El escritorio Di Santi destacó el cien por ciento de la colocación de la oferta, además de los muy buenos precios. La venta fue total en todas las categorías y de las tres razas lecheras: Holando, Jersey y Kiwi.
La lechería tiene dos momentos relevantes en remates ganaderos, la zafra de otoño que se está llevando a cabo ahora y está en la etapa final, y la de primavera que comienza a fines de agosto o primeros días de setiembre. Mauricio Lanza, gerente comercial del escritorio Di Santi Limitada, firma de referencia nacional en la comercialización de ganados lecheros, dijo a La Mañana que la de este año “es la mejor zafra en comparación con las 3 o 4 anteriores, por el volumen, calidad y precio”.
Consultado sobre cuánto inciden los valores del ganado informados semanalmente por la Asociación de Consignatarios, dijo que la influencia es “directa”, pero “también tiene mucho que ver el precio de la carne porque es el que pone el piso” al ganado lechero. Aquel que quiere vender el ganado en producción mira cuánto paga el frigorífico y ese es el mínimo que es el que da estabilidad y permite que no quede ganado sin vender.
El precio de la leche también tonifica, “pero si no tuviéramos el seguro de que la carne está valiendo mucho y que el descarte vale, no creo que se hubiera llegado a los valores de punta que se lograron en el ganado de producción, y eso fue válido para todas las razas lecheras”, señaló.
Respecto a los valores promedios alcanzados en la zafra, dijo que la vaca se ubicó entre los US$ 1.600 y US$ 1.700, la vaquillona US$ 1.900 y los toros US$ 3.700. “Son muy buenos promedios para los ganados de producción, que además tienen sus puntas”. Los Jersey, raza de la cual hay muy pocos ejemplares, promediaron en US$ 1.950.
La tendencia es un Holando más chico y fértil
Lanza destacó la muy buena genética del rodeo lechero nacional que acompaña la evolución del mundo. Todos los años “las cabañas uruguayas incorporan las últimas sangres” que son aprobadas en las pruebas americanas, europeas o neozelandeses. Es un trabajo “progresivo y permanente por el cual Uruguay está en la vanguardia”.
Esa mejor genética “se refleja en leche, en durabilidad, en los sólidos que se producen. Productivamente se busca vacas con volumen de leche y mejores sólidos”, y en lo biológico la tendencia mundial es achicar el Holando y aumentar la fertilidad.
Consultado sobre el tipo de animal que busca el productor, Lanza dijo que los remates de Di Santi en Cardal se caracterizan por el alto nivel de la oferta que pasa por pista, lo que atrae a compradores de todas las cuencas del país: “La cuenca más fuerte es la del sur, también estamos colocando ganado en Paysandú, Salto, Rocha, Maldonado o Cerro Largo, que son más chicas, pero el productor sabe que en Cardal va a encontrar volumen y calidad para elegir a su gusto”.
En este punto es fundamental “la confiabilidad” y el vínculo con el cliente: “El escritorio debe informar sobre la oferta de tal forma que cuando el productor se traslada desde el tambo al local se encuentra con lo que se le dijo”.
Los compradores están en todo el país, aunque la dispersión mantiene una relación según el tamaño de cada cuenca. Los remates por internet o que se pueden seguir por televisión se han convertido en una herramienta clave. Sin embargo “hay un detalle y es que no alcanza con ver a través de una pantalla” para conocer la pieza que se está vendiendo. “Es muy difícil comprar ganado lechero por pantalla porque tiene muchos detalles, puntos que hay que ver en vivo y que en la televisión no se ven con claridad, como la ubre, la forma de caminar, las costillas, el cuello, y en eso es clave el informe que desde la pista da el vendedor al productor que está en la otra punta del país. Es mucho más valido el informe del equipo rematador a través del teléfono que lo que se ve en la pantalla”, enfatizó
De ahí la importancia de “la confianza en la firma, pero también el conocimiento de quien está en la pista” hablando a cada instante con los interesados.
TE PUEDE INTERESAR