La decisión fue tomada por la Asamblea de los 29 y responde a las dificultades por la que están pasando los lecheros ante la importante caída de producción de los últimos meses. El dinero que ayer fue depositado en la cuenta de los remitentes a la Cooperativa será de libre disponibilidad en un contexto crítico del sector.
La Asamblea de los 29 de Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole) decidió apoyar una reliquidación para sus socios de US$ 0,1674 por kilo de sólido o su equivalente de U$ 0,50 por litro de leche remitido en los meses de febrero, marzo, abril y mayo. Para acceder a este dinero que ayer fue depositado en la cuenta de los tamberos, debían tener respaldo real, o sea el capital lácteo que surge de los descuentos del 1,5% de la remisión mensual. En total Conaprole distribuyó entre sus remitentes US$ 5 millones. A aquellos productores con saldo deudor la industria les retuvo el 40% del monto total, mientras que el restante 60% es de libre disponibilidad de los establecimientos.
El productor Justino Zavala dijo que se trata de un dinero de libre disponibilidad, para comprar alimentos para las vacas, pagar cuentas “o sobrevivir, porque mirá que la cosa está bien complicadita”. Si bien no es trata de una cifra importante, “te da una mano”. Es un aporte que “veníamos reclamando desde las gremiales” a la cooperativa para que analizara más a fondo los números. “Lo que nosotros veíamos era como para que reliquidaran algo”, señaló el productor.
En tanto, para el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Néstor Cabrera, “es una buena medida que les permite a los productores tener un ingreso”. Sin embargo, el tambero indicó que “toda medida que es buena, termina no siendo tan buena por la situación” climática que continúa afectando a los establecimientos. Estableció que durante los meses de abril y mayo se produjo una caída de US$ 9 millones, producto de una menor remisión que “impacta en la economía de los productores”. Remarcó que aún se está a la espera del apoyo financiero del Fondo de Garantía Lechero (Fogale), mientras que las gremiales lecheras han solicitado una reunión con el ministro de Ganadería, Fernando Mattos, para buscar una salida financiera y “darle un poco de oxígeno al sector”. “Lamentablemente, por la situación que estamos pasando los productores, todo es corto”, sobre todo tras el rezago que provocó la pasada sequía. Para Cabrera hay que encontrar salidas que le permitan a los tamberos no dejar de “hacer las inversiones para adelante”.
La principal autoridad de la ANPL dijo que esta época del año es clave porque es cuando las vacas deberían expresar su mayor potencial, “cosa que por las condiciones climáticas no se ha logrado”. Aunque espera una buena primavera que les permita producir reservas “para que el verano no sea tan costoso”, y señaló que “lo que ya se perdió, va a ser difícil recuperarlo”.
Tamberos molestos con el Poder Ejecutivo
“Por lo menos agarramos una plata”, indicó Zavala, que sirve para hacer frente a las obligaciones de las empresas o para invertir en la producción. Para aquellos productores con menos de 3 mil litros, aún resta el apoyo financiero del Fogale, que debería haberse distribuido en abril “y estamos a fin de junio y todavía anda ando vueltas entre los ministerios”. Molesto por este retraso, reflexionó “parece mentira que se aprobó más rápido en el Parlamento que en la interna del Poder Ejecutivo”.
En los últimos dos meses los costos de producción “se han disparado” porque las vacas no están produciendo “lo que tendrían que producir y estamos apelando a un uso más intensivo de los concentrados”. En la planilla los costos de reservas, pastos y funcionamiento del establecimiento son de US$ 0,37, pero en los hechos esa cifra aumenta bastante. Zavala estableció que de los 200 gramos de ración por litro de leche producida que deberían suministrarles a las vacas “ahora capaz que en promedio ya estamos en 300 gramos”. En un escenario de menores niveles de pasturas “seguramente hoy estamos mucho más cerca del empate técnico con el precio de US$ 0,40” por litro de leche y con “una carga financiera descomunal”.
Desde el pico de 2016, cuando “debíamos prácticamente todo el rodeo lechero”, el sector logró bajar considerablemente su pasivo. Señaló que en aquel momento vender todas las vacas del rodeo lechero no alcanzaba para cubrir ese pasivo. Esta situación se agudizó en los últimos 24 meses, que según datos del Instituto Nacional de la Leche pasó de US$ 174 millones a US$ 240 millones. Zavala dijo que los productores se endeudaron durante la pasada sequía para mantener la producción y “ahora esta situación ni siquiera están pudiendo controlarla”.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Néstor Cabrera, junto a otros productores se encuentran en Holanda, donde recorren establecimientos lecheros y plantas industriales. Desde ese país conversó con La Mañana sobre las características de los tambos que hasta el momento habían visitado. La producción lechera de ese país europeo abastece el mercado interno y algunas zonas limítrofes. Distribuidos en todo el territorio, la lechería se desarrolla en 17.000 granjas y cuenta con 1.800.000 vacas. Se trata de establecimientos pequeños “con suelos bajos, bien irrigados y superficies planas”. Por sus características climáticas, sus sistemas de producción son estabulados o semi estabulados y las pasturas pueden durar 20 años. Holanda tiene una población de 17 millones de habitantes. Al referirse al viaje, Cabrera dijo que “siempre es bueno salir porque se ven cosas distintas”, otras formas de producir en el mundo con el cual “nosotros competimos”. Como sucede en Uruguay, también en Holanda la situación de los productores “es buscar siempre el margen”, que no son más de 4 centavos de euro sobre un precio por litro de leche que se ubica en 47 centavos de euro.
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