Después de la pandemia el mundo exigirá más seguridad e inocuidad alimentaria, lo que se convierte en un desafío posible para Uruguay, y que cuando se consuma carne sea relevante el origen.
Este año en la Expo Prado La Mañana participa junto con Charrúa TV como coorganizadora de ciclo de conferencias “El agro en la nueva normalidad” que tuvo su primer presentación el jueves 10 bajo el título “La cadena cárnica” que contó con la apertura del presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gabriel Capurro, y como panelistas participaron, en ese orden, el representante de la ARU en el Instituto Nacional de Carnes (INAC) Ricardo Reilly, el directivo de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG), Alberto Gallinal; el CEO de Marfrig Marcelo Secco; y Pablo Caputti por el INAC.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos Uriarte, había comprometido su participación pero fue convocado por el Parlamento por la Ley de Presupuesto por lo que no pudo concurrir.
Reilly: “el mundo seguirá alimentándose, y Uruguay tiene que jugar un rol determinante”
Cuando la pandemia pase “nos vamos a encontrar con un mundo en el que la seguridad y la inocuidad alimentaria van a jugar un rol determinante”, pero las señales de la economía ahora es que “hay una crisis de demanda y una crisis de oferta, y la premisa básica es que el mundo se sigue alimentando, la población mundial va a seguir alimentándose y Uruguay tiene que jugar un rol determinante en ese aspecto” dijo Reilly.
Destacó que a julio Uruguay “lleva exportados U$S 1.000 millones, un 15 % menos que el año pasado” pero “el dato interesante es que se ve una lenta pero cierta recuperación de los mercados”. Sobre los destinos dijo que “cobra especial relevancia el abanico de oportunidades que tiene Uruguay que ha trabajado tanto por la colocación de sus productos. Si comparamos 2020 con julio 2019 vemos que se exportaron volúmenes similares, pero hay un cambio relevante en los mercados: por ejemplo China se llevaba el 66 %, el Nafta el 15 % y la Unión Europea el 7 %, pero en julio 2020 China lleva el 33 %, el Nafta el 36 % y la UE el 16 %. Esto muestra que hay una redistribución de los mercados y eso significa que también los productos cambian”.
Endeudamiento del agro: “Son más de U$S 2.300 millones, un 80 % de PBI agropecuario, solo la ganadería debe U$S 700 millones en la banca, y por fuera no sabemos a cuánto asciende la deuda”
Estamos en un negocio donde “la demanda supera ampliamente la capacidad de oferta de los países exportadores. A pesar de la situación, existe una demanda sostenida, una demanda insatisfecha de alimentos, especialmente en Asia, y en materia de carne es justamente en Asia donde está el 50 % de las importaciones de carne en el mundo”, observó y recordó la peste porcina que ha afectado esa región. Ahí “tenemos una oportunidad” pero “algunos mercados dependen de restricciones sanitarias y/o arancelarias aunque en general los aranceles son bajos salvo Tailandia. Hay que trabajar en ese sentido”.
El acuerdo Mercosur-UE es “otra oportunidad” a pesar de que “se ha enfriado y un poco”; también el retiro de Reino Unido de la UE con lo cual “se va a convertir en el octavo importador de carne en el mundo. Uruguay debe trabajar allí”, enfatizó.
Asimismo subrayó que “tenemos que aprovechar la institucionalidad agropecuaria, la asociación público privada, el INAC donde están varios de los actores que hacen al complejo cárnico independientemente del color del partido político que está en el gobierno”.
En otro orden Reilly cuestionó el sistema impositivo uruguayo. “Me hubiese gustado que en la Ley de Presupuesto hubiera una dedicación más grande a tratar de mejorar la distribución impositiva del sector para ayudarlo a despegar”, aunque también “somos conscientes de que estamos en una situación muy compleja, con un margen de maniobra escueto al que se agrega esta pandemia”.
Hizo hincapié en el endeudamiento del agro, el cual no ha tenido “problemas de morosidad, pero es alto”. “Son más de U$S 2.300 millones, un 80 % de PBI agropecuario, solo la ganadería debe U$S 700 millones en la banca, y por fuera no sabemos a cuánto asciende la deuda”.
El desafío está en transformar toda nuestra producción para que el origen importe, que importe por sus atributos y se prefiera la carne de Uruguay y no de otro lugar.
El atraso cambiario es “otra limitante”, y “la frutilla del final es, como todos sabemos, las limitaciones que tenemos en el acceso a los mercados”. El 25 % de las exportaciones de Uruguay corresponden al sector cárnico, de las que el 80 % está por fuera de acuerdos comerciales y sin ventajas arancelarias. Tenemos que trabajar mucho en el acceso”, subrayó.
Alberto Gallinal: “en la industria pusieron el hombro”
“Desde 2019 el mercado internacional fue cayendo, llegó el momento de la pandemia y la industria soportó un montón de avatares, los productores también”, pero “hay que destacar que en la industria le pusieron el hombro”, destacando el papel jugado por la industria.
Destacó el crecimiento del stock ganadero con más terneros y novillos lo que va a generar “una faena superior”. Además dijo que la exportación en pie ha “ayudado al sector de la cría que es el puntapié inicial de nuestra ganadería”.
