Sus integrantes están convencidos que tomaron la mejor decisión cuando el 1° de junio de 2018 se conformaron en cooperativa y desde ese entonces gestionan la empresa. Desde entonces estabilizaron la empresa, actualizan su maquinaria para ser más eficientes, tienen presencia en todo el país y elaboran productos de alta calidad.
Promediaba una tarde normal de trabajo cuando La Mañana ingresaba al impresionante edificio, propio de otros tiempos en el cual la arquitectura molinera prestaba suma atención a los detalles. El ruido de los motores, puertas que se abrían y otras que se cerraban, clientes ingresando a pagar los productos que otros funcionarios estaban cargando en la playa de estacionamiento, pedidos que se sumaban. Mientras el periodista espera la entrevista con el presidente de la Cooperativa Nelson Mas le surge una pregunta, que hubiera sido si hace 4 años los trabajadores no hubiesen tomado el riesgo de asumir las riendas de la empresa.
Luego de cuatro años de haber conformado la cooperativa que gestiona la empresa molinera más importante de Florida el saldo es positivo dijo su presidente que además destacó que “logramos la estabilidad de la empresa” que había dado en quiebra dos años antes. Desde ese entonces no solo han estado involucrados en el mantenimiento de la maquinaria sino que además paulatinamente van incorporando nuevas tecnologías que les permita tener una producción más eficiente en términos económicos.
Entre varios caminos eligieron el cooperativismo
Los dos años inmediatos al quiebre de la Sociedad Anónima fueron muy intensos. Sobre la mesa habían muchas posibilidades pero la que más convencía a los trabajadores era la conformación de una cooperativa de trabajo. “Hubo compañeros que quedaron por el camino porque no fueron convencidos” señaló el entrevistado para graficar cuan intensos fueron esos tiempos en que había que decidir cual era el camino acertado para que la fuente laboral no se perdiera. Y la realidad parece confirmar esa apuesta debido a que “hoy estamos con un jornal digno, respetable, trabajamos para nosotros mismos, somos dueños de nuestro propio destino” enfatizó Mas.
“Tampoco es que nos hicimos cooperativistas porque estaba todo lindo, surgió de una necesidad laboral y no había otra opción” explica ante una realidad de falta de empleo por la cual transitaba el departamento. Ser trabajadores implicaba además acceder a beneficios adicionales de parte de instituciones cómo INACOOP, FONDES, MTSS o el Banco República con quién “nos ganamos la voluntad cuando desistimos de cobrar los despidos y seguros de paro” y eso “se volcó todo a pagar parte de la deuda que la empresa tenía con el BROU”. Además tuvieron el apoyo incondicional de la Cooperativa Molino Santa Rosa, que les fueron abriendo algunos caminos importantes por su experiencia de más de 20 años.
Ochenta familias dependen de esta fuente laboral
Actualmente ochenta familias dependen directamente de la Cooperativa Molino Florida. Treinta y tres de ellos son cooperativistas, mientras que el resto de los trabajadores conforman una cooperativa encargada de la carga y descarga y las personas destinadas a los fletes.
Los cooperativistas tienen muy presente la importancia que ha tenido el departamento “desde el día cero” en que decidieron darle un giro a sus vidas y ser protagonistas de sus destino. Una de las maneras de retribuir esa confianza y apoyo implica comprar “todos los insumos que se puedan en Florida”. Parte del trigo lo compran a productores locales mientras que el resto se adquiere en las zonas trigueras del país.
Toda la variedad de productos
Molino Florida produce toda la gama de harinas (desde un cero hasta cuatro), harinas preparadas (para molde, pizzeras, para pan congelados), gofio (un clásico del departamento), toda la gama de cereales, salvados, harinas integrales y variedades de raciones destinadas a la producciones ganaderas de todo el país.
La empresa mantiene presencia en todos los departamentos. Sus nichos de mercado son básicamente panaderías y barracas. Mas señaló la importancia de la producción lechera de la zona donde “la gran mayoría de los productores locales son fieles a la Cooperativa y a la marca”.
Fue la mejor opción que pudieron tomar
El momento para el negocio no es el mejor. Los precios de los insumos aumentan permanentemente, “el trigo sube prácticamente todos los días” y para “seguir sobreviviendo” también es necesario ajustar los precios de los productos, se lamenta el cooperativista que confía en un cambio de escenario en la brevedad.
La cooperativa mira hacia adelante y esto se explica en los proyecto en la cuáles está embarcado. A la renovación de maquinarias también se le agrega la construcción de una planta de silos para el acopio de granos. En este sentido la intendencia es un socio estratégico que les cedió en comodato por 20 años una de las calles laterales con este fin.
Todos están convencidos que tomaron el mejor camino para seguir con su fuente laboral. Para su presidente había y hay una necesidad de sostener este proyecto en un departamento en problemas por la falta de trabajo. Mas defiende el cooperativismo por ser una herramienta que “no tiene fines de lucro, porque siempre va a tratar de mantener el núcleo (de trabajadores), a la vez que fomenta la integración de la familia y que los cooperativistas crezcan”.
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