La Asociación Nacional de Productores de Leche espera reunirse en enero con el futuro ministro de Ganadería, Alfredo Fratti, a quien planteará los principales desafíos del sector y posibles propuestas de solución.
A partir del 1º de enero rigen los ajustes de los sueldos rurales, que tuvieron un incremento del 3,61%. En el sector tambero los nuevos laudos nominales van de $ 29.119 mensuales (jornal $ 1165) para los trabajadores sin especializar categoría 1, a $ 40.997 mensuales (jornal $ 1640) el administrador; el ficto por alimentación y vivienda asciende a $ 5672 mensual o $ 227 jornal.
La Mañana consultó a Nelson Cabrera, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) sobre el incremento, dijo que es el resultado de la negociación con los diferentes actores realizada hace dos años, con la participación de las gremiales rurales, los trabajadores y el Poder Ejecutivo. Los ajustes van hasta mediados de este año y a partir de allí comienza una nueva negociación salarial, también con la participación de todos los actores.
“Como en toda negociación, cada parte expresa sus intereses y posturas”, lo que no impide que se arribe a acuerdos “en un marco de buen relacionamiento”, lo que se ve “principalmente en el sector lechero con los trabajadores. Tenemos muy buena relación tanto con los trabajadores como con la representante del sindicato, y cada uno cumpliendo su rol hemos tenido un buen intercambio”, comentó.
Cabrera hizo un paralelismo entre la gremial de productores y el sindicato del sector lácteo: “Nosotros, como gremial, hacemos planteos al gobierno, cualquiera sea este. Podemos llegar a acuerdos o no, pero lo que nosotros tratamos siempre es mantener el buen diálogo y el intercambio, porque creemos que es la única forma de lograr mejoras para todos. No hay otra manera, la clave es juntarse para hablar; de lo contrario, no podemos negociar, y eso es lo que tratamos de hacer permanentemente. A veces llegamos a acuerdos, a veces no, y el Ministerio [de Trabajo] tiene que intermediar, pero el relacionamiento es bueno”, insistió.
Productores de leche esperan concretar reunión con Fratti en enero
Cada vez que cambia el Gobierno se generan “expectativas”, dijo Cabrera al ser consultado sobre cómo observa la ANPL la llegada de Yamandú Orsi a la Presidencia y el anuncio de que Alfredo Fratti será el próximo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Es una expectativa positiva, porque “esperamos poder trabajar como lo hemos hecho desde la ANPL con los distintos gobiernos”, cualquiera sea el partido político al que pertenezca, agregó.
Durante la campaña electoral y antes de que se tuviera idea de quién sería el próximo mandatario, todos los candidatos recibieron el documento “Agenda de Desarrollo del Sector Lechero 2025-2030” que la ANPL elaboró, un texto de 18 páginas que presenta los principales desafíos que enfrenta el sector y las propuestas para su atención.
“La reunión con el entonces candidato Yamandú Orsi incluyó a sus asesores, entre ellos Alfredo Fratti, que hoy es el ministro designado. Allí entregamos el documento que plantea las políticas que entendemos se deben trabajar en el sector”, y aunque el texto fue entregado a las futuras autoridades, “a comienzos de enero pedimos una reunión con Fratti que esperamos que se concrete en los próximos días. El objetivo es avanzar en los temas de la lechería”, agregó Cabrera.
Cuando el encuentro se concrete, se plantearán los temas que la ANPL entiende que son los más importantes, entre los que mencionó el acceso a la tierra, “que es un desafío estructural, la inserción internacional, las relaciones laborales modernas, el fortalecimiento del Instituto Nacional de la Leche [Inale] y apoyar la investigación”.
De las principales propuestas de la ANPL a Fratti, se destaca valorar el Instituto Nacional de la Leche, “un instituto nuevo, pero también muy importante”, expresó. “Aún no sabemos quién estará al frente del Inale, un dato que para nosotros es importante porque es la herramienta que tiene el sector para trabajar, y creemos que se debe fortalecer económica y con recursos humanos”.
El documento entregado a Orsi y Fratti lo dice claramente: “Avanzar en la definición de una ‘Estrategia País’, promoviendo una mejor coordinación interinstitucional”, incluyendo al Inale y Uruguay XXI entre otros, para que se generen “insumos en base al análisis de información comercial e inteligencia de mercados”.
En cuanto al Inale en sí, el texto afirma que es “necesario avanzar en una jerarquización y consolidación”, logrando una “capacidad institucional análoga a la que tiene INAC [Instituto Nacional de Carnes] para el sector cárnico. Esto requiere aumentar sustantivamente su financiamiento, implementar un programa de fortalecimiento institucional que mejore sus capacidades organizacionales y una reestructura que potencie sus capacidades operativas”.
La importancia del Inale la reflejan sus integrantes: allí están “los productores, la industria y los ministerios vinculados al sector”.
Una década de estancamiento
La importancia del sector lechero es algo que nadie discute: “Todos reconocen la importancia del sector lechero para el país, y si es importante debemos analizar por qué la lechería está estancada desde hace diez o doce años en 2100 millones de litros”, sostuvo Cabrera a La Mañana.
“Entre todos tenemos que atacar las causas que hacen que el sector no pueda seguir creciendo, y con ese objetivo es primordial parar la pérdida de productores, que es un tema que nos preocupa”, enfatizó.
El productor recordó que casi el 80% de los productores son pequeños y medianos, con una importante impronta de familias y cultura de la pertenencia. “Nosotros tenemos que encontrar la forma de que los hijos de los productores puedan seguir en la producción y que los pequeños puedan crecer, y así hacer que la producción retome la senda del crecimiento como lo hizo hasta 2013 o 2014”.
Esperando las lluvias
En otro orden, Cabrera dijo que la falta de agua en el inicio de año “enciende las luces amarillas”. A nivel nacional hay un déficit en las precipitaciones, pero “si llueve en los próximos días ese déficit no sería de consecuencias tan graves”, aunque hay que ver cómo evoluciona el clima. “Hasta fines de diciembre veníamos muy bien”, con “una condición hídrica medianamente buena y temperaturas agradables para el ganado lechero”, en vez de los calores propios del verano, recordó.
A partir del inicio de año eso cambió: “Hace quince o veinte días que no llueve de manera importante. Eso complicó algunos cultivos, como los maíces, que tenían prevista la cosecha a fines de enero, pero se debieron adelantar”.
“Hubo problemas con el llenado de granos”, precisó; de todas maneras y “en general”, los productores “pudieron hacer reservas en primavera”.
Respecto a los cultivos de verano y en especial los de segunda, dijo que dependen mucho de las lluvias de estos días, mientras que los de primera, “con mayor o menor cantidad de granos, están llegando a buen volumen en materia seca por hectárea”.
Es cierto que “no se está pudiendo pastorear y eso sube los costos, pero la situación en general es mejor que la del verano de 2023”, período que todos recordamos por la sequía extrema que se vivió a nivel nacional. A diferencia de entonces, este año las pasturas “llegaron bien a fin de año y produciendo, las praderas van a continuar sin pérdidas, a excepción de algún caso particular, y todo eso es bueno”; si además llueve, “la proyección a futuro es positiva”.
A modo de conclusión definió: “Falta agua”, pero es “un momento en el cual el sector no está haciendo implantación de pasturas”, cosa que se realizará en febrero con la avena y en marzo con el raigrás y praderas, “pero si llueve en los próximos días y no falta aguan para ese momento no tendremos una situación tan grave y entraríamos en un otoño medianamente normal”.
TE PUEDE INTERESAR: