La estimación fue hecha por Ricardo Sosa, en el evento virtual “Agroproyección 2021”, donde consideró que con ese crecimiento podría llegar a 600.000 hectáreas entre trigo, colza y cebada.
El jueves y viernes de la semana pasada se llevó a cabo, con la organización de Charrúa TV y el apoyo de La Mañana y Dinámica Rural, el ciclo “Agroproyección 2021, para pensar el futuro inmediato. Trigo, cebada, colza: el desafío de otra zafra exitosa”. Su desarrollo fue totalmente virtual y contó con la participación técnicos en diferentes áreas.
Uno de los exponentes fue el CEO de Monitor Agrícola, Ricardo Sosa, que se refirió a las “expectativas de mercados, valores y área”, subrayando que el comienzo de la zafra de invierno “el potencial es importante” con una “proyección de incremento en el área de unas 100.000 hectáreas” y fundamentó su estimación señalando que la cebada puede crecer en el orden de las 50.000 hectáreas, 20.000 hectáreas de colza y 30.000 hectáreas de trigos.
“Esos cultivos vienen de una zafra anterior 2020/2021 que fue espectacular por tres razones principales: primero, se sembró con insumos más baratos que los actuales, en algunos casos precios históricamente bajos; segundo, se tuvo rendimiento récord; y tercero, los precios que obtuvieron fueron superiores a los proyectados”, recordó.
“Para esta zafra tenemos precios muy interesantes hacia adelante, con precios de referencia para cebada con destino China en USS 210; el trigo US$ 210 y el nuevo US$ 220, y la colza del año que viene está arriba de los US$ 500. O sea que hay precios y si estos se confirman harán que el precio de equilibrio no suba tanto por el tema costos”.
Según el analista, los cultivos analizados presentan un buen escenario y con posibles alternativas.
Sobre la colza, esas alternativas pasan por las compras de ALUR y también por la exportación. “El mercado europeo le da terrible oportunidad”, enfatizó.
En cebadas, las alternativas son las materias y la demanda interna, a lo que se suma China “que no sabemos cuánto va a durar” pero está ahí.
Y en el trigo las opciones son “la industria local y la exportación”. Respecto a la posibilidad exportadora del trigo, Sosa instó a los servicios agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca a hacer “una campaña muy en serio” presentando al trigo uruguayo “como una alternativa similar a Argentina y trabajar mucho como un nicho de valor”.
En la actividad agrícola la ganadería juega también un papel relevante, dijo el responsable de Monitor Agrícola en referencia al proceso de la intensificación ganadera que ha tenido Uruguay, generando más consumo en determinados granos.
100.000 hectáreas más, una buena noticia para el país
Sosa resaltó que el incremento de unas 100.000 ha “es una buena noticia” para el sector en general, pero también “para la economía” del país porque “más hectáreas significan más fletes, más gente trabajando en el acondicionamiento, más horas de trabajo en la siembra primero y en la cosecha después”.
“El efecto dinamizador que tienen 100.000 hectáreas más de invierno, en trabajo y plata es importantísimo”, además de que “es fundamental tener una composición más equilibrada entre las áreas de inverno y las de verano, para el sistema y la sinergia que está teniendo la ganadería”.
En definitiva, este año los cultivos de invierno rondarían las 600.000 hectáreas que se distribuirán de la siguiente manera: 250.000 de trigo, entre 120.000 o 130.00 de colza y 220.000 la cebada, detalló.
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