“El productor uruguayo no suele mirar lo que pierde en cada cosecha por no usar la tecnología adecuada. Se conforma con 100 cuando puede incrementar a 120 o 130, y eso es bueno para él pero también para la economía del país”, dijo el representante de Mainero empresa decana en la fabricación de maquinaria agrícola de Argentina.
“Es muy importante participar de la Expoactiva Nacional” que anualmente organiza la Asociación Rural de Soriano, dijo Sergio Vainstein, director de Salmek International y representante exclusivo de Mainero en Uruguay.
“Hace 20 años que la empresa está en Uruguay” con una participación “permanente en la exposición” que este año se llevará a cabo del 15 al 19 de marzo. Uruguay “es un mercado muy competitivo, nuestras máquinas son de alta tecnología y por tanto tienen un valor agregado importante”, comentó. Eso es fundamental porque si se busca una mayor productividad “hay que lograr una mejor tecnología”, y en Uruguay “el potencial para aprovechar la tecnología en el sector agropecuario es muy superior. Todavía queda mucho margen” para poder seguir mejorando en ese aspecto.
Consultado por La Mañana sobre cómo mejorar, Vainstein dijo que si recorremos el área agrícola del país “vamos a ver muchas cosechadoras modernas”, pero esos equipos “no tienen cabezales con la modernidad que debían en función a la maquinaria. Cuando hablamos de moderno la diferencia es que en la actualidad el cabezal y las plataformas son más eficientes que las convencionales y el resultado es que se logra una cosecha significativamente mayor”.
Ante la pregunta de por qué Uruguay invierte en maquinaria y no en plataformas, dijo que en el fondo hay “una cuestión casi cultural y bastante compleja”. Explicó que el ingreso bruto de Uruguay es de los más altos de todo el continente americano, desde Canadá hasta el sur argentino, aunque también los costos son altos. ¿Qué sucede con esta situación?, que siempre se trabaja con márgenes y esos márgenes de utilidad “podrían ser mayores” si se usara la tecnología adecuada. Pero “hay una suerte de resignación, porque como ganamos algo seguimos ahí tranquilitos sin mayores inversiones”. Entonces “al productor uruguayo hay que decirle: ‘Mal no te va, pero podría irte mucho mejor’, y si la mayoría se moderniza en el aspecto en que estoy hablando, le podría ir mucho mejor al país”.
Hay diferencia en usar cabezales convencionales que de última generación
Es verdad que en Uruguay hay inversión en tecnología, aquí “se ven grandes máquinas, hay siembra directa, se aplica tecnología pero no lo suficiente, porque si invierten US$ 500.000 en una cosechadora ¿cómo no hacerlo con algo que representa el 10% o 15% de esa inversión y completar así el equipamiento? “Se ven muchas plataformas convencionales y se usan muy pocos drapers que por sus características permiten trabajar con mayor efectividad aún en condiciones de humedad disminuyendo las pérdidas y aumentando considerablemente lo recolectado”.
“Nosotros vendemos los únicos cabezales de recolección de maíz que pueden cosechar a cualquier distancia entre surcos en cualquier dirección con lo cual se acrecienta el volumen de la cosecha. Cuando hablamos del rendimiento de los cultivos, ese rendimiento no solo sale de la cosechadora sino de las plataformas y cabezales que se usan porque éstos están relacionado a la productividad de forma directa”.
No porque sí, en Uruguay “los contratistas no cobran la cosecha por cantidad o volumen cosechado, sino por las hectáreas que hacen, cuando en realidad los países eficientes trabajan en función de lo que cosechan. Acá al que cosecha le da lo mismo usar un cabezal moderno que antiguo, eso tiene que ver con la cultura agropecuaria” que hay que cambiar para mejorar.
La diferencia que se da al usar cabezales modernos en lugar de los convencionales depende de diferentes variables como el campo o el estado de los cultivos. “Los convencionales no levantan, por ejemplo, las plantas de maíz bajas o volteadas. La tecnología corrige” esos problemas y las dificultades causadas en “la falta de lluvia o porque llovió demasiado” y la diferencia “puede ser un 20% más en la cosecha, eso es mucha plata”.
Es verdad que cada inversión debe pensarse y evaluarse, “pero es absurdo invertir en una cosechadora que trae un cabezal que sirve pero que al cosechar deja un margen de pérdida que se puede evitar”, reflexionó.
“Los productores hacen la contabilidad de lo que se gana y lo que hay que pagar, no hacen la cuenta más difícil que es lo que dejan de ganar, eso se ignora porque hay conformidad con lo que se gana. Si Uruguay estuviera en una situación como Argentina donde el Estado retacea tanto el ingreso de los productores, la productividad preocuparía más, pero acá es diferente, sin embargo quien acá gana 100 podría ganar 120 o 130, y si la exportación es de 50 millones, podría ser de 60 millones”, la diferencia no es poca.
Otro problema que tiene Uruguay es que “mira mucho por el espejo retrovisor y se pregunta cómo fueron los rendimientos en años anteriores cuando la pregunta es si esos años anteriores fueron totalmente eficientes, y sobre todo cómo fueron nuestros rendimientos en comparación con los países de mejores rendimientos en el mundo, es ahí donde hay que observar”, enfatizó.
Están las condiciones para invertir
Vainstein dijo que este año Mainero volverá a estar en la Expoactiva con su tradicional color rojo, en el estand en el mismo lugar que en otras ediciones, “al fondo” del predio.
“El año que viene Mainero cumplirá 90 años, es la empresa decana en la fabricación de maquinaria agrícola de Argentina y llegamos a la Expoactiva con la expectativa de poder transmitir todos los conocimientos que se han adquirido en ese tiempo, y pretendemos poder mostrar al productor que puede incrementar su producción si incorpora la tecnología correcta, y de darle al productor la posibilidad de tener maquinarias nuevas o renovadas a un precio hasta 40% más económico”.
“Estamos viviendo una conjunción de condiciones positivas como el clima que se enderezó luego de una larga sequía, los precios están entonados, la ganadería funciona bien y ahora también la agricultura. Se dan las condiciones para que el productor uruguayo este más proclive a invertir en tecnología de manera más completa, no solo en lo tradicional sino también en lo último”.
Asimismo, “aspiro a poder plantear en alguna esfera gubernamental” lo ventajoso de facilitar inversiones en lo productivo porque “si logramos impulsar la cosecha todo lo que sea posible a través de la tecnología, se favorecerán los productores individualmente, pero también la producción y las exportaciones del país”.
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