El gerente de Central Lanera, explicó la resolución que causó polémica y reivindicó el rol de las cooperativas, particularmente en momentos de dificultades. Aseguró que en la próxima zafra cualquier productor podrá arrimarse y participar en igualdad de condiciones.
En un comunicado interno Central Lanera Uruguaya informó a sus productores remitentes que no tomará lotes de lana mayores a 21 micras. En el texto se explicó que la medida se tomó “por la situación del mercado, que continúa sin demanda por lanas cruza. Adicionalmente, las señales en el corto plazo no son nada auspiciosas, dados los pronósticos para la economía global, en Europa y China”. Central Lanera tiene en stock lanas cruza “sin vender y no podemos seguir peinando para stock indefinidamente, sin tener una colocación clara”.
La Mañana consultó al gerente general de Central Lanera, Diego Saavedra, sobre la resolución. Dijo que se trata de “una decisión que la cooperativa toma todos los años”, lo que pasó es que ahora “hubo opiniones de quienes desconocen la operativa de Central Lanera y hablan livianamente sin tener todos los elementos”.
“Todos los años en nuestra operativa cerramos las inscripciones, porque nosotros no compramos lana, lo que hacemos es que el productor inscribe la lana, compromete su lote y cuando está pronto esos lotes se levantan y contra eso tiene derecho a una serie de beneficios y servicios”, explicó.
El comunicado interno, para evitar confusiones, “tal vez tuvo que haber dicho que ‘como todos los años en esta fecha, cerramos las inscripciones’, porque es lo que normalmente hacemos” en esta época del año. El cierre de las inscripciones es una manera de “evitar la especulación y los oportunistas que van orejeando el mercado”.
La diferencia de este año fue que quedó “entreabierta la puerta para los lotes finos que pudieran llegar y con la discrecionalidad que tiene cualquier empresa diremos si o no. Ese es el espíritu de la comunicación” que causó tanta polémica.
Por otra parte, enfatizó que en Central Lanera “nos debemos a las cooperativas y a nuestros productores remitentes. El resto no es parte de nuestro público de interés salvo que ellos tengan voluntad de integrarse o que nosotros queramos integrarlos a la cooperativa, pero acá no estamos dejando a nadie afuera, ningún productor quedó afuera”, enfatizó.
“Lo que hicimos fue avisar que hasta acá llegamos, el que no inscribió su lote que lo haga, y con esa medida evitamos a los oportunistas porque el mercado esta muy trancado y ahora aparece gente con varias zafras guardadas y ofrecen su lana”. De todos modos, “nosotros no compramos lana sino que la inscribimos para que participen de la operativa del precio promedio como fijar precio”.
Saavedra cuestionó que quienes “han salido a opinar son gente que no remiten a la cooperativa, tienen poca información, desconocen el funcionamiento y la operativa de Central Lanera, entonces quizá están razonando en forma errónea”.
También reflexionó que “llama la atención que durante los dos años de la pandemia, cuando el mercado estaba muy trancado, Central Lanera fue la única empresa que mantuvo los adelantos para lana y cordero, y ahí no se escuchó ninguna voz diciendo que bien la cooperativa que está defendiendo a los productores”.
“Son los productores no remitentes de Central Lanera los que tienen lanas gruesas en sus galpones, porque éstos han estado inscribiendo todos los años. Cuando en la próxima zafra abramos nuevamente las inscripciones, cualquier productor podrá arrimarse y participar en igualdad de condiciones que cualquier otro productor remitente”, aseguró.
Afinar o no es una decisión de cada productor
Consultado si la única solución es la de afinar, Saavedra dijo que esa “es una decisión de cada productor y depende de su sistema de producción. Claramente depende del balance que se le quiera dar a la producción de lana y carne. Se puede ir a la lana fina y que en ese proceso se pueda sacrificar producción de carne, pero hay muchos que tomaron esa decisión. También están los que se especializaron en la producción de carne y concentran todos sus esfuerzos en eso, lo cual está muy atado a la tasa reproductiva que tengan, a la alimentación, etc.”.
“Nosotros como empresa de productores que manejamos carne y lana, porque sabemos que el negocio es de carne y lana, dejamos que cada uno tome su decisión. No decimos que haya que producir lana fina y nada más. Cada productor tiene determinado tipo de campo, que cambia según el tamaño, los tipos de suelo, las condiciones para producir y la vocación de producción de cada uno”. De todas maneras, “las propuestas tecnológicas están”.
“Lo importante es que cada uno sea bueno en lo que decide hacer. Lo que no puede pasar es que se produzca más o menos en lana y carne, porque ahí sí los números no van a dar”.
Momentos complicados
Al observar la situación internacional Saavedra comentó que los últimos meses no han sido fáciles en ningún aspecto, con dos hechos muy importantes que inciden, uno es la guerra en Ucrania y lo otro el cambio en la actitud compradora de China.
La guerra en Ucrania “provocó diversas crisis: monetaria, energética, golpeó la confianza de los consumidores, la inflación en países desarrollados, devaluación de la moneda, todo eso impactó mucho mas allá de lo que se esperaba. Y está impactando sobre todo en Europa que es el mercado por excelencia para la colocación de lana”.
En cuanto a China, “cambió su actitud en la compra de carne ovina y vacuna y eso llevó a un desmoronamiento de los precios que en dos meses bajaron en el entorno del 30% y sorprendió a todos los agentes de la cadena. Y eso tiene un impacto en la economía de todos los productores”.
“Para el sector ganadero son momento complicados y difíciles, que en lo local se sumó la seca”.
El ovino es un llamador para la juventud
El gerente general de Central Lanera también se refirió al vínculo que se genera entre los jóvenes y los ovinos, y destacó la importancia de las cooperativas como puntal de desarrollo del país.
Diego Saavedra señaló que “se da la particularidad de que el rubro es muy atractivo para iniciarse en el sector y la producción, entonces lo jóvenes pueden comenzar con una majada chica, le piden al padre un pedazo de campo o arriendan y siempre es más fácil poblarlo con ovejas”.
“El ovino tiene una relación estrecha con quienes intentan iniciarse en el negocio ganadero porque es el que permite ingresar de forma rápida, además de que sobre capital invertido siempre es rentable, más que el vacuno”.
Por eso, “la oveja es buen llamador de la juventud, y lo que vemos es que los jóvenes están ingresando al sector ganadero con mayor preponderancia de los ovinos”.
Sobre las cooperativas dijo que “siempre están, más en los momentos difíciles” porque “somos empresas privadas que nos debemos a nuestros dueños que son los productores socios o remitentes. No somos de las empresas que cuando las cosas están mal se van o cierran y eso hay que resaltarlo, porque cuando los momentos son buenos siempre se olvidan de la cooperativa, pero cuando empieza la tormenta vienen a refugiarse”.
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