Mónica Silva proviene de una familia muy arraigada a su tierra, con intensa actividad gremial y de política local. Fue consejera de la Federación Rural y posteriormente asumió como presidente de la Asociación Agropecuaria de Salto.
Encabeza la lista 21, Corriente Renovadora, ¿qué es lo más urgente a renovar hoy en día en la Federación Rural?
Los uruguayos llevamos la democracia en la sangre, nos mueve el hecho de poder votar y elegir, cada uno desde su lugar. Es cierto que los votos que deciden la presidencia de la Federación Rural son de las federadas, pero estas están integradas por la gente de cada departamento y cada zona. Ha creado un movimiento muy importante, con gente que se ha arrimado; federadas que pagaron deudas porque quieren estar y participar. Los periodistas y medios también fueron muy importantes. Con este movimiento ya ganó la Federación.
En nuestro equipo lo que tratamos de defender es que en la mesa de la Federación esté el norte, el sur, el este y el oeste. No es lo mismo producir en el norte que en el sur. El clima cambia y también hay distintos rubros. Debemos tener representantes de cada rubro porque cada uno sabe algo, no conocen todo. Por eso el hecho de que tengamos en la lista gente de todo el país y de distintos rubros es lo que me da muchísima tranquilidad y con esa base es que asumí este desafío.
¿Quiénes conforman su equipo asesor?
Destaco mucho al candidato a la vicepresidencia que es Martín Uría, de la zona de Cerro Largo, ganadero pero también planta arroz. También Héctor Mario Egui, que es agrícola y trabaja en corrales. Ana Araújo y Sebastián Hampe que son ganaderos de Paysandú y Cerro Largo respectivamente, Pilar Camy de San José que es productora ganadera pero con mucho relacionamiento en el sector lechero, Ignacio Cabrera, productor ganadero de Durazno, y de Maldonado están Javier Falco, un médico veterinario y productor agrícola-ganadero, y Cristian Mendoza, arquitecto y productor ganadero. También nos acompañan muchos productores de distintos rubros de varios otros departamentos.
¿Cuáles son los ejes de su propuesta?
Tratar de abrir el Consejo, tener más comunicación y trabajar en base a equipo. Que la gente se sienta parte de la Federación. Queremos liderazgos fuertes y lejos del presidencialismo, con participación de todos los órganos de dirección. El eslogan principal es que la Federación es hija de las federadas, son estas las que tienen que marcar el camino.
¿Cree que las federadas no han sido suficientemente escuchadas en los últimos tiempos?
A veces las conexiones no son las que corresponden, pero también hay que sumar lo político porque pasamos 15 años en que no éramos escuchados para nada y eso incidió. Pienso que hay responsabilidad de los dos lados, tanto de la dirigencia como de nosotros, los que integramos las gremiales. Faltan más visitas, más contactos. Los tiempos son cortos para todos los que estamos en el gremialismo, que es un trabajo honorario y tenemos que compartirlo con una empresa que tiene que funcionar que es la nuestra.
Ahora tenemos la ventaja de la virtualidad. Desde el año pasado es un hecho que nos hemos acostumbrado, incluso aquellos que decían “yo no puedo” y no es así, todos podemos. Hay que luchar por más conectividad en todo el interior porque es un debe de Antel que, si bien ha mejorado y ha dado beneficios a la zona rural, hay una carencia de antenas importante.
¿Qué opinión tiene sobre la preocupación que se ha manifestado por parte de federadas respecto a los problemas vinculados al avance de la forestación?
Estoy de acuerdo en cómo se expidió la Federación en el sentido de que los productores tenemos que tener libertad en lo que queremos producir y en lo que nos es económicamente bueno o nos gusta hacer. Pero hay un problema también que algunos departamentos lo han manejado bien, limitando que no se avance más allá de lo que está decretado, porque ya existen las tierras que son posibles de forestación y eso hay que respetarlo. Hay lugares que pueden plantar más árboles porque son tierras que sirven solamente para ello, pero hay otras tierras productivas donde debemos cuidar que se cumplan las directrices departamentales. Sabemos que la forestadora prefiere tener la tierra cerca de las plantas. Considero que nosotros no tenemos derecho a decidir si un tambero prefiere arrendar su tierra para que planten árboles, pero todo también tiene un límite. No podemos hacer del Uruguay un campo forestal, pero para eso existe la ley que es lo que manda.
¿Qué hacer con el problema de los depredadores en el campo?
Soy una doliente y una víctima de los jabalí, de los zorros, de los caranchos. Hay un proceso también psicológico, nos duele en el alma. A veces se plantan granos en la vuelta y el bicho se va, pero cuando llega esta etapa avanza sobre los lanares. Me ha tocado lidiar también con los perros salvajes, que desgraciadamente son abandonados y luego actúan de manera feroz, haciendo muchísimo daño y eso nos desmoraliza. No ganamos nada si van a chipear los perros que ya están controlados, los que hacen daño son los que no tienen dueño. Y eso Bienestar Animal lo tiene que resolver.
Pero también está el abigeato, que reconozco y agradezco que ha cambiado tremendamente la asistencia que tenemos de parte del Ministerio del Interior. Nos hemos sentido escuchados y protegidos, el tema es que llegan a la Justicia y los fiscales no actúan como corresponde, en eso sí tenemos quejas.
En el aspecto sanitario, en su plataforma ponen énfasis en combatir la bichera. ¿Qué propuestas hay en ese aspecto?
Las ponencias que existen, y siguen estando muchas vigentes desde el Congreso de 2019, son las que nosotros tenemos como ruta. He tenido reuniones con el nuevo equipo de Sanidad que se conformó dentro del Ministerio. Hemos reclamado por garrapata, por brucelosis, por tuberculosis. Necesitamos unas campañas que posiblemente tengan que cambiar o de repente más controles, no solamente desde el MGAP sino que nosotros los productores tenemos que aportar lo nuestro. En una charla que tuvimos con el Dr. Martín Altuna, él nos explicaba de ejemplos que existen hoy en donde se han agrupado los productores tomando una zona y se trabaja en conjunto Ministerio, veterinario particular y productores, controlando hasta los animales en la calle. Son temas bien importantes para tratarlos. Algunos dicen que tenemos que convivir con la garrapata y no sé si es así, creo que tenemos que ponernos las pilas y tratar de eliminarlo como pasa en algunas zonas. También hablamos del capín annoni y del abrojo, de algunas especies invasoras que destruyen nuestro rico campo natural y que debemos combatir.
¿Cuál es su visión sobre la apertura de nuevos mercados para la exportación?
Reconocemos que se han abierto mercados, tenemos alguno pendiente que esperamos que salga. Uruguay internacionalmente está bien posicionado. Somos un país chico y en relación a la producción no nos podemos comparar con nuestros inmensos vecinos, pero apuntamos a la calidad, y eso está reconocido. Pero hay que bajar los aranceles. No solo se pierden mercados con la carne, con los cítricos aumentaron los aranceles y eso impactó fuertemente en la producción. Ahí hay un trabajo de Cancillería muy importante para lograr poco a poco.
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