Marcelo Secco: “Uruguay es pesado, nos cuesta articular”
Marcelo Secco dijo que en la región “se activó la competencia” con Argentina y Brasil exportando a China “con un producto mayoritariamente commodities total. Hay una competencia básicamente por medidas del punto de vista financiero”. “Esa es la nueva realidad y no prevemos que cambien mucho, en el corto plazo”.
Subrayó que para Uruguay “hay una serie de oportunidades y desafíos”. Una de esas oportunidades está en la forma en que “se ha manejado el COVID”. Aclaró que “no hay ninguna batalla ganada, pero se está haciendo bien y podemos transformar eso en una oportunidad comercial”, sugirió.
En el mundo se está valorando “mucho la inocuidad, y ojalá que la sobrevalore y que podamos cobrarla porque la poseemos”, sin embargo “tenemos el desafío de alinear eso dentro de una estrategia comercial”, y eso le compete “a los privados sin tener que andar manejando más de una rienda para cinchar del mismo carro” porque eso se nos vuelve en contra, “Uruguay es pesado, nos cuesta articular y saber dónde está el centro, dónde se definen los temas, dónde se tratan y dónde se llevan adelante”, cuestionó.
Pablo Caputti: “sanidad e inocuidad son la nueva normalidad”
“El mundo está viniendo a nuestro encuentro”, dijo Caputti al hacer uso de la palabra, y “sanidad e inocuidad son la nueva normalidad. No queremos que un producto sea trazable para que sepamos donde se originó determinado problema, queremos que el problema no ocurra”.
“Ahora todos somos reyes, el consumidor es rey, y como los antiguos reyes cada uno quiere tener su probador” como garantía de que eso que va a comer es bueno. “Y cuanto más sofisticada sea la sociedad, cuanto más desarrollada, ese valor va a rankear más alto”, razonó.
Para comprende el mundo en el que estamos, el representante del INAC dijo que por la gripe porcina africana en China le faltan 20 o 30 millones de toneladas, pero puede ser “cualquier otro número que se quiera estimar, de todas formas es extraordinario. Uruguay produce 600.000 o 700.000 toneladas” de todas las carnes, “sería un gran sueño para nosotros producir un millón de toneladas de todas sus carnes, eso sería una gran faena y nos daría una dinámica espectacular, pero estamos hablando de un millón de toneladas, cuando los problemas de China son de a 20 o 30 millones de toneladas”.
Una de las oportunidades de Uruguay está en la forma en que ha manejado el COVID. No hay ninguna batalla ganada, pero se está haciendo bien y podemos transformar eso en una oportunidad comercial.
La pandemia “cambió el mundo”, prosiguió, y “los países chicos y organizados como el nuestro, con un nivel de cultura relativamente alto, son los que están mejores preparados para ese tipo de dificultades”.
“El problema actual de Uruguay es la trampa de la renta media: lo que nos trajo hasta acá no es lo que nos va a llevar de la mitad para adelante. Y puede ser que para la expectativa de la sociedad uruguaya, las comparaciones con los países de la región no sean suficiente. Nos sentimos hermanados con los países de la región, pero nuestras expectativas y aspiraciones se conectan con otros lugares, con lugares que tiene el doble de la renta que tiene Uruguay y la única solución” para eso es que podamos “despertar el potencial de cada uno de los uruguayos” anteponiendo “la libertad que siempre es la mejor guía y eso quiere decir dejarse guiar por los mercados y sus demandas, por las actividades de las empresas, el emprendimiento, la inversión y la eficiencia en el uso de los recursos de las empresas”.
En ese escenario el sector público debe actuar “como un soporte o facilitador de aquellas cosas que las empresas individuales no pueden hacer y que precisan de la acción colectiva, simplificando y siendo estratégico”.
En el tramo final de su presentación Caputti dijo que Uruguay debe diferenciarse en el mercado. “El desafío está en transformar toda nuestra producción para que el origen importe, que importe por sus atributos” y se prefiera la carne de Uruguay y no de otro lugar aún para hacer carne molida. “Esa es una tarea colectiva, no solo de las empresas, y esto tiene que tener una sola estrategia que es la defensa de nuestras carnes que no son el problema del medio ambiente sino la solución”, sostuvo.
Acotó que “el agro uruguayo tiene grandes oportunidades en el mediano y largo plazo”, pero advirtió que “este año y el que viene van a ser muy exigentes”. “No podemos engañarnos creyendo que el año que viene esto se resuelve, no, esto se resuelve en un período más largo”.
Mientras tanto, “el foco tiene que ser la simplicidad y la estrategia, el énfasis en las empresas como verdaderas generadoras de la riqueza porque allí sucede la inversión, el empleo, la innovación en todos los aspectos”.
“Uruguay es un país de cercanías, discutir siempre, negociar siempre y acordar siempre. Ningún sector se puede dar el lujo de la ruptura, cada uno tiene que defender con convicción y firmeza su posición pero llegado el momento hay que saber acordar condiciones comerciales o de otro tipo, porque somos un país pequeño y ahí está el encanto, es nuestra fortaleza, (también) es nuestra debilidad pero mitiguemos esa debilidad acordando, explotemos la fortaleza presentándonos con una sola voz”, concluyó.
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