue solo un 1.6% inferior a la de igual período de 2018, mientras que las de los novillos adultos (8 y 6 dientes) fue un 9% mayor en ambos casos. La de novillos de diente de leche, fue notoriamente inferior en tanto se redujo en 19.2%.
Por lo tanto, en lo que va del segundo semestre (hasta noviembre inclusive) la faena total viene siendo un 13,8% inferior que el año pasado, o sea que en este período sí se observa una disminución considerable en el ritmo de trabajos. Nuevamente se encuentran diferencias entre categorías y entre edades. En novillos, la faena del segundo semestre y hasta el 30 de noviembre disminuyó en 13,7% y en vacas un 19,7%, pero en vaquillonas aumentó un 4,4%.
Teniendo en cuenta las edades de los novillos, la faena de novillos de 8 dientes fue un 39% inferior al mismo periodo del año anterior y la de novillos de 6 dientes un 21,2% menor. En el caso de los novillos de diente de leche fue solamente un 2% inferior y la de novillos de 2 a 4 dientes fue un 8,6% superior a la de igual período de 2018.
Interpretando los datos
El ritmo de faena prácticamente es similar en el primer semestre en los años 2018 y 2019, la que se mantuvo en función de la buena oferta de forraje, básicamente de campo natural, lo que explica también que la industrialización de novillos adultos (8 y 6 dientes) no disminuyó tanto como en el segundo semestre. Esa oferta forrajera ayudó a preparar también vacas y esa puede ser la explicación de la elevada faena de esta categoría.
El negocio de la cuota 481 ha sido el motivo del mantenimiento de los niveles de faena de los novillos de 2 a 4 dientes e incluso superior para todo el año hasta el 30 de noviembre (3.1% más). También el aumento de vaquillonas puede estar relacionada a este negocio, así como con el del mercado interno. Una posible explicación es que los buenos precios que se logran en la cuota 481 en Europa permiten que el negocio “cierre” ante los altos precios que se están pagando por las haciendas a los productores. Recordemos que esa cuota es posible realizarla con animales nuevos y con una dieta energética en base a granos, durante el último período de terminación.
También se atrasó la producción forrajera de las pasturas mejoradas debido a las condiciones climáticas, por lo que la explosión productiva de primavera se produjo recién durante la segunda quincena de octubre. Este hecho, causó un atraso en las terminaciones de animales engordados a pasto, lo que tuvo como consecuencia una oferta escasa de animales prontos para frigoríficos.