Una buena implementación del seguro por ataque de perros sería un instrumento para recomponer el stock ovino.
El martes 6 de setiembre, la Comisión de Ganadería de la Cámara de Diputados recibió una delegación del Banco República integrada por su presidente, Salvador Ferrer, el vicepresidente Alejandro Lafluf; el segundo vicepresidente Max Sapolinsky, los directores Pablo Sitjar y Leandro Francolino, y el subgerente general Gustavo Gomila.
Para el BROU “el sector ovino es muy relevante” en cuanto se trata de “uno de los grandes protagonistas en la historia del desarrollo económico y social del Uruguay”, dijo Ferrer. Es una actividad que “radica a la población en el medio rural” por su capacidad de generar empleo, “algo tan importante para nosotros hoy, en particular en el norte del país”. Por eso el banco mantiene vínculos con la institucionalidad vinculada al rubro, además de que “Uruguay continúa siendo un exportador relevante de carne ovina y de lana sucia y peinada, sector que todos sabemos que ha pasado por dificultades, pero sigue orientado al mundo”.
“Todos compartimos las preocupaciones del sector, el riesgo que corren los ovinos por los ataques de depredadores o de jaurías en particular” que causan mucho daño “sobre todo al pequeño productor”, por lo cual “entendemos que lo anunciado por el Banco de Seguros respecto al seguro ovino es una muy buena señal. Es una iniciativa que tiende a mejorar las posibilidades de negocio, cubriendo el riesgo de ataques de depredadores”, comentó.
Gustavo Gomila por su parte señaló que “las ovejas están en los campos más marginales o en los campos más pequeños, donde no llegan otras explotaciones”.
Señaló que “a los grandes productores no le llega” el problema de las jaurías, pues éstas afectan “a los más pequeños, a los que están más cerca de los poblados, donde vemos muchos campos que están llenos de chircas”.
El jerarca subrayó que “el seguro no es solo económico, sino que refiere a la tranquilidad de los productores porque no es fácil cuando se levantan y ven ocho o diez ovejas muertas y otras tantas heridas, mordisqueadas. Los productores nos lo han comentado”, expresó.
El seguro es “perfectible” aunque “los productores más pequeños no lo vieron como una salida”, pero en el banco “lo que más nos interesa es apoyar a los pequeños productores para que se sigan manteniendo en la campaña”, y para ese objetivo “el rubro ovino es fundamental”.
“En los otros rubros, el BROU está incursionando o ha tomado algunas medidas alternativas. Nos está yendo bien, pero uno de los debe es en la oveja y entendemos que en las garantías y en el seguro a los pequeños se nos va un poquito en lo que queremos hacer foco para apoyar”.
Pablo Sitjar en tanto recordó que según las estimaciones del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca “la pérdida anual por ataque de perros estaría en el entorno de los US$ 700.000”. “Si estamos pensando en pequeños productores, podemos dividir esa cifra a la mitad y la pérdida económica es de US$ 300.000 o US$ 400.000”, dijo y agregó: “Realmente podemos repoblar la campaña y sobre todo la periferia de las ciudades del interior”, pero “debería ser un seguro sencillito porque el Banco de Seguros del Estado no va a generar un seguro de ese tipo, porque el costo fijo sería enorme”.
Sin embargo, el BROU junto con el Banco de Seguros, con un seguro simplemente por muerte a causa de los perros, US$ 300.000 entre lo que pueda pagar por prima, la tasa de interés y la baja del costo de monitoreo cuando se muere el animal, con el gerente del banco en la zona resolviendo todo, de esa manera, razonó, “rápidamente se podría destrabar un producto para aumentar el stock ovino”.
Soluciones para todas las necesidades agropecuarias
En otro pasaje de su intervención, el presidente del BROU, Salvador Ferrer subrayó que Uruguay es un país “agroindustrial exportador por excelencia”, ese es el “motor de la economía”; “el desarrollo económico del Uruguay tiene un pilar ineludible en todo lo que es el sector agroexportador y la vocación del BROU, hasta por mandato institucional, es ser su principal soporte”.
En ese sentido, el banco considera que “existen soluciones para todas las necesidades del sector agropecuario y, de no haberlas, estamos prontos para desarrollarlas”. Esas soluciones son el financiamiento del capital de trabajo, el fideicomiso ganadero, financiamiento para el cultivo, la siembra, la cosecha hasta la comercialización; en ganadería hay financiamiento para la alimentación animal, la compra de ganado.
El banco también puso el foco en la lechería atendiendo “unas cuantas industrias lácteas más pequeñas que presentan dificultades, y donde estamos convencidos de que el aumento de la cuenca lechera es funcional a las soluciones” que pasan por el Tambo Joven, el crédito para la expansión productiva, el anuncio sobre el financiamiento para el agua en la parcela que permite aumentar de forma rápida la productividad del sector. “También tenemos una importante oferta de alternativas para el sector forestal”, añadió.
Además, “hace unos meses anunciamos financiamientos a plazos de quince años para la compra de campos, inclusive para pequeños productores hasta veinte años”, lo cual fue bien recibido. No obstante, varias gremiales “nos han planteado la posibilidad de revisar e ir a plazos más largos y hace unos días aprobamos la extensión hasta treinta años” para los pequeños productores (hasta 300 hectáreas).
Microfinanzas
Alejandro Lafluf subrayó el rol que cumple Microfinanzas como un “importante brazo” del BROU. “Nos aseguramos que Microfinanzas tuviera una presencia en todos los departamentos” ya que “complementa todo lo dijo por Ferrer en cuanto al abordaje de todos los pequeños productores”.
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