En Uruguay el área no deja de crecer y a medida que los productores se adaptan a sus particularidades la adoptan por las ventajas que presenta, que van más allá del buen precio que ha alcanzado.
El incremento del valor de la colza ha hecho que este cultivo sea particularmente interesante y en Uruguay ha tenido un crecimiento exponencial del área dedicada a él. “La última estimación es que este año tendrá un área de 160.000 hectáreas continuando con la tendencia de años anteriores” dijo a La Mañana el Ing. Agr. Nazar Rodríguez, coordinador Agrícola Ganadero de Fucrea. A nivel país, “en 2018 fueron 55.000 hectáreas, en 2019 el área creció a 70.000, en 2020 a 113.000 y este año son 160.000 hectáreas”, detalló.
Las zonas de mayor presencia son el litoral y sur del país.
“Es un cultivo al cual los productores le han tenido que agarrar la mano porque tiene sus particularidades, una de ellas y bastante importante es la calidad de siembra porque es una semilla muy chica” con características “diferente a los cultivos de invierno”; además “al ser un grano tan chico requiere bastante manejo para evitar el desgrane y pérdidas importantes. Eso llevó a que le productor empezara a hacer el área de apoco, y cuando le agarró la mano generó márgenes interesantes”, como está sucediendo ahora.
Es un cultivo que se exporta todo, y la principal demanda está en Europa, aunque la industria nacional también lo consume en una escala menor.
Pero el precio no es la única razón por la cual el agricultor nacional la ha aceptado, sino que “además tiene otras particularidades en la rotación para los diferentes cultivos, tiene un lugar bastante interesante en siembra temprana eligiendo campos y eso ha llevado a que haya ocupado un área bastante importante”, explicó.
Respecto al precio Rodríguez dijo que tuvo una evolución destacada: “Cuando se empezó a sembrar estaba a US$ 420 o US$ 450 y hoy está en US$ 720, cerca de duplicar el precio lo que va a dejar márgenes muy interesantes”.
El último informe de Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP) indica que la tonelada de la colza de exportación zafra 2021 puesto en Nueva Palmira está entre US$ 715 y US$ 720 la tonelada.
Consultado si el precio acompaña la evolución de los otros cultivos, señaló que no porque en el caso de la colza, “el incremento ha sido mucho mas fuerte que otros cultivos”, por ejemplo “la soja estaba a US$ 320 y el año pasado terminó la zafra en US$ 540, pero hoy está en US$ 450, en cambio la colza casi duplica”. En cuanto a “la cebada y el trigo estaban en US$ 220 o US$ 230 y están en US$ 250 o US$ 260. La colza ha sido el cultivo que más se ha disparado en cuanto a precio”.
La disparada del precio se explica “por la demanda de aceites en el mundo, y en Europa es un aceite bastante buscado; otro tema es el biodiesel y los biocombustibles que tendría algo de tracción hacia los aceites”.
Debemos hacer un manejo responsable del cultivo
Pero para lograr posicionarse como país exportador y de grano de calidad, Uruguay debe “corregir algunos aspectos” que tienen que ver con “el manejo responsable de las aplicaciones de algún agroquímico, porque hay algunos que no están permitidos” y Europa realiza “análisis que pueden detectar trazas de paraquat lo que genera dificultades en el destino. Es algo en lo que tenemos que trabajar para ser un país que certifique y que no genere problemas”.
“Uruguay ha tenido algún problema menor” respecto a eso, “pero si no los tuviéramos tal vez podríamos ingresar a mercados de mayor valor. Además, son situaciones que a veces los países lo utilizan como barreras no arancelarias”.
Las primeras cosechas
La colza se siembra entre el 10 y 15 de abril hasta junio y se cosecha en noviembre. “En el inicio de siembra tuvimos alguna complicación con implantaciones que no fueron muy buenas, pero después terminó formándose correctamente. Llegó el invierno que como clima corrió muy bien y terminamos con colzas que están preciosas de ver”, dijo el técnico de Fucrea.
“Recién se está cosechando y los rendimientos son de entre 1.900 y 2.100 kilos”, un volumen bastante inferior a lo que “pensábamos y calculamos a simple vista que rondaba los 2.400 o 2.500 kilos. La realidad es que pasan las máquinas y el total es menos, de todas foras es un resultado muy bueno por los precios que tenemos”, además de que “el rendimiento promedio en Uruguay es de 1.700 o 1.800 kilos, pero pensábamos que teníamos más potencial, de todas formas recién comienza la zafra y hay que esperar”, comentó.
“No va a haber problemas” con la ecuación económica de las empras agrícolas gracias a la suba del precio, incluso alguna chacra podría tener rendimientos menores y tolerarlo sin problema, evaluó.
Suba de fertilizantes y problemas sanitarios
Respecto al aumento de los precios el Ing. Rodríguez destacó que la colza fue el único cultivo que no sintió ese impacto, sobre todo de los fertilizantes que duplicaron su precio.
No obstante, reflexionó que “para enfrentar el aumento de insumos debemos volver a lo que nos pasó hace un par de años, que es hacer una agricultura con promedios por encima de los rendimientos del país. O sea que para hacer márgenes vamos a tener que volver, este verano o el que viene, a rendimientos superiores a los promedios del país. Esa va a ser la alternativa con estos precios de insumos, por más que lo que producimos tenga buenos precios”.
Desde el punto de vista sanitario, hubo algunas chacras de colza con problemas de hongo, “pero se ha actuado y corregido”. “Cuando los cultivos empiezan a ocupar más área se hacen más comunes esos problemas pero hay herramientas para solucionarlo, y así se hizo”.
Todos los comentarios del Ing. Rodríguez fueron hechos a nivel nacional. En cuanto a los productores Crea dijo que los que han optado por el cultivo de colza “se han adaptado y hay interés para que crezca el área y ocupe más espacio”.
El año Niña es un desafío para los agricultores
Por las características del invierno, la colza no sufrió problemas por falta de agua, pero el anuncio de un año Niña es un desafío para los cultivos que se vienen.
El año pasado “fue un año Niña y pegó fuertísimo en Soriano y Río Negro, y de darse nuevamente la estrategia con los cultivos de verano va a ser difícil”, dijo el Ing. Nazar Rodríguez.
Con el clima “se repite lo mismo que el año pasado en el cual tuvimos muy buenos cultivos de invierno pero en general el verano fue malo. Este año el productor tuvo un muy buen invierno, pero en verano va a tener que tomar decisiones sobre qué plantar o no y en qué momento plantar”.
“El año Niña está anunciado, pero nada asegura que se repita en las mismas zonas que el verano pasado, ni que tenga las mismas características”. El verano pasado “tuvo la particularidad que empresas con 50 kilómetros de distancia tuvieron rendimientos muy diferentes por efecto del agua”.
Favorece la siembra de segunda
Cosechada a colza, el área es apta para soja o maíz, aunque también puede haber productores que opten por sorgo.
En ese sentido “otra ventaja que tiene la colza en el sistema, es que frente al trigo y la cebada entrega la chacra recién cosechada unos 20 días antes y eso permite tener una siembra de cultivos de segunda con unos 10 días” de anticipación y ese tiempo “es bastante importante para la siembra de segunda, lo que lo hace que sea una muy buena opción para hacer doble cultivo”.
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