Aunque cada zona del país presenta su propia realidad, el Ing. Bonilla dijo que en general las lluvias llegaron justas para algunos cultivos, y tarde para otros, sin embargo consideró que a nivel país vamos a tener un resultado positivo.
Luego de varios meses de características especiales y muchas de ellas adversas, el Ing. Agr. Juan Bonilla, gerente comercial de Tafirel dijo que “este año la zafra fue muy cambiante, desde el punto de vista climático y de los mercados. La realidad es que cada productor ha ido armando su estrategia a medida que se clarificaban algunas variables”, precisó.
Añadió que con una zafra de invierno “que aportó al sistema, la toma de decisiones con respecto a la zafra de verano se fue realizando cuando las condiciones de humedad estaban dadas, y por esa razón muchas siembras fueron más tardías”.
En cuanto a los precios comentó que “vienen acompañando, aunque si bien poco incidieron sobre el área a sembrar, y los productores están optando por realizar algunas aplicaciones que tal vez si el contexto fuera distinto, no las harían”.
Las lluvias “en general llegaron justas para algunos cultivos, pero tarde para otros”, sin embargo “creemos que a nivel país vamos a tener un resultado positivo”, subrayó.
El cultivo “más afectado” por la falta de agua “fueron los maíces de primera, los cuales tuvieron una faltante de agua desde las primeras etapas, y un fuerte déficit en floración”.
Diferente fue el caso de las sojas que “a pesar de que fueron sembradas con la humedad justa, han recibido precipitaciones aceptables a lo largo de su período vegetativo, y si bien ya han perdido potencial, con estas últimas lluvias y entrando al periodo crítico creemos que el efecto Niña en cierto grado pueda no afectar tanto y cerrar el año con una buena cosecha”, estimó.
Por otra parte, “las pasturas y verdeos de verano fueron los que sufrieron más la falta de precipitaciones”.
Lluvias por debajo de lo normal
Al analizar la situación agrícola por zona, el Ing. Agr. Martín Sosa dijo que en el litoral, centro-sur y oeste, la primavera y el verano han sido “en general con lluvias por debajo de lo normal lo cual ha afectado toda la producción agropecuaria”.
El técnico de Tafirel preció que “la producción forrajera se vio severamente afectada y por lo tanto la actividad lechera fue la más perjudicada”, y “los verdeos de verano principalmente los sorgos forrajeros se implantaron mal, su posterior desarrollo y aporte de forraje fue bastante malo en la mayoría de las zonas”.
El invierno ofreció “pocas precipitaciones a la agricultura, lo cual en gran parte fue lo que permitió lograr una de las mejores zafras invernales. Con algunas lluvias que se fueron dando los cultivos se implantaron muy bien en general salvo aquellas chacras de soja de primera que se sembraron con la humedad muy justa. Esto fue un poco diferente al norte del Río Negro” donde hubo más precipitaciones.
En el área analizada, “las sojas de primera están iniciando su estado reproductivo y si bien no tienen un gran desarrollo les va a permitir retener más flores y chauchas e ir armando su potencial de rendimiento. Las de segunda en general están muy chicas y esperemos las lluvias les permitan retomar su crecimiento”, dijo el Ing. Sosa.
En esa zona del país, “el maíz de primera es el cultivo más afectado y las lluvias llegaron tarde”, por lo cual “los rindes en este cultivo no van a ser buenos y hay situaciones extremas de chacras que se tuvieron que picar para reservas forrajeras”.
Diferente es la situación del maíz de segunda que “se implantó muy bien” y con algunas lluvias se logró “ir aguantando hasta llegar a estas últimas precipitaciones”. Seguramente sea el cultivo que “más capitalice el agua”.
Sin embargo, el Ing. Sosa prevé “que en general no podemos esperar una zafra de grandes rendimientos, más bien normales”.
Finalmente señaló que esta zafra “el girasol tuvo un salto importante en el área, pero arranco desde muy abajo ya que el cultivo había desaparecido del sistema” por lo cual aún “sigue siendo un área muy menor.
Al norte y este, la soja podría tener rindes de 2.500 kilos
Respecto a la zona este y norte, el Ing. Luis Techera dijo que allí “la agricultura se reduce básicamente al verano, y por tanto al arroz y a la soja”.
Por “efecto de la Niña” se entró “temprano a las chacras, lo que generó fechas de siembra tempranas” con el arroz “generando un porcentaje interesante del área con buen potencial, si nos referimos a fecha óptima de siembra. Ese potencial se pudo mantener por la buena luminosidad, temperatura y horas de sol que hubo durante gran parte de la etapa vegetativa y período crítico del cultivo en las chacras más tempranas, aunque cierta proporción del área estuvo al límite en las reservas de agua”, complementó.
“En gran parte de las sojas el partido se está jugando ahora, donde las chacras sembradas en fecha se lograron mantener durante el estado vegetativo con poca agua, pero ahora realmente se van armando bien, y están entrando al período crítico con buena cantidad de nudos y sin limitantes de humedad”. “Seguramente se logren rindes en torno a los 2.500 K/Has”, estimó.
La lluvia en los frutales
En el sur y litoral sur, “se está cosechando pera, durazno, ciruela y algo de pelón. También manzana de la variedad Gala, el resto de las variedades se cosecharán más adelante”, dijo el Ing. Franco Maschio.
A pesar de que “el déficit hídrico se sintió en las primeras etapas de desarrollo de frutos”, las lluvias recientes y el cambio de temperatura “tuvieron una buena respuesta en perales y un impacto muy positivo en algunas variedades de manzana, observándose en una notoria mejora en el color y en el calibre del fruto”.
Destacó que en lo sanitario se está dando “una buena zafra” y que “las condiciones climáticas durante los próximos días van a ser determinantes” en ese tema.
Sobre el cultivo de vid dijo que “está en proceso de maduración, por lo cual un exceso hídrico en esta etapa puede ser contraproducente” para la calidad de uva.
“Una propuesta amplia”
El Ing. Bonilla dijo que “desde el punto de vista de los insumos”, Tafirel cuenta “con una propuesta muy amplia de fitosanitarios y bioestimulantes”, y actualmente “se está aplicando a buen ritmo productos para chinche, como son el Dhyno y Geotrin”.
“Esta zafra se lanzó un nuevo insecticida Dhyno Flex, que cuenta con las ventajas ya conocidas del Dhyno para el control de chinches, pero agrega volteo y amplía su espectro”, anunció.
A las lluvias tardías y justas, Tafirel “las complementa con las aplicaciones de bioestimulantes con Ca y B de manera de favorecer la floración y luego con K para un mejor llenado de grano”.
Amigables con el medio ambiente
El Ing. Agr. Santiago Ferrés de Investigación y Desarrollo dijo que Tafirel apuesta a “opciones amigables con el medio ambiente” sin perder la meta de “facilitar al productor el acceso a productos que cumplan con sus exigentes necesidades”.
En ese sentido este año “tendremos algunos de productos nuevos, con la idea de ampliar las herramientas a la hora del control principalmente de chinches y arañuelas, aunque con un espectro lo suficientemente amplio como para controlar otras plagas como lagartas en una única aplicación y sin la necesidad de una receta profesional. Dhyno Flex es la combinación ideal para las aplicaciones en nuestras condiciones”, señaló.
También anunció novedades “enfocadas en los cultivos de trigo y cebada para malezas difíciles de controlar como raigrás y balango. Sabiendo de los problemas en cuanto a tolerancias y resistencias algunos herbicidas estamos abocados a la búsqueda de opciones y modos de acciones diferentes que permitan la rotación de activos y permitan mayor duración de las herramientas”.
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