Salto enfrenta una seria situación de estancamiento, con el turismo termal en su mínima actividad, crecimiento de la desocupación y alto nivel de endeudamiento.
Salto posee un territorio de 14.000 kilómetros cuadrados, 120.000 habitantes y en el entorno de 20.000 desocupados, dijo la doctora Cecilia Eguiluz al ser consultada por La Mañana sobre la situación del departamento. En la misma línea, la presidenta de la Comisión de Turismo del Centro Comercial e Industrial de Salto (CCIS), Flavia Lavecchia, señaló que es el departamento de mayor desempleo en todo el país, una situación que se arrastra desde hace años y que se agravó por la pandemia.
La realidad del departamento “es muy particular generada por la diferencia cambiaria” respecto a Argentina. Erróneamente suele decirse que esa diferencia a veces está a favor de Uruguay y a veces a favor de Argentina, “eso no es así”, porque “lo que dice la historia es que en los últimos 30 años, de cada 8 que beneficia a Argentina sólo 2 benefició a Uruguay. Entonces las empresas del departamento y todo el litoral vienen muy golpeadas por esta situación”, dijo Lavecchia. Otro error es creer que la gente sólo va a Argentina a hacer compras, cuando en realidad “consume diversos servicios, incluso va al médico”.
La pandemia con el cierre de fronteras facilitó que eso se pudiera “medir por primera vez y tener números e información bien detallada porque fue la época en que se trajo menos mercadería y hubo menos consumo del otro lado porque no se podía pasar. Eso arrojó unas cifras escandalosos que en realidad lo que pasó es que si bien todo el departamento ha sufrido con la pandemia como ha sido a nivel mundial y de país, en Salto específicamente ciertos sectores se han visto, no beneficiados, pero no han decaído sus ventas”.
Por otra parte todo somos conscientes que “no es normal que las fronteras estén cerradas y que tenemos que abrirnos al mundo, pero debemos buscar las formas de lograr una apertura buena para el departamento y el país sin que eso nos cause daño” económico ni sanitario.
“Sabemos que hay familias aisladas, hay familias que comparten de un lado y del otro del río y cada situación merecería ser análisis, pero la preocupación es lograr estabilizar la situación sanitaria y no volver a atrás porque el último año y medio ha sido bastante complicado”, reflexionó Lavecchia.
Desde CCIS se le ha trasladado al Gobierno que hay una “preocupación enorme con el tema de las fronteras y el control sanitario”, a su vez también se ha expresado “nuestra preocupación por cómo va a impactar la diferencia cambiaria y lo que va a suceder al momento de la apertura de la frontera”. Son asuntos en los que se está “trabajando con los proyectos de políticas de frontera que son una necesidad para el departamento” y que el Gobierno debe mirar “detalladamente y asesorarse para conocer cuál es la situación”, señaló Lavecchia.
Desempleo, informalidad, pobreza y endeudamiento
Eguiluz por su parte observó que además del desempleo Salto también sufre de la informalidad, la pobreza y el endeudamiento.
Además de tener un “desempleo altísimo” Salto también sufre “un subempleo que se debe al tipo de producción que tiene el departamento” con “una serie de zafralidades que tiene que ver con las plantaciones y durante algunos meses la gente accede a tener un empleo, pero no es durable en el tiempo, no hay una continuidad”. “Al alto desempleo se suma otro elemento que es la informalidad”.
“El otro problema es la pobreza, que se ve no solo en Salto sino en la zona norte del país, es un proceso que sigue aumentando y lamentablemente en la franja de los menores, es una situación complicada para esas familias y el desarrollo futuro de esos niños que están viendo vulnerado su crecimiento y su desarrollo”, advirtió.
Otro indicador es el “importante aumento de asentamientos, todo sin que haya nuevas inversiones ni fuentes de trabajo importantes”.
Además “hay un problema de endeudamiento por parte de los más vulnerables, personas endeudadas con bancos, con las tarjetas, y aún con los comercios de la zona, y eso genera un círculo vicioso de difícil solución hacia adelante”.
¿Hacia dónde va el departamento?
Eguiluz señaló que “otro problema” grave es que no hay una definición “hacia dónde va el departamento, cual es la concepción de desarrollo hacia donde queremos ir. Hace muchos años Salto definió que uno de sus desarrollos tenía que ser el emprender en el turismo y se generaron los pozos termales con los que nos trasformamos en un lugar turístico”.
Después se instaló la Universidad de la República, “empieza a crecer un espacio universitario que ha generado un gran foco de desarrollo con una circulación diaria de entre 4.000 y 5.000 jóvenes que pertenecen a otros departamentos”.
Fuera de esos dos ámbitos se encuentra el puerto que como tal ha dejado de existir y “cuyas alternativas están por fuera de lo que debe ser un puerto comercial”.
La otra actividad importante es la producción de naranjas, la cual “genera movimiento económico pero se ha visto disminuida aunque quedan algunas empresas importantes, y no es un foco de desarrollo que genere crecimiento”.
En definitiva “el departamento no tiene una definición de desarrollo porque el turismo está afectado y lo único que está funcionando dentro de lo esperado que es la actividad universitaria, en todo lo demás no son áreas de crecimiento y no son focos de desarrollo del departamento”, definió Eguiluz.
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