A un precio tentador por encima de los U$S 500 la tonelada, el girasol tiene potencial para seguir creciendo y “transformarse en una alternativa al monoproducto de la soja”, afirmó Alejandro Young de Cousa.
Golpeado por los problemas sanitarios y el ataque de las aves –principalmente palomas y cotorras–, el girasol prácticamente desapareció de Uruguay y fue suplantado por otros cultivos que presentaban menos problemas a la hora de producirlos. Pero todo apunta a que habrá un retorno a ese cultivo que, además, suele dar a las chacras una presencia única y colorida.
Alejandro Young, responsable del equipo comercial de Cousa (Compañía Oleaginosa Uruguaya S.A.) dijo a La Mañana que se trata de un cultivo con un muy buen potencial y que bien podría volver a ocupar el lugar de hace unos años.
En la campaña 2019/2020 “un grupo de productores tuvo la iniciativa” de plantear a la compañía un precio para el girasol. “Ese planteo fue en momentos de siembra y nos llevó a armar un plan comercial para esos productores”, contó.
Cousa planeó “un mínimo de producción ya que nuestra planta en Paso de la Arena procesa más de 1.500 toneladas por día y uno no puede recibir un grano por un proceso muy corto porque es muy ineficiente. Entonces pusimos un volumen de piso alto y esa quizá fue una dificultad porque los productores querían probar con un área más chica y se les dificultaba lanzarse con un programa grande”, recordó.
Pero “logramos armar algo que nos sirviera a todos. Ese plan resultó muy bien, fue por un área muy chiquita, nosotros hicimos un esfuerzo porque el volumen era chico y no era lo ideal, pero los productores lo sembraron, les fue muy bien, sacaron muy buen rendimiento en kilos y acá en planta el producto también estuvo bien en cuanto a rendimiento de materia grasa. Fue todo muy bueno”.
Crecimiento para la próxima zafra
Partiendo del éxito del año anterior, en la campaña siguiente Cousa elaboró un plan para 10.000 toneladas.
“El plan estaba referenciado al precio de la soja que semanalmente publica la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP). Se toma el valor de la soja industria y de la soja exportación, y “la media de esos precios se usa como base para una materia grasa del 42%”.
En el último informe de la Cámara Mercantil indica que el valor de la soja industria es de entre US$ 510 y US$ 535, y de la de exportación entre US$ 530 y US$ 535.
A ese promedio, y a partir del 42%, se aplica una bonificación de dos puntos por cada punto adicional de materia grasa hasta el 47%; y de 47% en adelante uno por uno por ciento de materia grasa. “En el año, el promedio de materia grasa estuvo en el entorno entre el 53% y 54% o sea que tuvieron entre un 15 y 18% de bonificación”, precisó Young.
Además de que se debe cuidar el aspecto económico, asegurando ingresos que hagan rentable la producción para todas las partes, los desafíos para los productores pasan por los problemas sanitarios que hace algunos años afectaron seriamente el cultivo. Sin embargo, este “se consideró un riesgo bajo, porque al desaparecer el cultivo desaparece el hongo”, razonó Young.
Otro problema es el de las aves, sobre todo palomas, cotorras y algún otro tipo. Este año no hubo casos de hongos, aunque sí algunos casos de palomas, pero fue un fenómeno “aislado, sobre todo en chacras muy apartadas o solitarias”.
En la zafra 2019/2020 Argentina produjo 3,3 millones de toneladas de girasol, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario. Consultado Young sobre cómo hace el vecino país para sobreponerse a los obstáculos que afectan a Uruguay, respondió: “cuando la producción es muy grande como en el caso argentino, el riesgo se diluye”. Frente a la producción argentina, Uruguay apenas produce algo más de 10.000 toneladas, acotó.
2.000 kilos por hectárea
En Uruguay el rendimiento por hectárea fue de 2.000 kilos, pero se espera que crezca el área para que aumente el total producido.
La producción total del programa de Cousa es de 10.000 toneladas, pero la compañía también se recibió girasol por fuera del programa. “Lo que se manejó fue entre 6.000 y 7.000 hectáreas y un rendimiento promedio de 2.000 kilos, o sea que este año se cosecharon entre 13.000 y 14.000 toneladas”, apuntó.
Desde Cousa se “está analizando aumentar el volumen del programa. A Cousa le interesa que el cultivo vuelva y se reinstale entre las opciones de los productores y ojalá se llegue a un volumen que sea capaz de exportar semillas. Estamos tratando que el cultivo se instale nuevamente y funcione de por sí, sin un programa nuestro, y nosotros comprar lo que necesitamos”.
En ese sentido, “es un dato no menor las compras que se hacen por fuera del programa”.
La finalidad del girasol adquirido es la obtención de proteína como alimento de ganado, básicamente ganado vacuno, y también la elaboración de aceite de girasol que se envasa y vende en los supermercados.
Respecto a la capacidad industrial de Cousa, Young dijo que ese no sería un problema porque se puede recibir el doble.
El potencial productivo está. “Más o menos hay 1 millón de hectáreas de soja, y este año se hicieron entre 6.000 y 7.000 hectáreas de girasol, es un 6% o 7%. “En Cousa tenemos la expectativa de ir por un área más grande” porque además “se favorece todo el sistema agrícola porque les da a los productores la opción de salir del monoproducto soja”.
“Ya llevamos dos campañas que fueron muy satisfactorias en lo productivo” por lo que las expectativas son fundadas y con razones para esperar “que la campaña siguiente siga creciendo. ¿Cuánto crecerá?, hay que ir viendo. Este año la soja aún no se cosechó completamente y cuando se llegue al momento de siembra se deberá evaluar cómo les fue con uno y otro cultivo. La gente se va informando y sabe que la soja ha tenido problemas, pero no así el girasol”.
Exportar valor agregado
¿El girasol resiste la sequía más que la soja?
“Esa es una pregunta para un técnico, pero el dato objetivo es que este año hubo déficit hídrico y el girasol se comportó muy bien, en cambio habría una merma en el rendimiento de la soja”.
¿Qué potencial exportador tiene el girasol?
“El aceite de girasol tiene mucha demanda en distintos países del mundo. Pero es algo para irlo trabajando paralelamente con el crecimiento del volumen, sin ningún problema.
Otro dato que se debe considerar es el valor agregado que añade porque no sería exportar únicamente el grano sino el producto procesado”, respondió Alejandro Young, responsable del equipo comercial de Cousa, en entrevista con La Mañana Rurales.
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