Ni siquiera de los viejos molinos se puede extraer agua. “Las napas están bajísimas” y ya muchos pozos que hasta ahora se usaban están secos. Para ser más gráfico, algunos lugares del arroyo El Sauce en Casupá del departamento de Florida “se ven casi cortados”, algo que para el productor Ricardo García Pintos “es histórico”. Los productores agropecuarios están en alerta máxima y las expectativas de lluvias para estos días son alentadoras.
El productor ganaderos dijo que los tajamares más grandes son los que aún lucen con agua, aunque si no están cercados y con un bebedero, se parece más una chocolatada que agua de lluvia. Los animales se ganan aguas adentro buscando un refresco y ese pisoteo termina revolviendo el barro que también se va evaporando a medida que pasan los días sin lluvias. Seguramente ese consumo de agua barrosa les haga seguir perdiendo peso y en los próximos días presenten problemas sanitarios.
Las pasturas en el centro del país son dispares, contó García Pintos a La Mañana. Las mayores complicaciones están por el lado de aquellos productores que no ajustaron las cargas y tienen muchos animales que han dejado sus “campos pelados”. La peor parte vendrá en el invierno cuando deban enfrentar las situaciones propias de la época y sumen el arrastre de todos estos problemas.
Los ovinos se desprenden y la agricultura sufre
El productor se quejó de los precios por las nubes de las raciones que podrían ser una salida como suplemento del ganado. Sin embargo, a pesar del gasto de comprar estos alimentos, dijo que en el caso de las categorías jóvenes se explica por la performance de 3 a 1 que respalda una inversión así.
El caso de los ovinos es más alentador. Las majadas están en perfectas condiciones. Los animales no presentan problemas intestinales ni podales, lo que se podría tomar como un “golazo de media cancha” si se tiene en cuenta el escenario de déficit hídrico del país.
Aunque en esa zona de Florida no hay una fuerte presencia de la agricultura y la que existe es un sistema de rotación para limpiar los campos, el estado de las plantas es variable dependiendo de qué se trate. Para el caso de la soja, hay una buena población de plantas, pero muy achicadas por el impacto de la falta de lluvias. García Pintos dijo que los maíces están totalmente comprometidos y las alfalfas, que podrían haber aportado mucho en verano, “están muy quedadas”. Los sorgos no escapan a ese escenario y presentan “poca producción”.
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