Fabio Montossi dijo que en el siglo presente “la ciencia y la tecnología son elementos esenciales y la Asociación de Producción Animal que está realizando un nuevo congreso tiene mucho para contribuir”.
Se está desarrollando el 7° Congreso de la Asociación Uruguaya de Producción Animal (AUPA), evento que cuenta con destacados exponentes nacionales e internacionales y que finaliza este miércoles 15 de diciembre.
Declarado de interés ministerial por los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca, de Turismo, y de Educación y Cultura, el evento cuanta con el auspicio de la FAO, la Agencia Nacional de Investigación, las facultades de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de la República, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, y la Asociación Latinoamericana de Producción Animal.
El presidente de AUPA, el Ing. Agr. Fabio Montossi, dijo a La Mañana que la Asociación “fue creada fundamentalmente para generar espacios de diálogo y debate sobre el tema que hacen a la producción animal” abarcando todo el arco que va desde el productor al consumidor, contando para eso con la “integración del sector público y privado, y contribuyendo fundamentalmente a la capacitación de productores, técnicos y estudiantes. Es un espacio de la institucionalidad agropecuaria ligada a la ciencia y la tecnología”, siendo “transversal a la Universidad y demás organismos vinculados”.
Agregó que AUPA está en las instancias finales de contar con personería jurídica con lo cual se obtiene “otro peso institucional”.
El “interés particular” de la Asociación “es acercar el agronegocio a los espacios de la ciencia y la tecnología” con el fin de “mejorar la competitividad”. Además, en este siglo, “la ciencia y la tecnología son elementos esenciales y AUPA tiene mucho para contribuir en ese escenario”.
Los pilares de la producción
En 25 años los cambios que se han visto son muchos, pero lo que “permanece en el tiempo” es el poder “mejorar la producción y la eficiencia de la producción a través de cuatro pilares que son la salud animal, la nutrición, el manejo y la genética, eso sigue siendo pertinente” cualquiera sea la situación, dijo Montossi.
Asimismo, “hay temas que han ido tomando fuerza en estos 25 años”, ellos son “el concepto de una sola salud, o sea la incorporación de los animales, la salud ambiental y la salud de los humanos. El segundo elemento es la mayor sensibilidad a los temas de bienestar animal; otro es el cambio drástico en la ciencia y la tecnología con avances muy disruptivos que han transformado la forma de hacer negocio y la forma de hacer ciencia. También la necesidad de una mayor capacitación a nivel de cualquier actor de la producción animal para estar acompañando los cambios que están ocurriendo. Y no menos importante es la mayor preocupación por el impacto ambiental de la producción animal”, enumeró. “Son todos elementos que hacen a la agenda”.
Una visión integral
Consultado sobre el impacto de la producción en el medio ambiente que es uno de los temas de mayor sensibilidad global, el presidente de AUPA dijo que ese es “un elemento clave” en las consideraciones e intercambios sobre el papel de la ganadería en la actualidad.
Para su abordaje “hay que tener una visión integral, ambiental, productiva y socioeconómica” para entender y evaluar a cabalidad hacia “dónde va el mundo y Uruguay tiene una buena oportunidad de acompañar esa tendencia”.
El cuidado del medio ambiente es un “problema global que afecta a todo el planeta a pesar de que la producción animal no es la principal proveedora de gases de efectos invernadero”.
En Uruguay la ganadería “es parte de la solución” a los problemas medioambientales “porque cuando uno mira la producción vinculada al pasto con la incorporación del monte artificial o el monte nativo, claramente implica una visión distinta además del rol estratégico que cumplen las proteínas de origen animal de alto valor biológico para el desarrollo del ser humano en sus diferentes etapas, desde el embrión hasta la edad adulta mayor”. La carne “es importante y juega un rol clave” en el desarrollo humano.
Si en las observaciones sobre las emisiones de gases de efecto invernadero incorporamos el secuestro de éstos, quedamos “en situaciones mucho más beneficiosas que la de ser parte del problema”, definió.
Por otro lado, además de ser una fuente nutricional excepcional para el ser humano la ganadería también cumple funciones biológicas “manteniendo la biodiversidad” y “desempeña un rol clave en el desarrollo socioeconómico del planeta dado que hay 3.000 millones de personas vinculadas a la ganadería en los distintos estratos”. Por tanto no es un dato menor la importancia de “adecuarse y tener una ganadería transformada frente a los desafíos y oportunidades del presente, y esa es un poco la estrategia que estamos tomando, porque ahí la ciencia y la tecnología, a través de un bienestar y salud animal están emparentados con menor emisión de gas de efecto invernadero” dado que “hoy hay herramientas genéticas que nos permiten reducir las emisiones a través de las mejoras genéticas ya sea por la eficiencia de conversión o por la reducción de metano”.
“Todo lo que es la mejora de la eficiencia reproductiva animal y también lo que tiene que ver con una menor edad a la faena de los animales logra que haya menor cantidad animales improductivos y a su vez logramos mejorar la cantidad y calidad del producto final”, explicó.
A su vez, las pasturas juegan un rol destacado tanto en la producción como en el cuidado del medio ambiente. Cuando se las incorpora en las rotaciones ganaderas “se están sumando las propiedades químicas del suelo que la agricultura sola no lo podría hacer”, además de el correcto manejo de ese campo natural da “la posibilidad de mejorar la productividad” y lograr “mayor secuestro del carbono”.
“La proteína animal es irremplazable”
La publicidad adversa al consumo de carne parece ir avanzando en todo el mundo con el surgimiento de productos que simulan ser pero no son de origen animal. Sobre qué puede hacer Uruguay, el Ing. Montossi dijo que “hay estrategias que deben tener una coordinación global entre los gobiernos y el sector privado”.
La carne “es una excelente fuente de proteínas de alto valor agregado” y “no es posible pensar en la vejez adulta o tener un desarrollo neonatal y en los primeros mil días de vida con todo lo vinculado a la capacidad cognitiva de la persona, si no se tiene una fuente de proteína de origen animal. Y ni que hablar los problemas de anemia y los temas vinculados a eventos fisiológicos de la mujer. En ese sentido la proteína animal es irremplazable”.
Otro punto de vista es el de las asociaciones de la carne con el cáncer: “No hay ningún estudio que sea realmente robusto que pueda concluir con una asociación causa efecto con el cáncer y el consumo de carne roja magra. Hoy no se puede llegar a determinar una asociación con esa enfermedad”, subrayó. “Cuando uno va a esos estudios sobre el tema, los fatores predisponentes son varios respecto al cáncer y no se ha podido hallar una relación causa efecto con respecto a la carne. Las pandemias vienen por otro lado” y están más vinculadas a los azúcares y harinas.
Por otra parte, con “sólo ver la esperanza de vida del uruguayo en términos internacionales, estamos como un país desarrollado y somos los de mayor consumo de carne en el mundo”, observó. “No estoy haciendo una apología de la carne, sino que vemos a la carne como parte de una dieta diversificada con legumbres y verduras y asociada también a la vida sana con deporte y sin consumo de tabaco”, concluyó.
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