A contramano de las expectativas previas, las exportaciones de bienes en 2019 no cayeron y terminaron recaudando algo más que en 2018.
En el acumulado a fin de año, las exportaciones totales sumaron US$ 7.639 millones de dólares, un 2,2 % superior al año anterior.
La valorización de los embarques de carne vacuna, debido a la demanda china, así como la recuperación de la producción de soja, explican básicamente los resultados positivos.
No están considerados los embarques desde zonas francas, que no releva Aduanas pero sí el instituto Uruguay XXI; los rubros más importantes son la celulosa (se restan los ingresos de productos como la madera a las zonas francas), concentrado de bebidas (Pepsi Cola), productos farmacéuticos, entre otros. Con esa corrección, las exportaciones de bienes trepan a USD 9.146 millones, apenas 0.7 % mayor que las de 2018.
Los rubros agropecuarios representan la gran mayoría de los volúmenes físicos y de los montos en dólares recaudados
Como es la característica de nuestras exportaciones, los rubros agropecuarios representan la gran mayoría de los volúmenes físicos y de los montos en dólares recaudados.
Basta repasar el listado de productos exportados para observar dicha realidad. Como puede apreciarse, de los 10 rubros que encabezan el ranking, los 5 primeros y 8 del total corresponden a productos de base agropecuaria, con distinto grado de elaboración.
Ranking de productos
Siguiendo la metodología de Aduanas, este año fueron las carnes y las menudencias los rubros que ocuparon el primer lugar en el ranking, que sumaron US$ 2.048 millones. Esos montos equivalen a casi el 27 % del total de los dólares exportados. Le sigue la soja, que logró una recuperación extraordinaria respecto a la desastrosa cosecha anterior, signada por la sequía del verano de 2018. En 2019, con US$ 1.041 millones, representó el 13,6 % del total de los dólares recaudados.
Veamos más en detalle la relevancia del rubro ganadero de carne.
La metodología que maneja INAC en sus indicadores, que agrupa todos los productos cárnicos, arroja cifras superiores a la de Aduanas, ya que incorporan subproductos de la faena no comestibles, como las grasas con destino industrial. De ese modo, las exportaciones del “rubro cárnico” alcanzan los US$ 2.182 millones, que representan el 28.6 % del total.
Las exportaciones uruguayas de cortes desosados se realizaron a valores significativamente superiores y el consumidor doméstico fue bien atendido: todo ganancia
Los rubros ganaderos
Pero hay más: para definir con precisión las exportaciones aportadas por la ganadería de carne, a dichos montos hay que sumarle las exportaciones de animales en pie, que sumaron US$ 100 millones, con lo que la cifra trepa a los US$ 2.285 millones, prácticamente el 30% del total exportado.
Este rubro, la exportación en pie de ganado vacuno, sufrió este año una abrupta reducción: pasó de US$ 271 millones en 2018 a US$ 100 millones (más US$ 3 millones que corresponden a otras especies) en 2019.
Estrictamente, no todas las exportaciones de animales son cárnicas, porque también se realizan ocasionales ventas de ganado para leche, o reproductores, pero son cifras menores, y a la larga, presumiblemente, todos terminan como carne en frigorífico.
Las variaciones en la exportación de animales carniceros se deben fundamentalmente a la caída de la demanda de Turquía, el comprador hegemónico, que suspende circunstancialmente los permisos de importación por razones no previsibles de política interna.
La caída en la producción exportable a Turquía, puede verse como una inversión al retener animales que habrán de engordar en el país, y producir importantes volúmenes de carne en uno o dos años para adelante
No sólo por Turquía: la reducción de esta opción comercial se debe en gran parte a la valorización de los terneros provocada por la apetencia de los invernadores locales, estimulados por la perspectiva que genera la demanda de carne desde China, que dejaron muy altos los precios de los animales para los exportadores en pie.
Puede verse este fenómeno como una caída en la producción exportable, pero también como una inversión del sector ganadero, al retener animales que habrán de engordar en el país y producir importantes volúmenes de carne en uno o dos años para adelante.
Importación
Por el otro lado, también hay que considerar la importación de carne para cubrir la demanda del consumidor local, que permitió liberar volúmenes equivalentes para ser exportados a mayor precio.
Si bien este mecanismo funciona desde hace tiempo, en el último año tuvo un salto muy significativo, dadas las diferencias de precio entre la carne y los ganados de nuestro país y los vecinos de la región. El proveedor fue fundamentalmente Brasil, con alguna participación menor de Paraguay, pero las diferencias de precios del ganado uruguayo fueron y siguen siendo mayores en relación a la Argentina, lo que podría ambientar un incremento de una corriente importadora proveniente de este último país en el futuro.
En el año se importaron 26,9 mil toneladas de carne vacuna desosada, enfriada o, cortes finos destinados al abasto, por un valor de US$ 110 millones; o sea a casi USD 4,1 mil por tonelada peso producto. También se importaron 5.300 toneladas de carne desosada congelada, que insumieron USD 17,1 millones, así como algunas menudencias, que sumaron otros USD 2.6 millones.
Las exportaciones uruguayas de cortes desosados se realizaron a valores significativamente superiores y el consumidor doméstico fue bien atendido: todo ganancia.
También se importaron otros productos cárnicos, como la carne y grasa de cerdo, que sumaron USD103,2 millones. Uruguay no exporta carne de cerdo, y alrededor de los dos tercios del consumo se atiende con carne importada, en su mayor parte de Brasil.
En total, las importaciones del rubro cárnico de productos comestibles llegaron a USD 240 millones en el año, sumando todas las carnes y productos de todos los orígenes.
Como se ve, Uruguay no es sólo un fuerte exportador de alimentos – en primer lugar la carne -, sino también un comprador no despreciable de muchos productos con destino a la alimentación humana, a los animales productivos y a las mascotas.
Y para digerir y amenizar estas observaciones, destinamos casi USD 70 millones anuales a la importación de la vital yerba mate.
Balanza comercio cárnico
Las exportaciones de todas las carnes y despojos comestibles, como las define Aduanas, sumaron US$ 2.048 millones en el año 2019. Por el otro lado, las importaciones del mismo rubro alcanzaron los US$ 240 millones. La balanza comercial en esta materia arroja un neto positivo de US$ 1.808 millones.