Entrando al predio de la Rural desde Lucas Obes hay que desviarse un poco a la derecha para encontrar el galpón de aves y conejos, uno no tan vistoso como el de bovinos y ovinos, pero que no obstante miles de escolares y público en general visitan con entusiasmo año a año.
Son las 9:50 de la mañana en el viernes nuboso, la Expo Prado acaba de abrir sus puertas. Aún así el galpón de aves se encuentra con un público considerable, es que el primer jurado es el de calificación es el de aves y conejos.
Al Prado uno lo podría asociar con las grandes razas bovinas y ovinas, pero la Exposición abarca mucho más, es una muestra agroindustrial de razas animales de varias especies, entre ellas las gallinas.
Gran cantidad de expositores pese a la pandemia
Laurindo Cabral es un productor avícola del Montevideo rural, en la zona del Cerro. “Es una zona tranquila, la cantidad de espacio que se necesita es de por lo menos tres metros cuadrados por animal, si tenés poco lugar. En mi caso tengo entre cincuenta y sesenta, porque produzco dos razas únicamente, hay quienes en la chacra tienen cinco o seis razas”, comenzó diciendo Costa en conversación con La Mañana, en el intervalo luego del pase de jurado en la primera raza.
Laurindo es además presidente de la Sociedad de Avicultores Cabañeros del Uruguay (SACU), y reflexionó acerca de la cantidad de expositores y animales que se presentan este año. “Expositores que han venido este año son aproximadamente setenta, de distintos departamentos del país, de los cuales unos cincuenta pertenecen a la Sociedad, y veinte son del interior”.
Son específicamente 565 aves en total, un número récord en lo que es la Expo Prado. “El número se va superando año a año, a pesar de la pandemia, que complicó bastante”, aseguró Costa. Además del número, el productor destacó la “muy buena calidad” de los animales que se exponen.
La pandemia afectó mayoritariamente a las ventas, dijo Cabral, aunque afirmó que “las hacemos entre nosotros más bien, no es tanto con la industria. Los productores no se querían agrandar porque no sabían cuando terminaría la pandemia, y al no haber mucho contacto también se dificultó. Hay pocas exposiciones y las del interior se suspendieron, y aun así hoy estamos con este número. Si no estuviera la pandemia hubiera sido aún más grande”.
Perfeccionando la genética avícola
Toda la situación la da un destaque importante al Prado para la producción avícola uruguaya, “por el tema de los protocolos no puede entrar mucha gente y eso desanima a algunos, pero hay mucho público”.
“Lo nuestro no es industrial, sino que es más como un pasatiempo, más bien nos dedicamos a los reproductores, la parte genética de mantener las razas puras, pero no a la producción en cantidad, somos criadores que vendemos entre cabañeros, tratando de mejorar”, contó.
Respecto de la importancia de la Exposición para cumplir con ese objetivo, Cabral destacó que “hay muy buen nivel de las razas, eso es lo que tratamos, y para eso son importantes las exposiciones, para que se vea como viene, y vamos midiendo el nivel. El jurado se encarga de ver el animal, si las líneas están dentro de un estándar particular de cada raza, cuando hay algo que no está dentro de la raza queda eliminado”.
El mismo viernes por la tarde, autoridades nacionales visitaron el pabellón de aves a acompañar a los grandes campeones, y el día sábado tuvo lugar en la sala de conferencias la premiación. Durante toda la semana continúa la exposición abierta al público y a partir del sábado quedan a la venta los reproductores.
Se espera continuar con la enorme afluencia de público para ver a los gallos, gallinas y conejos, en lo que es el galpón de animales más visitado de la Expo Prado, “siempre está lleno, ahora hay un poco de control por la pandemia, pero nunca deja de haber gente. Siempre hay alguna persona que les va explicando a todos los de las escuelas y clases, porque hay razas que no las conoce el público en general, las criamos solo nosotros”, concluyó Cabral.
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