El subsecretario dijo que Uruguay tendría que poder exportar sus sistemas de información como la trazabilidad, el monitoreo de agroquímicos o el plan y manejo de suelos, para así demostrar que producimos de manera amigable.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) presentaron los resultados preliminares de “Bioeconomía Sostenible en Uruguay: desafíos y oportunidades para su evaluación y monitoreo”, evento realizado el jueves 19 de agosto a distancia del cual participó el subsecretario Ignacio Buffa.
El jerarca dijo que la bioeconomía es superadora de las tensiones generadas entre los ejes económicos, ambientales y sociales; también valoró las “ventajas brutales” de Uruguay en la producción de biomasa y la participación de la institucionalidad en la creación de políticas de Estado.
Además del subsecretario del MGAP participaron Vicente Plata y Rubén Flores (FAO Uruguay) y la coordinadora de la Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y Cambio Climático del MGAP Cecilia Jones, entre otros técnicos expertos en el tema.
Las tensiones de los ejes económicos, ambientales y sociales
Buffa comenzó destacando las tensiones generadas por los ejes económicos, ambientales y sociales, y el papel de la bioeconomía: “La bioeconomía implica el aprovechamiento de los recursos biológicos que tiene Uruguay en manera mucho más eficiente, incorporando los ejes económicos, ambientales y sociales”.
Pero “lo importante de este paradigma de la bioeconomía sostenible es que nos permite superar estos tradicionales ejes. Y menciono esto porque cuando hablamos de esos tres ejes perdemos la perspectiva de que hay una tensión intrínseca entre ellos, la que es necesario gestionar, y la bioeconomía puede ser un ámbito propicio para lograr esa gestión de tensiones”, insistió.
“Nadie desconoce que hay una tención entre lo económico y lo social, y eso debe procesarse en pos de desarrollos mucho más equitativos; nadie desconoce la tensión entre lo ambiental y social para llegar a tener sistemas y lugares que sean más vivibles; y nadie desconoce la tensión entre lo económico y lo ambiental para desarrollar sistemas viables desde todo punto de vista. Por eso el paradigma de la bioeconomía sostenible es un espacio propicio para superar esos ejes económico, ambiental y social, y sustituirlos por sistemas que sean equitativos, viables y vivibles”, reflexionó.
“Uruguay tiene un camino para recorrer en el agregado de valor”
Por otra parte, Buffa consideró que “Uruguay tiene ventajas brutales para la producción de biomasa”.
Agregó que nuestro país “tiene un camino para recorrer en el agregado de valor” y eso en el sector agropecuario “se puede separar en tres escalones”. El primero es que “Uruguay puede producir más cantidad” y ejemplificó señalando que “cada 100 vacas tenemos 60 terneros, y eso nos da un margen para seguir creciendo”.
El segundo escalón de agregado de valor es la ciencia y “se asocia a contar y a demostrar la manera en que Uruguay produce” porque tenemos “atributos en los sistemas productivos que lo hacen muy amigable con el medio ambiente y eso tenemos que complementarlo con ciencia”.
“Lo tercero es cómo integramos todos los sistemas de información que tenemos, cómo los empalmamos para poder vender la forma en que producimos. Sueño con un Uruguay que pueda exportar sus sistemas de información” como “la trazabilidad, el monitoreo de aplicación de agroquímicos, el plan y manejo de suelos y otros, cuyo valor está en la integración de los mismos con la perspectiva de demostrar que producimos de manera amigable”.
Compromiso con la descentralización
El subsecretario destacó también el compromiso de Uruguay con los procesos de descentralización.
“Somo un país muy chico en términos relativos y sobre todo en comparación con nuestros vecinos, pero tenemos una profunda vocación de tener un desarrollo territorial intenso y ahí hay una clara vocación política y cultural para que eso suceda”.
“Este paradigma de la biotecnología puede ser un buen tren para potencial el énfasis descentralizador que tiene Uruguay”, agregó.
“Acumulación institucional” y las políticas de Estado
Por último, Buffa subrayó que desde hace mucho tiempo “Uruguay registra muchas cosas” lo que nos da “una ventaja competitiva para poder avanzar fuerte en este proceso de bioeconomía sostenible”.
Es lo que definió como una “lógica de acumulación institucional y eso es interesante. Acá hay ideas que son buenas y esas ideas se mantienen porque es la única manera de construir políticas de Estado y de largo plazo y en estos temas sino incorporamos el largo plazo lo único que vamos a estar haciendo son fuegos artificiales y Uruguay no está para eso”.
“Todo esto se sustenta en una firme institucionalidad y en un firme lineamiento que es la política de Estado”, finalizó.