Estas propuestas alcanzarían a los productores y a las industrias locales. Una de las preocupaciones es el aumento de productores atraídos por mejores precios que ofrecen los que exportan arroz en cáscara.
Días pasados la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA) se reunió con el Presidente de la República Luis Lacalle Pou y el Ministro de Ganadería (MGAP) Fernando Mattos. A la reunión acudieron con un conjunto de propuestas tendientes a bajar costos de producción y operativos del país, que mejoren las condiciones económicas del rubro.
Para reducir el costo de los fletes, los empresarios propusieron habilitar el transporte del arroz a través de bitrenes y tritrenes en lo que se dio en llamar el “corredor arrocero”, sobre la Ruta 8 entre Río Branco y el puerto. Guillermo O’Brien, directivo de la Asociación de Cultivadores de Arroz, en diálogo con La Mañana, explicó que con un contenedor que transporta 25 mil kilos “en bitrenes se alcanzaría las 50 toneladas y en tritrenes las 70 toneladas” y de ese modo habría un abaratamiento en el precio de los fletes. Ahora se aguarda que se agiliten los trámites burocráticos para que este sistema comience a funcionar.
El atraso cambiario y sus coletazos
Para el caso de los costos operativos dentro del puerto, le propusieron al Ejecutivo “hacer trajes a medida para los commodities de bajo valor” como es el caso del arroz, que de otra manera “van a quedar fuera de la manufacturación vía puerto y vía exportación”. Los representantes de ACA pretenden un precio diferencial en los costos operativos “porque no es lo mismo una tonelada de arroz blanco que vale US$ 500 que una tonelada de carne que vale US$ 5.000”.
En la conversación sobrevoló el precio del dólar y el atraso cambiario que afecta a todos los sectores productivos. “Si en vez de U$ 39 tuviéramos un dólar a U$ 50, de casi todo lo que estuvimos conversando dejaríamos de hablar” señaló el entrevistado. Entiende que “el gobierno tiene su realidad”, pero también hay otra, y es que “el atraso cambiario le está pegando al sector”. Argumentó que de los US$ 2.000 de costo de producción que los productores tendrán en esa zafra que se inicia “US$ 300 son en pesos” y están relacionados con la mano de obra y los combustibles.
La producción arrocera tiene descuento del 15% en el consumo de la energía eléctrica destinada al riego. Desde ACA se propone que “se aumente y que se haga extensivo a la industria porque (también este costo industrial), le pega directamente al productor”.
Y aparece la exportación de arroz cáscara
En Uruguay “tocar cualquier producto primario (significa) empezar a perder valor”. “Si tú industrializas el arroz, entrás a quedar fuera de competencia con el producto final que es el arroz blanco o pulido”. En este contexto aparece un atractivo negocio que ha ido creciendo en los últimos años; las exportaciones de arroz cáscara.
El encarecimiento que tiene la industrialización del arroz en el país aumenta las posibilidades y los beneficios de las exportaciones del grano con cáscara. Centro América aparece como un jugador muy importante para este nicho de mercado, donde se subsidian industrias para manufacturar el producto y que esas empresas no pierdan mano de obra.
O’Brien dijo que entre el 15% y el 20% de la producción total de arroz se exporta con cáscara y va “creciendo”. Uno de los argumentos para que esto suceda tiene que ver con los US$ 2 por bolsa que reciben los productores por encima de quienes remiten a la industria local. Y los números son claros. Un productor que exporte a granel arroz con cáscara recibe entre US$ 250 y US$ 300 “más por hectárea”, “es mucha plata” terminó indicando sobre las ventajas que deja este negocio. Al frente de estos negocios se encuentran “empresas chicas, con muy poco aparato, que lo único que hacen es recibir, transportar al puerto y exportar” el producto.
Algunas similitudes con la lechería
Las características de la producción de arroz y la lechería tienen varias similitudes, entre ellas las dificultades que implicarían retomar la actividad en caso de suspenderla durante algún tiempo. Para O’Brien el arroz “es el tambo de la agricultura”. “De soja podés dejar de plantar un año pero en el caso del arroz no se tiene la misma suerte” porque después es muy difícil volver al sector.
Y como sucede también con la lechería, hay cada vez menos productores pero aumentan las unidades productivas de los establecimientos. Actualmente hay cerca de 500 productores arroceros en el país, “número que ha ido bajando en los últimos quince años”. Pero a diferencia con lo que sucede con el número de productores, las unidades promedio de producción pasaron de 250 a 300 hectáreas.
La cumbre de producción arrocera del país alcanzó hace 22 años la superficie de 210 mil hectáreas ocupadas por el sector, extensión que ha caído año a año salvo “el año pasado que habíamos vuelto a subir y llegamos a 164 mil hectáreas”. Pero pareciera que este incremento fue tan solo una excepción. Desde ACA se prevé para este año una caída de 10.000 hectáreas con respecto al registro anterior.
La industria de los departamentos fronterizos
La producción arrocera se centra en los departamentos de frontera donde el desarrollo productivo del sector arrocero cobra una importancia vital para esas zonas del país, donde el arroz y los free shops “son las principales fuentes de trabajo”.
El modelo de producción que siguen los arroceros uruguayos se basa en un programa de trabajo iniciado por Don Ricardo Ferrés Terra, fundador de Saman que este año está cumpliendo su 80 aniversario.
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