El Ing. Badiola de Isusa dijo que, ante los desafíos generados por la falta de lluvias, el productor se muestra más prudente, midiendo cada paso.
“Ha sido un año muy malo”, así definió la agricultura de los últimos meses el Ing. Agr. Miguel Badiola, técnico y referente comercial de Isusa. Entrevistado por La Mañana, dijo tener claro el recuerdo la zafra 2017-18 “que resultó muy mala por la seca” de ese momento, pero este año golpeó más fuerte, con productores cuyos rendimientos fueron muy bajos, pero “con un factor de ayuda: el precio internacional de la soja”.
Precisamente, el valor actual de la soja es una de las diferencias respecto a la zafra 2017-18, cuando estaba entre los US$ 320 y US$ 350. “Este año hubo productores que compensaron la pérdida en rendimiento gracias al buen precio que alcanzó” la oleaginosa, consideró.
Por otra parte, “muchos productores que vieron que el año venía con un efecto Niña economizaron al máximo, incluso usando roca fosfórica que es la fuente económica de fósforo más rentable”.
Pero en estas circunstancias difíciles “todos dependemos del productor”, e Isusa “tiene que respaldar al productor y a nuestros clientes en general, estar espalda con espalda, eso es fundamental” porque “somos conscientes que el sector agropecuario ha pasado mucho. En la lechería, por ejemplo, en febrero, hubo por lo menos 2 millones de litros de leche menos en la remisión a planta de Conaprole”.
Por otra parte, “se han resentido las compras: antes eran a corto plazo y ahora se han dilatado en el tiempo: el productor agrícola que compraba a 90 días ahora pide 180 o 210 días, incluso algunos han pedido un año” por lo cual “debemos respaldar al productor que no ha tenido una buena zafra”, enfatizó.
La lluvia y el ánimo del productor
No se trata solo de una zafra mala por los magros rendimientos de las chacras, dijo Badiola, sino que también se da que al no llover el ánimo del productor se reciente, pero “en caso haber precipitaciones cambia total y positivamente”.
“En enero/febrero llovió en Rocha como en ninguna otra parte del país, y el productor estaba con muy buen ánimo; y productivamente el rendimiento promedio de Rocha fue muy bueno en relación a Colonia o San José”. En este último departamento, en promedio se tuvo que enfardar toda la soja porque no llovió en ninguna fase del cultivo.
Eso puede comenzar a cambiar “ahora que relativamente está empezando a llover, que tenemos un panorama climático del año Niño. Si las lluvias se dan en invierno tendremos un antes y un después”, subrayó.
Sin embargo, en tanto no llueva, el agricultor como el ganadero “no van a comprar fertilizantes de la forma habitual, serán muy cuidadosos y haciendo sus pedidos de a poco, con prudencia, tomando medidas cautelares”.
Consultado sobre cómo estima que serán las próximas zafras, Badiola dijo que la información dada por la Universidad de Columbia, “es que en agosto, setiembre y octubre va a llover un poco más de la media normal, capaz que un 20 o 30% arriba de la media y eso es bueno porque en el caso de canola, trigo y cebada vamos a estar, al norte de río Negro, en la etapa de llenado de grano”.
Advirtió que “se pueden dar algunos problemas de fusarium que es una de las principales enfermedades en los cultivos de invierno. Pero si llueve bien y no tenemos problemas sanitarios vamos a tener una buena reserva de agua para poder llenar bien los cultivos y tener mejor rendimiento”.
Es de esperar que también se logre “un buen reservorio de agua para la siembra de arroz porque se necesita agua para las represas que en los últimos años han sido determinantes sobre el área arrocera”. Ya ha habido “chacras de Salto y Artigas que por no tener los metros cúbicos de agua suficiente tuvieron que pasar del arroz al maíz”.
Mercado de fertilizantes.
El técnico de Isusa recordó que el año pasado para comprar un kilo de nitrógeno se necesitaban 5 kilos de arroz, este año son casi 2 kilos de arroz por un kilo de nitrógeno.
Con la apertura comercial de Rusia que ha estado activa en el mercado a pesar de los bloqueos, más los fertilizantes que se obtuvieron de otra procedencia, el resultado es que los precios han bajado: “En el nitrógeno la reducción de precio es del 120%, en el fósforo un 60 u 80% y el potasio tuvo una reducción del 160%. Son datos comparados en esta misma época de junio 2022 con junio 2023, así que este año el productor tiene un insumo más económico”, indicó.
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