El Instituto Plan Agropecuario (IPA) se encuentra por estas horas evaluando las primeras carpetas que se reciben por parte de los productores que participan del programa de monitoreo denominado “carpetas verdes”.
Se trata de las primeras tendencias de comportamiento de las empresas ganaderas que integran el esquema durante el ejercicio 2018/19, finalizado el pasado 31 de junio, y que se utiliza por los analistas como mapa del comportamiento sectorial y tener una tendencia de como está la ganadería, tanto a nivel de ingresos como de costos de producción.
La mejora en los ingresos se acentuó en el periodo enero – junio del presente año
El ingeniero agrónomo Carlos Molina, referente de este programa y Director General de la institución, informó a La Mañana que hasta el momento lo que se aprecia en las primeras carpetas recibidas, es muy similar a los primeros análisis realizados hace tres meses atrás. Esto significa que se ve, en términos generales, una recomposición de la situación de los establecimientos. Pese a esto, Molina advirtió que hay que tener en cuenta que el ejercicio anterior fue problemático para el productor ganadero, por sequía, por dólar poco amigable y por suba de costos, a pesar de una leve mejora de precios.
En el periodo cerrado recientemente, esta recuperación de las mismas en distintos grados, ha sido posible por un clima favorable, una primavera tardía y un verano llovedor, que trajo aparejado muy buena producción de pasturas a pesar de la insipiente sequía que se implantó en los meses de marzo y abril.
“Teniendo en cuenta esto, vemos que los productores están cerrando con algo mas de productividad, más kilos producidos en base a esa mayor productividad de pasto, a pesar de la descomposición del los stocks en años anteriores” explicó el especialista, puntualizando a este aspecto como fundamental para el resultado obtenido.
Otro factor a analizar es el mejor precio que se registró sobre todo en el segundo semestre del periodo (enero-junio) tanto en el ganado para el campo como el ganado gordo, que fue superior hasta un 14% por encima del año anterior, “lo que permite tener un precio promedio mejor”. Hay que señalar también que se ve una mejora en el precio de la lana fina.
Por el lado de los costos, se tiene que analizar la variable dólar, que se valorizó respecto al peso, que está por encima de la inflación y permite a los productores mantener, y hasta reducir en alguna medida los costos de producción, pese a que algunos insumos en dólares (como fertilizantes, y específicos veterinarios) subieron sus precios.
Atendiendo este aspecto, se puede adelantar que el ejercicio finaliza con resultados mejores que el anterior, que estuvo situado en US$ 50 por hectárea, y hoy se ve hasta 20% de mejora en los ingresos. “No hay que dejar de lado que el ejercicio anterior estuvo dentro de los peores registros de los últimos 17 años en términos corrientes” subrayó Molina.
Es importante mencionar que las explotaciones que salieron más golpeadas del ejercicio 2017/18, tal vez no mejoran en el aspecto económico, pero sí recomponen la situación del stock, que eso permite por la suba de los precios, una mejora económica, que los productores no necesariamente ven y se refleja en una valorización del stock y no directamente en el bolsillo, pero eso está en el campo.
Ante una mejora de los ingresos, los productores han podido apostar a una recomposición del stock vacuno y ovino
En otras firmas que estaban con algunas dificultades en el saldo de caja y flujo de fondos, esta situación de crecimiento está permitiendo un cambio fuerte en esos aspectos.
Teniendo en cuenta estas primeras concepciones, se puede concluir que este ejercicio será mejor por estos datos.
El programa y sus retos
El programa “Carpetas Verdes” es un sistema de análisis que lleva adelante hace 18 años el IPA, y que pretende mediante un conjunto de productores ganaderos, registrar y analizar información productiva y económica de esos predios, manteniendo y utilizando un formato homogéneo y con el apoyo de un técnico de la institución.
Esta información individual es integrada a una base de datos general que se utiliza de forma anónima, para generar las referencias y así poder comparar a cada empresa que lo integra.
El análisis del establecimiento es voluntario, pero son tomados en cuenta con las empresas que utilizan el mismo sistema de producción.
Esto permite logar un registro que normalmente se llevan pero que no se llega a analizar. Según se explica por parte del IPA, es posible comparar los resultados propios con los valores obtenidos por las más de 100 empresas ganaderas de todo el país que siguen la misma metodología y criterios de registro y análisis.
Ejercicio 2017 – 2018
Durante el ejercicio 2017/18 en las de ciclo completo se cerró con menor resultado que el año anterior, con menor producción, por impacto de la sequía, con más costos, y un precio que mejoró 10%. Teniendo en cuenta este escenario, las empresas del norte tuvieron una disminución de los ingresos del 10% y las del centro y este del país un 3%, en dólares por hectárea.
En los criadores, hubo dos grandes grupos con diferentes resultados. Por un lado los criadores del norte, que tienen presencia de lanares, a pesar de la caída de la producción vacuna y del aumento de los costos, tuvieron un aumento en el precio del gordo y de la lana fina, mejoraron 4,5% sus ingresos, lo que se explica fundamentalmente por la lana y su precio.
Los criadores del este, noreste y centro, tuvieron un aumento de costos, vendieron mejor, pero con una menor productividad, por lo que empataron sus resultados respecto al ejercicio anterior.