Los bajos precios de los productos importados no se trasladan al consumidor, además de que hay una “muy fuerte concentración del negocio de importación en pocos importadores”.
La Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra) advirtió que el sector avícola está amenazado por las importaciones de carne de ave procedente de Argentina, Chile y Brasil, las que han tenido un avance importante desde 2010, pero se intensificó en los últimos años.
En abril de 2010 Uruguay habilitó el ingreso desde Brasil con una cuota de 120 toneladas al mes; cuatro años después, en abril de 2014, se habilitó Estados Unidos y ese mismo año se habilitó a Chile. Cuatro años después, en mayo de 2018 se habilitó a Argentina con una cuta de 60 toneladas al mes; y en marzo de 2020 se liberó la importación por lo que quedarían sin efecto las cuotas de Argentina y Brasil.
Cupra señala que “el proceso de habilitación a los principales exportadores de la región para que exporten a Uruguay, ha consolidado paulatinamente la participación del producto importado en el abasto local”, y este año el producto importado “seguramente alcancen el 10% del total”.
Como se dijo, el proceso comenzó en 2010, pero en 2022 se da un “cambio de reglas de juego” que “modificó radicalmente el mercado de producto importado” porque “se concentra casi todo en supremas” con la particularidad de que desde Estados Unidos ingresan muslos, aunque momentáneamente está frenado por temas sanitarios. A su vez, “al permitirse ahora la importación de cortes de Argentina y Brasil, se ha sustituido a Chile como el proveedor de supremas, siendo Brasil casi el único proveedor”.
Los precios no se trasladan al consumidor final
Respecto a los precios, la Cámara Avícola señaló que las supremas brasileras tienen un valor menor lo que asegura que las importaciones seguirán creciendo, sin embargo los precios “no se trasladan al consumo” porque “los marca la oferta y la demanda de la producción local, por lo que haber abierto más las importaciones no beneficia al consumidor con menores precios sino a especuladores del mercado ajenos a la industria”.
Otro problema es que se permite el ingreso de las supremas que son muy buscadas por la población, sin el resto de la carcasa, lo que le da al producto extranjero “una ventaja competitiva muy importante”.
Concentración de las importaciones
Por otra parte, “resulta llamativa la muy fuerte concentración del negocio de importación en pocos importadores”.
Según Cupra, “el incremento de importaciones se da en un contexto de suba de precios internacionales”. Dichas subas habrían sido la causa de “las menores importaciones durante 2021, especialmente de pollo entero de Argentina y Brasil”, pero ese proceso de alzas de precios internacionales “ha comenzado a revertirse, lo que puede tener impacto en un mayor incremento de importaciones en la medida que se consolide esa baja”.
“Hay un fuerte incremento de importaciones en 2022: 39% más que la media de 2020 y 2021, tomando el valor de la tonelada/mes”.
Finalmente, el documento de la Cámara avícola hace referencia a la “concentración de las importaciones”. En 2021 había 25 empresas importadoras, que en 2022 bajaron a 22.
Por otra parte, en 2021 las 10 importadoras más grandes concentraban el 66% del mercado; en 2022 la concentración subió al 77% (con menos empresas); desde abril de 2022 la concentración subió al 79%.
En 2022 las 5 importadoras más importantes acumulan el 67% de las importaciones.
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