El Dr. Tedesco cuenta su experiencia como productor, es una modalidad de producción muy exigente que asegura y garantiza la seguridad sanitaria, que tanto vale y cuida Uruguay en todas sus producciones.
En noviembre de 2014 fue presentado el primer compartimento ovino, una experiencia de cría de ovinos revolucionaria y única, avalada por la Organización Mundial de Sanidad Animal y que facilita la exportación de carne libre de fiebre aftosa y sin vacunación.
“La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) elabora documentos normativos que definen las reglas -reconocidas por la Organización Mundial del Comercio- para garantizar la seguridad sanitaria en el intercambio comercial, sin por ello instaurar barreras sanitarias injustificadas. En 2005 define que el comercio no puede estar sólo limitado a los animales y productos que proceden del países o zonas declaradas libre de enfermedades y señaló que la aplicación de estrictas medidas de bioseguridad, orientadas a la mitigación de riesgos, pueden ser empleadas en un subgrupo de una población animal, con el fin de garantizar su estado de salud”. El texto corresponde a un artículo que el Dr. Jorge Bonino Morlan escribió en 2019 en la revista del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), estableciendo así las bases fundamentales del desarrollo del compartimento ovino.
Más adelante agregó: “Considerando que Uruguay es reconocido como ‘libre de fiebre aftosa con vacunación’, solo en los bovinos y que los ovinos no están vacunados (desde 1988), amerita la propuesta de compartimento para facilitar el comercio”.
Actualmente en Uruguay los compartimentos no llegan a 20 distribuidos en varios departamentos, pero según los productores se aspira a superar los 30.000 corderos de ese origen enviados a Estados Unidos.
El Dr. Ignacio Tedesco, integrante del establecimiento Santa Leopoldina ubicado en el departamento de San José, dijo a La Mañana que la llegada de los compartimentos posibilitó la exportación de carne con hueso a Estados Unidos: “Por el tema de fiebre aftosa no se podían exportar animales con hueso, solo desosados, y esta figura del compartimento a permitido mandar corderos carcasas con hueso” a ese país.
Santa Leopoldina trabaja con compartimentos desde 2018
El trabajo fue arduo y largo. “La habilitación llevó como 12 o 13 años, arrancó en el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) que además de ser una institución de los productores también se dedica a la investigación, y a partir de ahí es que se hizo el primer compartimento para habilitar el sistema de exportación de carne ovina”, explicó.
“Todo empieza con Jorge Bonino Morlan, que fue técnico del SUL por mucho tiempo y representante de los productores ante la OIE; a través de esa figura que él inventó se puedo acceder al mercado de Estados Unidos con hueso, y nuestro establecimiento empezó a hacer compartimento”.
La familia Tedesco es una tradicional productora de la raza Corriedale: “Mis abuelos, mis padres y yo criamos Corriedale y siempre invernábamos muchos corderos, apareció el compartimento que le da un sobreprecio a la comercialización de los corderos, nos embarcamos con esa modalidad de producción y actualmente seguimos”.
El compartimento tiene exigencias muy estrictas, pero hay que entender que “no es un feedlot”. Hay gente que cree que son producciones parecidas “y no, es todo al aire libre, se invernan en pastura, no son corrales de feedlots sino que son potreros subdivididos con alambrados eléctricos para controlar la pastura”.
Operativa compleja
Tedesco dijo que cada establecimiento maneja el comportamiento con una impronta personal, pero hay determinadas exigencias que son comunes a todos y que se deben cumplir. Por ejemplo, “no puede entrar ganado vacuno, solo ovino, el cual tiene que estar trazado y sangrado por el Ministerio de Ganadería”, Agricultura y Pesca. A su vez valoró el trabajo conjunto de lo público y lo privado: “Lo público controla y lo privado ejecuta”.
Además, la delimitación “tiene que tener doble alambrado, cada persona que entra tiene que registrarse en una planilla, se deben desinfectar los vehículos”.
Respecto a la caravana, dijo que en Uruguay el ovino “no está trazado, pero los corderos destinados al compartimento, sí. Esa caravana cuando se declara en el Ministerio, es como una cédula de identidad” por la que “saben qué animales voy a trabajar en el compartimento”.
El muestreo de sangre que “antes era el 100% y ahora se llevó al 10% por el tema de la pandemia” es realizado por la División de Laboratorios Veterinarios (Dilave), “para ver si están libres de fiebre aftosa. Si todo resulta negativo se permite el ingreso de los corderos en el compartimento y luego de ingresar tienen que estar 40 días en ese sitio y el día 41 se puede embarcar”.
La faena
La faena también tiene sus complejidades. “Hay dos frigoríficos que son los que faenan todo tipo de animales, San Jacinto y Las Piedras, nosotros comercializamos con Las Piedras. Son los únicos frigoríficos que faenan animales de compartimentos y los que más ovinos faenan”.
“Los frigoríficos nos pidieron hacer una contrazafra en la época que no hay oferta de cordero de campo, que en Uruguay la zafra alta de faena es noviembre y diciembre”. “A fin de mes ya estamos terminando con el último embarque” de corderos.
Como en la etapa productiva, la faena también tiene un montón de requisitos. El día de la faena hay que hacer las comunicaciones al Ministerio, coordinar el embarque, debe ir el veterinario responsable, se debe coordinar con la zonal de cada departamento, el camión sale precintado y cuando llega a planta ese precinto tiene que estar cerrado lo que indica que no se bajó ni subió ningún animal. Un funcionario de la planta le saca el precinto. Todo el funcionamiento “es una figura de seguridad en la que interviene la parte pública junto con la privada, y esa coordinación funciona bastante bien”.
Por parte del frigorífico, el día en que se coordina la faena de ovinos de compartimento no puede ingresar animales de otra procedencia.
Predadores y caminería rural
Sobre su establecimiento, Santa Leopoldina, ubicado sobre la ruta 3, el Dr. Ignacio Tedesco dijo que en esa zona no sufre mayores problemas con los predadores, ya que no es una zona donde haya macizos forestales, aunque hay que estar atentos “más que nada con los zorros en la parición de la majada” para lo cual “estamos probando trabajar con burras”.
Por otra parte, Tedesco, que también es presidente de la Asociación Rural de San José, comentó que en ese departamento la caminería rural no tiene los problemas que se ven en otros.
Al haber tantos tambos, los camiones tienen que llegar a los establecimientos lecheros dos veces al día por tanto “es necesario que los caminos estén bastante bien para transitar”, y “comparados con otras zonas del interior están bien mantenidos, el rubro lechería lo exige así”.
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