Mantener los vegetales sanos es fundamental para la seguridad alimentaria de los países, las plantas sanas contribuyen a erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico.
Este viernes 12 se celebra el Día Internacional de la Sanidad Vegetal. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) “las palntas constituyen el 80% de los alimentos que consumimos”, a pesar de que sufren el ataque constante de plagas y enfermedades que destruyen entre el 20% y el 40% de los cultivos alimentarios cada año”, con lo cual millones de personas quedan sin suficientes alimentos y otras se ven perjudicadas en el comercio y la economía.
Cuando los vegetales son afectados, se genera “un efecto perjudicial en las fuentes de ingresos” de muchas comunidades rurales, ocasionando “pérdidas en rendimientos y pérdidas comerciales”, lo que hace que “las políticas y acciones para promover la sanidad vegetal sea fundamentales” para eliminar el hambre y la malnutrición, reducir la pobreza y las amenazas al medio ambiente.
En Uruguay, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) señaló que sanidad vegetal es “el conjunto de medidas destinadas a la prevención y protección de los cultivos frente a las plagas”.
Para lograr ese objetivo la FAO destaca la necesidad de tomar los debidos cuidados al momento de trasladar cualquier tipo de planta o producto vegetal de un país a otro: “Los productos deben cumplir con los requisitos fitosanitarios” y de esa manera “reducir la propagación de plagas y enfermedades”. No hacerlo implica poner en riesgo la seguridad alimentaria nacional y las economías de los países.
Por esa razón, para mantener inocuo el comercio, es importante implementar normas internacionales de sanidad vegetal, algo que Uruguay entiende y cumple transformándolo en un valor agregado para su producción.
En Uruguay, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través de la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) realiza el control de las importaciones y exportaciones de productos vegetales, con el fin de asegurar el estatus sanitario del país, evitando el ingreso de nuevas plagas, que pueden ser perjudiciales para los cultivos.
El MGAP informó que “a través de las barreras sanitarias de la Dirección General de Bioseguridad e Inocuidad Alimentaria (Digebia) se realiza la vigilancia en la frontera para evitar el ingreso de productos de origen vegetal que pueden introducir plagas que aún no existen en el país”.
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